Peter Pan's Property (Peter Pan)

Capítulo 8: "Matar a una pirata".

La noche fue larga y se llevó consigo la tranquilidad que tenía en mi primer día en Nunca Jamás, ya no me sentía del todo segura aquí sabiendo que un tipo como Peter Pan estaba dispuesto a apuntarme con una espada cuando fuera necesario, pero tampoco me mortificaría por eso porque yo era alguien un poco peligrosa también.

No dormí mucho, y el poco tiempo en el cual lo hice mi espalda había sufrido un daño colateral por no poder estar cómoda en una superficie acolchonada. Detestaba ésta celda y sabía que ahora Pan ya no querría sacarme de allí ya que lo había traicionado liberando a Wendy, pero valió la pena, pues me enteré que ella logró salir de la isla con éxito gracias a Ariel.

Baelfire fue a contarme aquello en la madrugada, pero le dije que debía marcharse, que no quería que Pan le hiciera algo, pero él me aseguró que buscaría una forma de liberarme.

Hoy, estaban por cumplirse los tres días en Nunca Jamás, faltaban a penas unas horas para que oscureciera, mientras tanto podía disfrutar de cómo el cielo celeste comenzaba a volverse un azul oscuro, y cómo las estrellas decoraban el único paisaje lindo que hay en ésta isla del infierno.

Pan decidió que volver a dejarme en el suelo era peligroso, entonces ató la jaula a un soporte que pendía de una rama del árbol que estaba a mi izquierda, la cual me dejaba en el aire.

No encontraba nada que hacer, sólo jugar con el collar que pendía de mi cuello y pensar en que Garfio ya debe venir por mí... o eso quería creer al menos. Odiaba a las damiselas en peligro que tenían que rescatar, y me había convertido en una. Nunca estuvo en mis planes ser una rehén de Pan, pero ahora que lo era tenía que encontrar una forma de irme, de ganarle en su juego.

Era una lástima que fuera un idiota, cretino, delirante y sádico. Bajo otras circunstancias me habría agradado su forma de irritar a las personas, porque no iba a negarlo, era divertido pelear con él pero también demasiado desesperante. Al final del día siempre sería así: un idiota sin remedio que se metió con la chica equivocada.

Narrador externo.

Pan, al verse tan irritado por Félix, decidió ceder ante su pedido y permitirle que fuera a sacar a Luana de la jaula para que pudiera participar en la fogata. Peter no lo hubiera dejado liberarla de no ser porque hoy tocaría la zampoña y quería poner a prueba los sentimientos de aquella bucanera.

Quería ver si se sentía sola o si no podía escucharla, porque ese era un factor muy importante para el rey de la isla.

Peter tenía muchos planes, y casi todos involucraban a la muchacha, específicamente quería que su estadía en la isla fuera permanente. Y lo sería, porque al ser envenenada con Sombra del Sueño no le quedaba otra que quedarse en la isla para no morir, pero Pan quería ir un poco más allá, a tal punto de manipularla para ella quiera quedarse.

Quería hacer que amara la isla tanto como para no dejarla jamás.

Pan sabía que había otras formas de salir de la isla y no morir, pero tenía la esperanza de que ni Luana ni su escuadrón de rescate supiera qué hacer cuando del veneno aquel se trataba.

―Ugh, ¿qué haces tú aquí? ¿No deberías estar lustrando la corona de Pan? ―atacó Luana al ver a Félix debajo de ella, y él rió sarcásticamente mientras miraba a la chica. Su humor era irritante a veces, pero verla intentando molestar a todos era divertido para aquel rubio.

―No deberías tratar así al chico que logró sacarte de la jaula ―dijo, mientras cortaba la soga que retenía a Luana en el aire y ella cayó rápidamente, pero no pudo lastimarse porque sólo un metro y medio la separaba del suelo.