Luana Turner.
La actitud que llevaba Pan en las últimas horas no era para nada normal, pero podía notarse a leguas el esfuerzo sobrehumano que hacía para no insultarme aún cuando tenía una oportunidad perfecta para hacerlo.
Y valoraba su esfuerzo por no joder más las cosas entre nosotros. Entendía el punto de que las personas que conviven no pueden andar intentando asesinarse mutuamente las veinticuatro horas del día, también entendía que le costó demasiado disculparse y quizás también debía tomar eso en cuenta.
Desde que me dejó salir de la jaula para siempre me he pasado un buen rato con Matt, quien ha sido una gran compañía desde la primera vez que hablamos.
Aunque había algo que me molestaba constantemente, y era que mi cuerpo realmente apestaba, necesitaba una ducha cuanto antes pero no sabía dónde podría tomarla, por eso estaba esperando a Pan para que me indicara dónde podía hacerlo.
―Y entonces te dejó salir de la jaula ―repitió Matt, mirándome con los ojos entrecerrados―. Has revolucionado Nunca Jamás.
―Pues... ya estoy aquí, ¿entonces por qué no hacer un escándalo? ―pregunté con una sonrisa surcando mis labios.
―¿Porque... Pan te mataría si revolucionas a todos éstos muchachitos del demonio a tu conveniencia? ―ambos reímos.
―Parecen no darse cuenta de que estoy aquí.
―Oh, créeme que lo hacen. Todos hablaron de tu valentía para enfrentar a Pan ayer, aunque Félix se quejaba porque le estabas enseñando nuevas groserías a los niños.
―Dicen por ahí que los piratas tienen una boca muy sucia ―comentó Félix, sumándose a la conversación―, y Luana no es la excepción.
―Es como si tuviéramos a otro chico más aquí ―Pan fue quien acotó algo ésta vez.
―Sí, y gracias a tu egoísmo ahora huelo como uno. Así que, su alteza, ¿podría indicarme dónde se hace el aseo aquí? ―le dije, reincorporándome y caminando hacia el ojiverde, quien rió de una forma algo sarcástica.
―Ugh, ya recordé por qué no mantenemos niñas en la isla. Todas quieren volver a sus duchas calientes con pétalos de rosa y aceites extraños ―dijo Pan, como si estuviera recordándose algo y yo rodé los ojos.
―Ya veo, pero es una lástima que yo no sea una de esas chicas ricas con pedigrí. Si no recuerdas, Pan, soy una pirata y eso a veces conlleva tener que estar sin ducharme varios días. Sólo imagínatelo: piratas con olor a ron y vómito, un olor parecido al del bacalao podrido... ―Pan arrugó su nariz en forma de desagrado, al igual que Félix y Matt― no era nada placentero. Mi momento de higiene se reducía a tirarme al mar, mientras Garfio cuidaba de que nadie se aprovechara de mi desnudez. Ahora si no quieres saber lo que es el olor a un cadáver en descomposición, llévame donde pueda bañarme.
―Eres un asco, en serio ―murmuró Pan, dándose media vuelta y comenzando a caminar. Entonces sonreí victoriosamente para seguirlo.
―Cuidado con mirar más de la cuenta, Pan ―escuché la voz divertida de aquel rubio.
A Pan se le dibujó una pequeña sonrisa, pero yo me di vuelta para enseñarle el dedo medio a Félix con una sonrisa de petulancia en el rostro.
―Ese dedito... ―reclamó Pan.
Caminamos por varios minutos en el espeso y lindo bosque, el cual era la mayor parte de la isla, hasta que poco a poco la maleza se fue haciendo más alta. Fue entonces cuando Peter corrió un poco de la maleza con su brazo y me mostró que detrás de ella había una hermosa cascada y una pequeña reserva de agua que suponía era bastante honda como para poder sumergir la altura de mi cuerpo allí.
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Peter Pan's Property (Peter Pan)
Hayran Kurgu"Nadie me advirtió que podía encontrar cielo y el infierno en el mismo lugar..." ―Luana Turner. #1 en Nunca Jamás el 13/06/2019