Capítulo 33: "Di adiós, Peter".

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Narrador externo.

Luana descubrió una pequeña semilla de esperanza sembrada en su interior gracias al horror descubierto por la muerte de Azul, la reina de las hadas aparentemente. Saber que Peter seguramente estaba vivo era algo que no esperaba, pero no quería confiarse mucho pues siempre habían cosas que no salían como ella lo esperaba, sin embargo, el control de La Sombra era algo que sólo Peter podía tener, o al menos eso era lo que él le había dicho.

Emma y los demás irían a liberar el cuerpo de Pan fuera de Storybrooke por si a caso, mientras que Luana, Killian y Tinker se encargaban de atrapar a la Sombra que estaba dentro de la iglesia. Ellos se encaminaron allí con un plan entre manos. Ahora, con la magia que había obtenido la muchacha de ojos oceánicos, hicieron aparecer una vela dentro de un círculo de madera con una tapa, muy parecido a lo que pasó en la isla cuando salvaron a Oliver.

Con mucho esfuerzo, lograron atraparla. Killian y Luana volvieron a trabajar juntos como en los viejos tiempos, por un momento olvidaron todo lo que había pasado y realmente parecían padre e hija desenvolviéndose en una lucha juntos, como cuando peleaban contra otros piratas en aquellos viajes que quedaban para el recuerdo.

Hubo un momento, donde ambos sintieron que realmente se convirtieron en padre e hija. Killian lo sentía muy a menudo pero Luana no había pensado en que ello pudiera llegar a ser así desde que supo la verdad, hasta ese preciso momento donde ambos cooperaron para hacer algo, como en sus batallas. Cuando peleaban espalda con espalda y se salvaban el uno al otro, ese era un nivel de complicidad tan perfecta que apenas podían creer que así era su relación ahora.

Cuando por fin terminaron, se quedaron parados frente a los bancos con la respiración sumamente agitada. Luana sostenía el artefacto en el cual atraparon a la Sombra entre manos. Ambos se miraron y una pequeña sonrisa brotó de ambos casi de forma inconsciente.

―Estuviste genial ―masculló Killian con una sonrisa que demostraba el orgullo por Luana, y por un momento ella se alegró por sus palabras. Solía halagarla después de una ardua lucha y tenía que admitir que extrañaba esos momentos―. Siempre supe que eras alguien muy especial.

―Me entrenaste para que lo fuera ―responde Luana, sin ni siquiera una gota de sarcasmo o falsedad. Ésta vez estaba siendo mucho más relajada y Killian se alegraba de que no tuvieran que enfrentarse otra vez porque eso era lo que menos quería―. Debemos irnos. Tal vez los demás ya hayan atrapado a Henry.

―Querrás decir a Pan.

Ella niega algo confundida.

―Cierto.

―Luana, ¿tú... estás de acuerdo con todo ésto? Parece que Pan y tú... ―comienza Garfio, algo nervioso por preguntarle aquello, pues no creía que eso fuera lo mejor pero en cierta forma necesitaba saber por qué Luana se tensaba al oír su nombre aunque muy en el fondo ya lo sabía.

―A veces dicen que las cosas no son lo que parecen, pero en éste caso sí lo es. Amo a Peter, y sé lo que piensas, pero no me importa. Pero ésto... Killian, intento encontrar una solución. Hasta el momento, no preguntes mucho, sé que no quieres saber ―confiesa Luana, dejando bastante en claro lo que pensaba y sentía sin demostrarlo por completo.

Ella comienza a caminar a la salida pero entonces Killian la detiene tomándola de la mano.

―Sí. Sí quiero saber, Luana. Después de todo lo que pasó ya no quiero que ésto siga así, sólo dime las cosas, puedes gritarme si así lo quieres pero sólo necesito que reconsideres... volver a confiar en mí aunque sea difícil ―el hombre de abundante cabello negro y ojos oceánicos demuestra su nerviosismo a pesar de tener toda la fachada del tipo más rudo.

Peter Pan's Property (Peter Pan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora