Una muerte... una flor azul.
En el pueblo de Geerland.
Cuando la noche cae, el caos se desata, gritos de ayuda son solo ecos en las paredes, el miedo despierta y los demonios ansían hambrientos.
La energía niebla los sentimientos puros...
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13 de julio, 2018
12:08 a.m.
La lluvia se intensifica con el paso de las horas, nadie es capaz de salir de sus casas a causa de que el miedo toma poder en los niños indefensos, mientras los rayos silencian los gritos de ayuda de aquel joven.
—No... quiero morir— hablo con temor en su voz, el ligero temblor de sus labios lo hace lucir frágil, indefenso, sin embargo, aquella persona enfrente de él lo único que logra hacer fue mirar fascinado la escena.
—Eso debiste pensar— indico con voz fría. La sonrisa torcida que se formó en sus labios se ocultó a través de la oscuridad.
Con sus manos frías a causa del frio agarra la soga y se la entrega aquella alma indefensa, las manos del chico tiemblan al tomarla y en sus mejillas viajan lágrimas de miedo.
Los monstruos de alimentan de aquello... pensó.
Miedo.
Un sentimiento ansioso, que puede hacerte perder la cordura y los espectadores disfrutar del show.
El telón se sube y la función empieza:
—Esto es enfermo— gruñe entre dientes el chico. El monstruo convertido en oveja, se acuclilla hasta estar a su altura del joven sentado en una silla vieja—. Yo...— murmuro él.
Pero esa palabra tan simple solo fue un soplido ansioso callado por esos ojos fríos.
—Puedes hacerlo— lo aliena, fingiendo empatía—, puedes hacer un mundo mejor, solo...— susurra tan bajo que las pequeñas gotas de lluvia se escuchan demasiado fuerte—. Hazlo— ordena con una sonrisa que si Carlos no estuviera en aquella situación la interpretaría, tierna.
—¡Me das asco! — grita en medio del llanto.
—Tú también me causas repulsión— se encoge de hombros, aburrido.
—¡No te basto con lo que hiciste! — vocifera recordando como acabo con su cordura, con sus ganas de vivir. Su pecho sube y baja ante el arrebato, el enojo se mezcla con el miedo.
—Solo fue algo leve— dice con apatía—¿Por qué no recuerdas aquello que hiciste? ¿Por qué ahora eres la victima?
—Era lo correcto.
En esas cuatro paredes guardan una risa por aquel monstruo.
—Mentira, solo eres un cobarde.
—Yo... no
Toma su muñeca con fuerza, ladea su cabeza observándolo. Acaricia su cabello rojizo con fingida ternura, susurra:
—Solo acaba con esto.
El joven camina y amarra la cuerda en ese metal, dejando un agujero grande. Mete su cabeza y cierra sus ojos.
Las lágrimas se intensifican y es cuando quisiera no hacer lo que hizo, no ser ingenuo. La persona quisiera aplaudir ante la escena, pero solo apoya su espalda en la pared, observando.
Su corazón empieza a latir con fuerza, traga saliva, mira la silla y se deja ir.
Piensa en los ojos verdes de su madre,
en su padre viendo el fútbol,
en ese rubio molesto y por último en sus hermanas
Solo lastimo, humillo a aquella persona que debía amar, fue...
La persona se queda viendo la anatomía ya muerta del chico, se acerca sonriente.
Gira sobre su eje y se marcha.
Sus manos se limpian con las gotas de lluvia, mira su reflejo en el suelo y sonríe. El telón se baja para pronto abrirse de nuevo, solo es cuestión de esperar.
Cuidado si eres curioso, cuando menos te lo esperes puedes ser el siguiente.
Nota de la autora: ¡Bienvenidos, bienvenidos sean todos ustedes a este mundo!
Les abro la puerta con todo gusto y no olviden de comprar palomitas para la función, en fin, espero les guste esta parte.
aunque debo dar algunas advertencias:
El cuento del príncipe salvando a la princesa no va, la princesa inocente e ingenua tampoco va, que se vayan a su cuento. Habrá escenas violentas y algunos temas que son delicados serán comentados de manera sarcástica, si eres una persona sensible no lo leas y evita enojarte ante ello. También les digo que esta es una historia de MISTERIO, con un poco de romance oscuro, no se dejen llevar por su corazón al menos que se quieran estampar con la muerte misma.
Esta es una historia mía, todo es inventado por mí, nada fue real más que en mi cabeza. me gusta compartir lo que hago, es un pedazo de mi lindo corazón.
advertencias claras y yo me deshago de culpas.
Me despido y les regalo mi amor sarcástico, que lo disfruten.
