Peter Pan's Property (Peter Pan)

Capítulo 32: "Cosas malas".

El mismo día en que llegamos a Storybrooke, todos se dispusieron a volver a sus vidas relativamente normales, aunque yo bien sabía que no olvidarían la experiencia que pasamos en Nunca Jamás, o bueno, yo al menos creía jamás poder olvidarla. Killian ha intentado hablar conmigo pero desde que pisé nuestra casa nuevamente me he sentido totalmente excluída y fuera de éste mundo. Se sentía mucho más extraño que antes de que la Sombra me secuestrara.

Antes me sentía excluída de todo, pero lo llamaba exclusión propia pues yo no tenía ánimos ni razones para participar activamente del mundo que me rodeaba porque no sentía que fuera lo mío; ahora las cosas eran diferentes. Ya no solamente era yo la que se excluía de todo sino que parecía ser una fuerza mayor, como si simplemente me irritara formar parte de éste mundo plagado de princesas y príncipes felices que tenían una vida de en sueño mientras yo había perdido al que consideraba ser mi otra mitad hace tan poco.

Me duché en un baño civilizado después de mucho tiempo y lloré. Estuve alrededor de media hora llorando y otra media intentando ocultar mis ojos hinchados para que nadie me preguntara acerca de eso. Me vestí de manera normal, pues ahora me sentía como si no fuera nadie. Usualmente me llamaba pirata, y sabía que eso era lo soy en el fondo de mi corazón, pero ahora parecía haber perdido mis convicciones más fuertes y me preguntaba cuándo la pérdida de Peter me había influído de esa manera.

Tal vez era porque todo lo que alguna vez quise estaba muerto o me había fallado. Era un tragedia. Una real y desoladora tragedia propia de una persona que pertenecía al círculo de los villanos.

Después de alistarme, salí a caminar. Bueno, más bien me dirigí al muelle donde la Sombra me había secuestrado hace mucho tiempo y replanteé todo lo que pasó en mi memoria, en ese momento estaba enfadada y sumamente indignada, cuando llegué a Nunca Jamás juré pelear con Peter hasta que uno de los dos muriera, hasta que nos matáramos entre sí, pero ahora su ausencia está matándome.

Mientras mi mente trabaja en los recuerdos y pensamientos, sólo me quedo parada allí a orillas del muelle mirando el vaivén del agua, el cual era suave por el momento, con los brazos cruzados sobre mi pecho. Sé que hay ruido detrás de mí, por las personas que trabajan aquí pero sólo puedo captar el ruido del agua, me gustaba bloquear todo lo demás cuando necesitaba pensar y concentrarme.

Después de unos minutos, tal vez unos diez o veinte, siento una mano posarse sobre mi hombro derecho de manera suave, como si quisiera darme tranquilidad. Me giro hacia la persona detrás de mí y observo a Emma. Ella está mirándome con sus insípidos ojos claros mientras la cascada rubia de su cabellera cae por ambos costados de su cara, siento una vibra de paz y pena que intenta transmitirme con su mirada.

Pero ninguna de las dos dice nada durante algún tiempo. Finalmente, ella quita su mano de mi hombro y se para justo a mi lado, para luego mirar al horizonte.

―¿Sabes, Luana? ―la voz de Emma surge de las tinieblas después de un silencio fúnebre solamente acompañado por el chocar del agua contra las rocas, su tono es dulce y apasible. Nunca creí percibir tranquilidad de su voz, o al menos no conmigo. Estaba negada a creer que podíamos tener una buena relación―. Suelo venir aquí con Henry cuando Killian y tú se van a uno de sus viajes, y pensamos en las aventuras que viven. No sería los mismo pensarlo sin Henry a mi lado, así que gracias por no permitir que le pasara algo malo aún cuando... te fue muy difícil.

No pensaba que me hubiera sido difícil, sino que me fue casi imposible. Era una pesadilla que tenía el consuelo de que Henry seguía con vida, pero aún así no podía evitar extrañar a Pan tanto como extrañaba mi libertad estando dentro de éste pueblo que odiaba. Quizás aún más. Mucho más. No podía mentir. El enorme vacío dentro de mi corazón era imposible de ocultar, al menos para mí.