Capítulo 26 LOCA

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Nihal Sheider

— Joven Sheider.

Me aparto de Azul y ella parece reaccionar y volver a esa frialdad que la caracteriza.

— ¿Si?

— Efectivamente un cliente muy frecuente viene cada mes por ramos de flores azules.

Mi mirada de amplía y observo a Azul. Isabela parece un poco nerviosa cuando nos observa.

— ¿Quién es?

— Es una persona anónima, pero tengo la dirección donde envió el pedido.

Mi corazón empieza a latir y sin dudar dijo:

— ¿Cuál?

Ella parece pensarlo, suspira y anota algo en una hoja para después arrancarla y dármela.

Le agradezco con la mirada y Azul se despide de ella con una sonrisa, abro la puerta y sale dejándome con la nota en mano, un suspiro dejo salir y espero a Isabela.

— ¿Encontraste algo?

Isabela cierra su pequeña libreta y alza la mirada topándose con la mía.

—Estamos cerca del asesino.

Y eso me emociona como me perturba.

El silencio en el auto me desespera, Azul no ha preguntado nada, luce lejana y ese aire sarcástico desapareció.

Llegamos a casa y entramos a la biblioteca, Azul se desploma en el suave sofá negro. Isabela se sienta en la silla y acomoda su bolso.

— Estas demasiado callada.

— Debemos ir a buscar esa dirección.

—Ahora no puedo.

Ambas chicas me observan con el ceño fruncido.

— ¿Qué tienes que hacer? — exige saber Azul.

Ruedo los ojos.

—Necesito estudiar para mis próximos exámenes y hacer algunas tareas.

—Pero...

— Podemos hacerlo en la noche—interrumpe nuestra pequeña pelea Isabela.

—Me parece perfecto.

Isabela se levanta y se acerca a mí.

—Nos vemos en el bosque cerca de la casa de Azul ya que es la que está más cerca de la dirección que dio la señora.

Asiento, ella se despide y besa mi mejilla, hace lo mismo con Azul y se retira.

La biblioteca queda en silencio, Azul resopla y se levanta del sofá para acercarse a mí. La puerta es abierta y observo a mi pequeña hermana entrar, parece sorprendida al verme, pero corre hasta mí para darme un sonoro beso en la mejilla.

— Pensé que no estabas — susurra, observa con curiosidad a mi acompañante.

La pelinegra se voltea y observa a Alice sonriendo.

— Hola linda

Alice sonríe y me abraza recelosa.

Mi hermana es bastante celosa cuando se trata de mí, la primera vez que conoció a las gemelas Hawk no estaba muy contenta.

— Hola — masculla volteando su rostro al mío. Vuelve a besar mi mejilla y se aparta saliendo del lugar.

— Esa niña es todo un misterio— comenta Azul sentándose en el suave sillón.

Flores azules 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora