Flores azules 1

Capítulo 23. RAMÉ

Ramé: algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo

Nahil Sheider.

Camino por el parque ya con la noche dándonos la bienvenida. Suspiro porque sería otro día más sin saber dónde está y eso empieza a preocuparme.

Me siento un tanto nervioso, nunca imagine que Azul estuviera en una situación como esta.

Dejó el bosque atrás para empezar a caminar a mi moto, empiezo a conducir directo a la mansión. Mi teléfono vibra, pero lo dejo pasar, vuelve a sonar repetidas veces y detengo mi motocicleta y contesto.

—Trae tu trasero para el hospital, encontré a Azul.

La voz de Brent se escucha agitada, mi corazón empieza a latir más rápido.

—Voy en camino.

Cuelgo y doy vuelta acelerando en la motocicleta. Al momento de llegar la estaciono y mis pasos son apresurados hasta llegar a la sala de emergencia, donde me encuentro a Brean discutiendo con una enfermera. Veo la camilla y su cuerpo frágil se encuentra ahí, creo que empujo a alguien, pero no podría asegurarlo.

—Lo siento joven, pero su familia debe estar presente, no puedo...

—Y una mierda, se supone que ella debería estar recibiendo ayuda y no excusas, para no atenderla.

—¿Por qué mierda no está siendo atendida? — grito, la enfermera me observa asustada y me acerco a Azul.

Luce como una muñeca rota. Su rostro tiene sangre y todo a su alrededor, hay lodo en su ropa rota, moretones, cortes y lo que más me aturde en la mordida en su brazo.

—Es un hospital pequeño... no hay suficientes habitaciones— susurro desviando la mirada—, la única que hay es para un paciente que viene en...

Me acerco a su rostro y dibujo una sonrisa que la hace temblar de miedo.

—Creo que sabes quién soy, será mejor que ocupes esa habitación para ella, no querrás luego ser despedida— susurro.

—Lleven a la señorita a la habitación, necesita una operación ¡ahora! —grita aun viéndome.

Sonrió complacido, me alejo de ella y rápidamente empiezan a llevarla.

Sé que apenas voy en tercer semestre de medicina, pero no necesito saber tanto para darme cuenta que esta grave.

Necesita ayuda antes de morir por perdida de sangre.

—No puedes pasar joven Sheider.

La mando una mirada fría dispuesto a pasar, pero me sujeta del brazo.

—Esta grave, pero cualquier otra persona ya estaría muerta, así que esté tranquilo, ella sanara.

Bufo irritado para sentarme en alguna silla de metal, veo como Brent se acerca.

—Ya hablé con su hermano, vienen para acá.

Asiento mientras llevo las manos a mi rostro, las paso varias veces mientras siento gotas el agua salada en mis pómulos, suspiro.

Te ves patético llorando.

Y vaya que lo sé, es solo que estoy frustrado y mi cuerpo tiembla por la ira, verla así, con su pecho apenas moverse, con su rostro magullado y la sangre en su cuerpo me hizo sentirme miserable.

Las horas pasan de manera que tortura mi mente y es que cuando deseas que esto avance, es como si no lo hiciera. Hace varias horas atrás llegaron el padre y mellizo de Azul, ninguno me dirigió una mirada y solo fueron a pedir informes, incluso el señor Jennings fue a sentarse con Brent antes que conmigo.