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― Como que sigas haciendo estas pizzas exquisitas, nunca más me voy a ir de acá –enredadando el hilo de muzarella en su boca, Matías ignoró el enorme doble sentido que esa frase tenía para mí.

Sin embargo, lejos de alegrarme, me lastimaba. Yo había entendido que siempre ocuparía el lugar de amiga incondicional. Él había creído que yo era lesbiana y ese estúpido e infantil recurso, había logrado mantenerlo a mi lado.

No pasaba noche en que no imaginara qué sucedería si destapaba la olla y le confesaba que en realidad todo era parte de una mentira que comenzó en broma y terminó siendo una terrible confusión.

Convencido de una, errónea, elección sexual, a menudo quería pasarme números telefónicos o invitarme a algún lado con fines de conquista. Yo me negaba.

A mí me gustaban los hombres. Y él en especial.

Llevando varias noches sin dormir, la pesada carga del engaño era insoportable.

Más de diez años de convivencia enredándolo en una mentira injusta e inmerecida; aunque me valiera su partida, debía sincerarme...con suerte, él también sentiría lo mismo por mí y fin del asunto...

¿O no?

Loft - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora