Peter Pan's Property (Peter Pan)

Capítulo 24: "Balance emocional".

Peter Pan.

Apoyé mi cabeza sobre mi mano mientras miraba cómo Luana dormía plácidamente sobre la cama, estaba a su lado mientras le acariciaba la cara con suavidad, lo que le causaba cosquillas a veces y se quejaba dormida, me parecía demasiado tierno. Me gustaba verla dormir, parecía que al hacerlo todo estaba bien.

La había visto pocas veces sumergida en un sueño profundo, y esos escasos momentos siempre lograba maravillarme. Era el único momento del día donde estaba callada y tranquila, siempre estaba haciendo alguna cosa o peleando con alguien. También era el único momento que tenía para replantearme varias cosas que están sucediendo, sin que nadie me interrumpa o tenga que preocuparme sobre el paradero de Luana.

No podía dejar de pensar en lo que pasaría ésta noche.

Sabía que tenía que decirle a Luana la verdad porque Garfio incumplió el trato que teníamos y esas eran las consecuencias. Aunque ella no lo sepa, vi cuando habló con Connor y Killian, estuve a punto de clavarle una daga en la espalda a Connor por haberse acercado tanto a Luana. Sentí cómo mi sangre hirvió al momento en que sus sucias manos tocaron la hermosa piel de Luana, y no podía culparme, tenía razones de sobra para estar celoso del único chico que ha logrado conquistar su corazón.

Por otro lado, me preocupaba la reacción de Luana. Pero estaba mucho más preocupado si aún así quería irse con los demás en vez de quedarse aquí, esa duda me carcomía y no dejaba de pensar en la posibilidad de que termine odiándome a mí también, pero tenía que intentarlo.

De todos modos, yo ya sabía que lo nuestro era imposible y me dolía admitirlo. Sabía que por más cosas que intentara para que se quedara conmigo en la isla, ella no era una chica que se dejara tratar como un objeto, que no fuera libre, ella sabía exactamente lo que quería y por eso tenía tanto miedo de perderla. Si ella quería irse, lo haría, sin importar nada.

La cuestión era si debía imponer resistencia o no, porque por más que yo quiera que se quede conmigo, no lo valdría si ella en realidad no quiere quedarse. Por eso estaba debatiendo conmigo mismo en éstos momentos, me debatía entre hacer que se quede y dejarla ir.

Hacer que se quede sonaba demasiado egoísta y pretencioso, pero ese no sería el caso si ella quiere quedarse conmigo realmente. Sería egoísta separarla de las personas que estaban con ella siempre, y por primera vez pensaba en Luana antes de pensar en mí.

Anoche estaba dispuesto a hacer lo que sea por mantenerla amarrada a mí en la isla, lejos de todos, pero cuando nos besamos todo cambió por completo. Cuando la besé sentí amor, como recordaba que se sentía, nunca me había sentido tan bien en mis siglos de existencia, y pensar que iba a condenar a la muchacha que logró revivir mi corazón me quitaba el sueño por completo.

Sabía que dolería dejarla ir, y anhelaba de sobremanera que esa no fuera su decisión, pero dejaría que se vaya si eso es lo que quiere en verdad.

A fin de cuentas, lo único que yo quería era que me amase como yo la amo a ella.

[...]

Luana suspiró varias veces mientras prendía su capa, la cual le daba una imagen más elegante, y se giró para verme. Se notaba a leguas que estaba nerviosa, que intentaba ocultarlo manteniendo su atención en cualquier otra cosa, pero había tenido mucho tiempo para observarla y saber cómo se sentía con exactitud en la mayoría de los casos.

Yo me sentía demasiado tenso, y pensativo. No dejaba de pensar cómo podría decirle todo a Luana de forma que no la hiriera demasiado, y trataba de imaginar lo que pasaría después, mi concentración está nula hasta que observo cómo Luana se acerca lentamente a mí y acaricia mi mejilla izquierda con suavidad, sacándome de mis pensamientos.