Capítulo 16: "Ariel".

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Luana Turner.

Abrí mis ojos lentamente, mientras intentaba acostumbrarme lentamente a la tenue claridad del ambiente, mi cabeza dolía bastante y no podía dejar de pensar en cuánto habré tomado como para generar ese dolor. Lo admitía, no era alguien que fuera muy tolerante al alcohol, y me emborrachaba fácilmente pero creía que era el mismo dolor de cabeza que sentí la vez de la borrachera con Connor.

La superficie bajo mi cuerpo era cómoda, estaba tapada por mis sábanas y al prestar atención a mi alrededor me di cuenta que efectivamente estaba en mi habitación. Pero ¿cómo había llegado aquí? Lo último que recuerdo es estar sentada contra un árbol, tomando ron, y luego todos son imágenes confusas.

Estaba al borde de la cama, y no entendía por qué pues yo siempre me extendía sobre la cama para dormir a gusto. Mi respiración se aceleró cuando noté que había un brazo rodeando mi cintura, un brazo que tenía una pulsera de cuero marrón oscuro, oh no...

Sólo tuve que voltearme para confirmar lo que temía. Peter estaba a mi lado, dormía plácidamente como un ángel y se veía realmente atractivo con el ceño tan relajado, tendría la posibilidad de admirarlo mejor si no supiera cómo mierda terminó en mi cama.

Me reincorporé abruptamente, buscando una respuesta en mis recuerdos pero todos ellos estaban borrosos y mientras más lo intentaba, más me dolía la cabeza. Tenía que tomar aire pues sentía que el mío había abandonado mis pulmones hace tiempo, entonces salí de la cama cuidadosamente para que Peter no se despertara y me cambié a mi ropa de siempre.

Dejaría de lado el corset por ésta ocasión, pero no podía olvidar mi espada y el colgante que siempre estaban conmigo.

Al estar lista, salí rápidamente de la habitación cuestionándome si tendría que haberle dejado una nota a Pan pero al darme cuenta que ni siquiera sabía por qué él terminó durmiendo junto a mí me pareció que no lo ameritaba.

El sol brillaba bastante pero era levemente opacado por los copas de los árboles que no lo dejaban acceder del todo. Caminé en las direcciones que parecían conducir a un lugar, totalmente confundida sobre lo que sucedió y casi sin darme cuenta escuché el ruido de las olas chocar contra la tierra.

Sólo una vez había estado en las orillas de Nunca Jamás, pero no tuve tiempo de apreciarlas puesto que mi misión en aquel momento fue ayudar a Tink. Ahora me tomaría el momento de caminar a orillas de ésta y pensar, tratar de recordar.

Dejé mis botas sobre la superficie de una roca y comencé a caminar hacia la orilla del mar. El agua recorrió mis pies con lentitud, dándome una sensación de frío pero de alivio al mismo tiempo. No podía negar que cada vez que recorría las orillas de una playa con mis pensamientos en blanco todo se sentía mejor.

Me dije a mí misma que los recuerdos volverían en cuanto deban hacerlo, mientras tanto, debía dejar mis sentimientos de un lado, y vivir un momento como éste.

Escuché la melodiosa voz de una mujer cerca de mí, e inmediatamente me volteé buscando la dueña de aquella voz, encontrándome con una sirena sentada en una de las rocas que habían en la orilla mientras me miraba con una pequeña sonrisa.

Su cabello rojo se movía al compás de la brisa y era tan bella como todas las sirenas siempre aparentaban ser, pero detrás de su belleza hay maldad, crueldad. Sucias embusteras que me recordaban tanto a los piratas.

Sin pensármelo demasiado, empuñé mi espada y me dirigí a su encuentro, dispuesta a matarla.

―No, por favor ―pidió, mientras su rostro se envolvía en una expresión de desespero y preocupación―. No quería hacerte daño o asustarte.

Peter Pan's Property (Peter Pan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora