Peter Pan's Property (Peter Pan)

Capítulo 9: "Difícil de convencer".

Killian Jones.

Había vivido demasiados años sin preocuparme por alguien verdaderamente, pero desde que Luana apareció en mi vida las cosas cambiaron. Hacía tres días que estaba en Nunca Jamás y no habíamos podido encontrar ninguna jodida habichuela, ni siquiera Rumpel pudo conseguirme una.

Sabía que ella confiaba en que podría ir a buscarla, pero no sabía cuánto tiempo podría esperarme aquella muchacha, no sabía cuánto tiempo podría pasar una persona en esa isla sin volverse loca.

Habíamos comenzado a crear un plan B por si no conseguíamos las habichuelas con un comerciante que vendía artilugios extraños como esos; y el plan consistía en que Regina y Emma comenzaran a practicar cómo abrir un portal hasta Nunca Jamás.

Regina le estaba dando lecciones a Emma para que se concentrara y pudiera ayudarla a abrir el portal. Al principio, Emma dudó de ella misma pero cuando le rogué que lo hiciera cedió poco a poco y aceptó que, por encima del odio que Regina le tenía, iría con ella y aprendería todo lo que pudiera para poder rescatar a Luana.

Era de mañana, y yo estaba preparando el Jolly Roger para que cuando pudiéramos llegar a Nunca Jamás ya estuviera listo y no nos retrasara algo así. Henry y Oliver estaban ayudándome con el trabajo.

Henry ha estado muy nervioso y frustrado éstos últimos días por lo que le ocurrió a Luana. Siempre decía que tendrían que haberlo llevado a él, que fue su culpa por no intentar detenerlo, pero siempre lo teminábamos calmando y entreteniendo con algo en lo que pudiera ayudarnos.

Oliver ha estado sintiendo un profundo remordimiento conforme pasaban los días, lo escuché hablando con Blancanieves pero por más que escuchara lo apenado que estaba no podía creerle así como así, porque él fue quien llevó a Lua a una trampa segura. Y el rencor seguía instalado en mi corazón.

―¡Garfio! ¡Mira, el agua! ―exclamó Henry, apoyándose contra los bordes del barco, entonces corrí para ver lo que aquel muchacho me indicaba.

Vi que emergían dos siluetas del agua. Una era una sirena, pelirroja y simpática con los ojos azules que reconocí a la perfección, pero no conocía a la muchacha que traía consigo. Aquella era de cabellos castaños claros, casi rubios y llevaba un atuendo blanco por lo que se podía ver.

Oliver saltó al agua luego de sacarse los zapatos y nadó hasta ese par de mujeres, dispuesto a ayudar a la que claramente no era una sirena. Aquella muchacha se llamaba Wendy Darling, y no pude evitar reconocer que era una niña a la cual Pan había atrapado hace algunos años.

Cuando pudimos subir a Wendy y Oliver al barco, aparecieron Emma y Regina peleándose porque Emma no se esforzaba lo suficiente para crear el portal. Envolví a ambos chicos en mantas y esperé a que Wendy se sintiera cómoda como para hablarme, porque estaba seguro de que había tenido contacto con mi hija.

―Ella está bien ―declaró Wendy, y suspiré aliviado―. Pan nos encerró en unas jaulas y Luana pudo liberarnos a ambas, luego nos encontramos con un tipo llamado Baelfire y...

―¿Está vivo? Dios, ¿Baelfire está vivo? ―preguntó Emma, con ilusión en su voz. Y Wendy asintió.

―¿Y qué pasó luego? ―pregunté, en un tono algo desesperado.

―Él nos llevó con una chica, su nombre es Tink. Ella nos dijo que una de las dos debía quedarse porque Ariel no podría ayudarnos a las dos estando tan débil, entonces Luana decidió quedarse. Luego de eso, no sé lo que sucedió con ella ―explicó Wendy.

―Escapó de Pan, nada bueno puede haberle pasado ―murmuró Regina, y Emma la codeó.

―Está bien, Emma. No espero que Pan no lastime a mi hija, sólo quiero recuperarla, con vida ―solté―. Debemos apurarnos, las cosas se pondrán feas conforme los días comiences a pasar.