Peter Pan's Property (Peter Pan)

Capítulo 19: "Despertar".

Abro mis ojos rápidamente y me encuentro con que mi respiración está muy agitada, tal como si hubiera despertado de una pesadilla, que quizás sea lo que sucedió aunque no lograba recordarla con claridad.

La superficie debajo de mi cuerpo era húmeda y sentía cómo el agua chocaba contra mi cuerpo de una forma relajada. Al darme cuenta, supe que estaba en las orillas del mar mientras éste hacía un ligero vaivén que me relajaba.

Estaba boca abajo, con ambas manos a los costados de mi cabeza y mi cabeza en dirección al bosque. Pude notar que aún era de noche y que no sabía con certeza qué era lo que me había sucedido, pues lo último que recuerdo fue tener la charla profunda con Félix a orillas del mar, justo como estoy ahora.

Me incorporé rápidamente y miré hacia mis costados, mientras un sentimiento de confusión se adueñaba de mi cabeza. No entendía cómo había terminado durmiendo a orillas del mar pero sí sabía que seguía en la isla, entonces tenía que regresar al campamento y ver si alguien sabe lo que me ha sucedido.

Comencé a caminar lentamente para adentrarme al bosque y suspirar, el camino hasta el campamento de Pan parecía tan confuso en mi memoria, parecía que no lo sabía cuando yo sé que sabía cómo llegar... ¿qué me ha pasado? Cuando intento recordar algo, mi cabeza duele.

Los minutos de caminata se hacían cada vez más intensos, y había algo en particular que estaba retrasando mi paso, eso eran los constantes ruidos que sentía a mi alrededor. Como si alguien estuviera caminando cerca de mí, luego son muchas personas las que lo hacen, la velocidad aumenta, alcanzo a escuchar las ramas y hojas de los árboles chocar contra aquellos seres.

¿Pero qué eran?

Empuñé mi espada con rapidez y continué caminando de una forma sigilosa.

―¿Hay alguien aquí? ―pregunté, alzando mi voz lo suficiente.

Pero nada respondió, y aquellos sonidos parecieron alejarse de repente.

Quizás estaba alucinando, quizás sólo era mi imaginación jugandome una mala pasada. No diría que estaba asustada, porque no era así, pero me parecía bastante extraño que de pronto los ruidos se alejaran al escuchar mi voz.

De repente, el frío invadió mi cuerpo de una manera brutal. Noté que la zona que comenzaba a transitar cada vez se volvía más oscura, cada vez tenía menos luz y pude sentir cómo los vellos de mi nuca se erizaron. Ante aquella desconcertante escena, decidí seguir avanzando mientras me preparaba mentalmente para atacar si era necesario.

Entonces, fue cuando esas malditas sombras aparecieron. Su oscura figura, sus ojos brillantes y la velocidad con la que recorrían el lugar me resultaban fastidiosos y algo atemorizantes. Comenzaron a volar a mi alrededor, y en un momento quisieron sacarme mi sombra, entonces comprendí que era momento de correr como nunca en mis diecisiete años.

Me sentía en una película de adrenalina, y la verdad es que sí era un tanto difícil correr con los pantalones mojados, pero eso no le quitaba la epicidad y desesperación al momento. Dos emociones que no deberían estar juntas, pero lo están en éste caso.

No quería que aquella sombras me alcanzaran y muriera en sus garras, pero no podía negar el hecho de que tener que escapar de algo y poder sentirme una aventurera mientras lo hacía no podría ser superado por nada.

La oscuridad se acabó en un punto del recorrido, entonces noté que las sombras detuvieron su marcha. Al parecer los límites de la "zona oscura" retenían a aquellas criaturas donde debían estar.

Les enseñé el dedo medio y seguí con mi camino, guardando mi espada en el cinturón.

La maleza se iba haciendo cada vez menos espesa conforme seguía caminando, lo que significaba que estaba por llegar a algún lugar donde el pasto no crecía. Pero no era ni de lejos el campamento de Pan pues no había música, ni luz cálida que implicara una fogata ni nada por el estilo.