Peter Pan.
Félix y yo nos encargábamos de vigilar la jaula de la muchacha durante toda la noche, y nuestra labor apenas estaba comenzando pues recién acababa de suspenderla en el aire con mi magia.
Yo sólo podía pensar en los diferentes planes que podría tener para aquella chica, pero ninguno me convencía del todo. Sabía que al habérmela llevado podría asegurar que Garfio y su escuadrón de rescate vendrían por ella, pero necesitaba cambiarla por el corazón de Henry para que todo funcionara como debía desde un principio. Así mismo, aún me preocupaba que Rumpel tuviera aquella Caja de Pandora con la que pudiera encerrarme para el resto de mis días y la maldita Daga Mágica.
Necesitaba el corazón del verdadero creyente para que todo funcionara y yo pudiera obtener mi inmortalidad, sino moriría.
Algo que me extrañaba demasiado es la onda expansiva que sentí en mi cuerpo cuando tomé en brazos a la chica, había sido algo muy extraño que jamás me había sucedido con nadie más, pero creía que fue algo del momento. Después de todo, no tenía la esperanza de que aquella chica significara algo.
Era una pirata, seguro era una asquerosa sanguijuela del mar que sólo sabía alardear sobre sus motines y tomar alcohol como si fuera agua, igual que su padre.
Era extremadamente parecida a Garfio. Su cabello negro como la noche, sus facciones finas y bien delineadas, tenía los labios exactamente iguales a los de él, y estaba esperando que despertara para saber el color de sus ojos, quería ver si eran iguales al color del mar en el cual seguramente pasaba la mayoría del tiempo.
Y sí, muy a mi pesar, era tan preciosa que no me esperaba menos de la hija de Garfio.
Comenzamos a escuchar ruidos provenientes de la jaula de aquella chica, pero no me los esperaba ya que el veneno para dormir suele durar más tiempo que sólo media hora.
―A-ayuda... ―apenas pudimos escuchar su voz, sonaba adolorida, como si estuviera por comenzar a llorar.
Decidí hacer un ademán con mis manos para bajar la jaula de las alturas y nos reincorporamos junto con Félix.
La vi entre las cañas que forjaban la jaula, y se veía realmente mal. Tenía la espalda apoyada contra las cañas, mientras se tocaba la herida que tenía en su hombro, entonces fue cuando pude observar que sus venas comenzaban a notarse de un color negro, y que su piel no podía estar más pálida.
Enseguida pensé en lo que podría hacerle eso. Sombra del Sueño.
―¿Pan? ―inquirió Félix, dirigiendo una mirada sugerente hacia mí.
―Ni siquiera lo digas, ya lo sé ―le digo, apretando los dientes.
¿Quién haría ésto cuando di claras órdenes de que nadie podía matarla?
―Le queda poco tiempo, tal vez unos minutos más. ¿Vas a salvarla? ―pregunta el rubio, dirigiendo sus ojos grises hacia la chica nuevamente, quien ya ha perdido la consciencia.
―No puedo entregar a una chica muerta ―solté obviando la situación, entonces abrí al puerta con mi magia. Ésta estaba hechizada para que sólo yo pudiera abrirla―. Dejarla morir haría que una guerra se desatara, no puedo correr ese riesgo ahora que estoy tan cerca de morir.
―¿Te preocupa lo que Garfio pueda hacerte? ―preguntó Félix, deteniendo lo que estaba haciendo y me miró.
―Tal vez yo sea un padre que no quiera a su hijo y no sea capaz de hacer nada por él, pero te aseguro que Garfio se esforzaría demasiado por matarme si ella llega a morir porque la ama. Estoy seguro de eso.
ESTÁS LEYENDO
Peter Pan's Property (Peter Pan)
Fanfiction"Nadie me advirtió que podía encontrar cielo y el infierno en el mismo lugar..." ―Luana Turner. #1 en Nunca Jamás el 13/06/2019