Flores azules 1

Capitulo 6. MISTERIOS SIN RESOLVER.

Capítulo 6

26 de julio, 2018.

Nihal Sheider.

Oficialmente soy un alumno en la universidad central de Geerland, me sentía tan emocionado que casi organizo una fiesta. Ironía.

Una gran y patética ironía.

Guardo los papeles en la mochila y conduzco hasta Caféland, el simple nombre suena ridículo, pero sin duda su café es delicioso, quitaba todo lo ridículo del nombre y decoración del lugar, siempre estaba abarrotado de gente, no había día que la cafetería—para que no suene tan horrible— estuviera vacío. Estaciono mi motocicleta y me quito el casto, bajo y entro al lugar.

El sonido fastidioso de la campana suena anunciando mi llegada, observo a mi alrededor, como lo suponía hay adolecentes por doquier. Busco una melena rubia y Ayla alza la mano agitándola en el proceso, me encamino hacia ella, pero una chica se interpone en mi camino.

Su melena rojiza llega hasta sus caderas, trae un suéter junto con unos leggins deportivos. Observo su rostro; delicado y perfecto y ese gesto ya quita su belleza. No me malinterpreten, pero en lo personal ese tipo de belleza no era de mi agrado, no negaré que es hermosa con esas caderas y pechos, pero repito esa belleza no despierta nada en mí. Me sonríe agitando sus pestañas y casi quisiera apartarla, pero decido ser civilizado y esperar a que hable.

—Hola...

Perfecto me largo, estoy a punto de pasar por su lado, si venía a decirme hola se hubiera ahorrado su saliva. Ella toma mi muñeca y la aparto con suavidad.

No soy tan grosero.

Bueno tal vez sí.

—¿Se te ofrece algo?

Ella se acerca a mi rostro.

—¿Eres nuevo en el pueblo? —pregunta ladeando su rostro.

Al parecer no está informada en los chismes de aquí.

—No.

—¿No?

—Son dos letras tan simples que significa; negativo. Definitivamente conozco este lugar— le sonrió, mi sarcasmo puede ser en ocasiones inoportuno. Como casi ahora.

Ella me mira confundida.

Siento una mano alejarme de ella y lo agradezco, su cabello rubio se mueve ligeramente haciendo la escena más dramática. Río. Si a veces suelo ver detalles que pasan desapercibidos en nuestro día, pero no es algo usual es más bien cuando estoy aburrido. Como ahora.

—Es Nihal Sheider— responde por mí, desearía tener una cámara para tomar una fotografía a su expresión de asombro, empieza a balbucear sin sentido.

—Eres...

—Bueno ahora que lo sabes me lo llevo— sonríe Ayla.

—Gracias.

Ella niega y nos sentamos en una mesa lejana, la ventana de cristal está a nuestro lado y Ayla se sienta quedando en frente mío.

—Dime ¿qué quieres saber?

Me remuevo incomodo en el lugar. En la mañana tuvimos una llamada donde le pedí que trajera todos los periódicos del último año, ella dudo, pero obedeció.

—Suicidios.

Ella frunce el ceño, sin entender.

—¿Qué hay con eso?

—Ayer...

Ella parece entender.

—¿Qué necesitas saber?