Capitulo 12. ALERTA

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Capítulo 12

8 de agosto, 2018.

Azul Jennings.

Me encuentro sentada en mi escritorio resolviendo alguna tarea, el silencio es algo que disfruto, sin embargo, tener una música de fondo hace menos triste el ambiente.

Siempre llegue a pensar que venir a Geerland sería fácil, solo era cuestión de fingir, algo que se me da muy bien. Ser una chica; sociable, amable y linda para todos, no demostrar lo que realmente pasa por mi cabeza, solo respondía lo que ellos querían escuchar y así fue por un año, hasta que conocí al primogénito Sheider.

Verlo en ese funeral con su traje y un abrigo lo hacía lucir incluso más mayor de lo que era, la curiosidad me llego hasta mi sistema y un cosquilleo por saber más de él me llego al instante, si hay algo que puedo percibir es los secretos y en sus ojos escondía uno muy grande y no me equivoque.

Lo primero que hice después de llegar del funeral fue abrir una libreta y empezar a anotar algunos gestos que vi en él, desconfianza fue lo primero, la mirada de tristeza al ver a su hermana destrozada.

Observo por mi ventana y veo el bosque, los árboles se mueven en compañía al silbido que se escabulle sobre la ventana cerrada.

Así que decidí investigar por mi cuenta, pregunté me escabullí y llegué a meterme en líos hasta que lo descubrí y fue justo cuando lo vi manchado de sangre que supe que él no pertenecía a esa perfección que aparentaban, que detrás de esas cortinas se encerraban secretos, pero eran sellados y si alguien abría la boca sería desaparecido y lo confirme en la cena.

Cuando me senté en la silla logre percibir la mirada de su padre, amenazante calculadora y aún recuerdo sus palabras cuando fui al baño y él me acorralo en la pared. Me sorprendí si soy sincera porque conseguí notar su rostro cerca del mío, pero no lo hice notar, Arian siempre me enseñó a manejar estas situaciones.

— No te metas en nuestra vida Azul Jennings, no quieras averiguar porque te toparas con pared.

Susurro de manera amenazante. Sonrió de lado.

— ¿Por qué tanto miedo? — lo encaró. Él lleva su cabeza hacia atrás comenzando a reír.

— No sabes con quien hablas linda, si me enteró que sigues investigando a mi hijo cortare esta preciosa lengua que creo que debe tener otros usos.

No me pada desapercibo el doble sentido a su comentario.

— Dejare una sonrisa permanente en tus labios y yo cumplo mis palabras.

— Cree que un jodido loco me da miedo, he visto peores.

Palmea mi rostro.

— Entonces no me hagas enojar querida.

Susurro cerca de mi oído y algunos escalofríos pasaron por mi cuerpo, no mentía, era en serio todo y aquello solo despertó mi curiosidad aún más.

Sonrió moviendo el lápiz sobre le mesa, dejo caer por completo mi cuerpo en el respaldo de la silla y observo con deleite el paisaje frente a mis ojos.

Todos fingen ser perfectos...

Kurt Sheider fue estúpido al revelarme esa parte que se escondía, ese monstruo que realmente es, pensó que me echaría para atrás, pero hice todo lo contrario, me acerqué aún más a su hijo y pese a que le fastidiaba un poco mi presencia lo medio soportaba, meterme en su vida fue sencillo, tétrico y maravilloso para mí, es mi juego, es mi diversión momentánea.

Flores azules 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora