Una muerte... una flor azul.
En el pueblo de Geerland.
Cuando la noche cae, el caos se desata, gritos de ayuda son solo ecos en las paredes, el miedo despierta y los demonios ansían hambrientos.
La energía niebla los sentimientos puros...
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27 de noviembre, 2018
9:07 p.m.
Observó a mi alrededor, el frío de Geerland empieza a calar en mis huesos, puedo sentir como la nieve cubre mi chamarra negra, los arboles están quietos, como si esperarán algo o alguien. Un leve ruido hace que me sobresalte y miro atento a cualquier cosa, escucho ruidos que resultan sangrientos a mi audición.
Entonces lo veo.
La sombra de una persona aparece entre los árboles, me acerco sin hacer ruido y veo un cuerpo en el suelo.
Aprieto mis puños, molesto al ver aquella escena la ligera luz de la luna me permite ver una melena oscura junto con un cuchillo. Trato de mover las ramas un poco y el ruido de mi teléfono suena, voltea de inmediato y con manos temblorosas saco el aparato, lo apago y alzo mi vista. Nada.
Aparto los mechones rubios que caen a mi frente, miro a ambos lados sin hacer ruido.
La sombra desapareció, pero el cuerpo está ahí. Espero un rato tratando de ver si se ha ido y cuando solo el silbido del viento de escucha, me abro entre los árboles y veo el cuerpo de un chico, tal vez sea de mi edad no puedo averiguar porque la escucho.
— ¿Venir al bosque no es peligroso Nihal? — escucho a mis espaldas y me tenso, chasquea la lengua y puedo sentir aquella aura, la conozco tan bien — Pretendes atrapar a monstruos, ¿acaso no eres uno? — susurro cerca de mi oído.
Se a lo que se refiere, puedo sentir como mi corazón se acelera.
