Pueden escuchar la canción uwu.
Capítulo 40. Final.
Azul Jennings.
—¿Qué estás haciendo? — pregunta mi hermano.
Observo de reojo a mi hermano, cargo con algo de rudeza a Alice en mi hombro. Sonrió.
—Estoy haciendo lo que siempre ha sido mi plan, esté es mi juego Arián, no te metas.
Sigo mi camino y dejo a la niña en la parte trasera del auto viejo que padre me dio meses atrás.
Sorpresa.
Uno nunca olvida su propósito, aun cuando las cosas se alteran, mi deber era hacer pagar a Kurt Sheider por lo que le hizo a mi familia, no importaba nada salvo mi venganza.
Nada.
Ni si quiera Nihal.
Siento como alguien me agarra del brazo y volteo para ver a Arián.
—Es una niña... Azul...
—A la muerte no le importa tu edad—comento sonriendo.
Cierro el coche y arranco antes de que diga algo más, con una mano en el volante y la otra me encargo de encender la radio. Observo por el espejo retrovisor a una Alice bastante dormida, digamos que la drogue un poco para poder traerme su cuerpo con facilidad, no fue difícil.
Mientras manejo escucho una canción de rock y tarareo la canción a pesar de no conocerla, el clima de Geerland es más frío y la nieve cae violentamente, bastante peligroso manejar a esta hora.
La vida se trata de cumplir propósitos, es como tener una lista imaginaria en tu cabeza y vas tachando lo que ya cumpliste. Mi propósito desde que llegue a Geerland fue vengarme por la muerte de Rebecca, ella no merecía morir y menos por algo que no sabía, antes de todo esto mi vida era normal como la de cualquier adolescente de quince años en plena rebeldía, no me preocupaba por encontrar al responsable, o por buscar la manera perfecta de matar y disfrutar su muerte. Giro a la izquierda y nos adentramos al bosque, paso cerca de la bodega donde murió Carlos Sheider, estaciono mi auto y suspiro recargando mi cabeza en el vidrio.
—Lo siento pequeña—musito viendo a Alice.
Bajo del auto y estiro mi cuerpo, camino hasta mi cajuela y la abro para sacar un par de ropa. Me quito los tacones y el vestido, el frio hace a mi piel erizarse, pero lo paso por alto, comienzo a ponerme unos pantalones de cuero en color rojo junto a un top negro, sujeto mi chaqueta de cuero negro y mi gorro de lana rojo.
Que empiece el show...
Cargo a Alice y ella se remueve un poco, su cabello pelirrojo cubre su rostro y la cubro un poco más con su abrigo. Al llegar a la cabaña la dejo en la pequeña cama individual y me alejo de la habitación, encendiendo un cigarro.
Enciendo mi teléfono y decido que es la hora.
Pasan algunos tonos hasta que me contesta.
—¿Qué se te ofrece Azul? —escucho la voz ronca de Nihal.
—En realidad se me ofrecen muchas cosas, entre ellas que la escoria que llamas padre mueva su culo hasta la vieja cabaña—ordeno, expulsando el humo.
—¿Qué te hace pensar que vendrá?
—Que tiene solo dos horas para venir, sino lo único que encontrara serán pedazos cortados de una linda niñita llamada— me burlo—. Claro, Alice Sheider.
—No serías capaz—murmura, puedo percibir lo tenso que esta, así que aumento mi sonrisa.
—No me retes Nihal Sheider, que si eso significa hacer sufrir al inútil de tu padre lo haré y lo disfrutare—confieso con una siniestra sonrisa.
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Flores azules 1
Mystery / ThrillerUna muerte... una flor azul. En el pueblo de Geerland. Cuando la noche cae, el caos se desata, gritos de ayuda son solo ecos en las paredes, el miedo despierta y los demonios ansían hambrientos. La energía niebla los sentimientos puros...