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Kanaye había vuelto a su cuerpo original y esquivaba a duras penas los ataques de ambos pelinegros. Aunque Law no estaba usando el poder de su fruta, atacaba con su nodachi coordinando sus estocadas con los golpes de Karen.
-Law, ve y descansa. Yo acabaré con él. -Le decía Karen mientras se preparaba para lanzar otro ataque. Law chasqueó la lengua y paró a la chica antes de que esta pudiera atacar.
-No vas a llevarte toda la victoria, Portgas-ya. Además, sigues en recuperación. Está todo bajo control, deja que yo acabe. -La chica le sonrió.
-Aye aye, dejaré que le des el golpe final.

Kanaye observaba el intercambio mientras intentaba recuperar aire y planeaba alguna estrategia, aprovechando que sus oponentes estaban ocupados discutiendo sobre quién le daría el golpe de gracia, el pelirrojo se puso delante del cirujano y comenzó a transformarse en él de nuevo. El falso Law se acercó a la chica y levantó la nodachi dispuesto a cortarla, Karen vio lo que planeaba por el rabillo del ojo y pudo hacerse a un lado a tiempo sin ser dañada, pero no se podía decir lo mismo de su abrigo, el cual había recibido un desgarrón por la altura de los muslos.

-¿Eeh? ¿Estás de broma? ¡Lo estaba estrenando! -Dijo la chica quitándoselo. Abrió el abrigó delante de ella para ver si tenía solución y Kanaye saltó hacia delante cortándolo a la mitad. Karen lo dejó caer al suelo. -Serás...
-No hay tiempo para eso ahora, Karen. -Le interrumpió Law. La chica miró al cirujano.
-Me debes un abrigo, Law. -Este arqueó una ceja.
-¿Por qué yo?
-Porque fue tu cuerpo quién lo cortó. -Law se la quedó mirando.
-Eso no es...
-Oi, sigo aquí. -Dijo Kanaye. Karen y Law lo miraron y parpadearon varias veces, luego se volvieron a mirar entre ellos.
-Eso no es excusa, yo no te he roto nada. Además, ya me he gastado mucho dinero en ti. -Continuó Law, ignorando al chico.
-Bueno ese no es mi problema, tú insististe en que viajara con vosotros. -Le respondió la chica.
Kanaye volvió a su cuerpo de nuevo chirriando los dientes, ninguno de los dos lo tomaba en serio y estaba comenzando a enfurecerse. El pelirrojo entonces intentó una cosa diferente.
-Oi. -Les llamó. Karen y Law se volvieron a girar para verle, molestos.

-... -La chica se miraba así misma con la boca entreabierta, tras unos segundos de silencio por fin habló. -¿Así me ve la gente? He de reconocer que no estoy del todo mal. -Karen se puso las manos en sus caderas y sonrío orgullosa, el resto de personas en la sala la miraban sin poder creerse la reacción de la pelinegra. Kanaye, que había adoptado la apariencia de la pelinegra, miró al cirujano.
-¿Siempre es así de...?
-¿Insoportable? Sí. -Contestó Law.
-Menos cháchara y más acción. -Interrumpió la chica poniéndose en guardia. Kanaye se giró hacia ella y sonrió, este levantó una mano y mandó un fuerte viento en la dirección de los piratas, esto tomó a ambos por sorpresa y no tuvieron tiempo de esquivarlo haciendo que acabaran volando por los aires y se estrellaran contra la pared del fondo.
-¡Capitán! ¡Karen-san! -Bepo corrió hacia ellos y los ayudó a incorporarse. -¿Estáis bien? -Ambos asintieron.
-¿Cómo es que puede usar mis ataques? -Preguntó Karen mientras se levantaba.
-Puede usar las técnicas de la persona a la que copia y también puede llegar a leer algún que otro recuerdo. -Le respondió Law.
-Tsk. ¿Leer recuerdos?

Kanaye se rió y dio un par de pasos en dirección a los chicos.
-Tienes un gran poder Karen-san, lo noto fluyendo por mi cuerpo -dijo la falsa chica -pero es extraño... no puedo entender bien lo que hay en tus recuerdos, es como si hubiera un muro que me impidiera el paso. Igual que con Law-sama, solo me deja llegar a cierto punto. -La chica apretó los puños.
-Deja de revolver en mi cerebro, pervertido. -Kanaye se la quedó mirando.
-¿Pervertido? ¡Oh! -Dijo de repente Kanaye. -Veo muerte en tus recuerdos, un comandante al que veías como un padre y... ¡Vaya! No lo veo bien... pero quizás alguien cercano de tu familia sí que murió, sí. ¿Quizás un herma... -A Kanaye no le dio tiempo de terminar porque en ese momento Karen se convirtió en aire y reapareció delante del impostor dándole un puñetazo en la cara que hizo que se tambaleara hacia atrás y cayera al suelo.

Kanaye se tapaba la cara dolorido mientras volvía a su cuerpo, este levantó la vista y se encontró con la mirada de Karen, que lo miraba con ojos enfurecidos, una brisa corriendo a su alrededor. El pelirrojo tragó saliva y se arrastró hacia atrás alejándose lo más que podía de la chica. Law observaba a Karen con intriga mientras fruncía el ceño, hasta ahora no había caído en que desconocía un montón de cosas de ella y que tampoco se había molestado en conocerla bien a diferencia del resto de sus nakamas, aunque para ser justos, ella tampoco se había esforzado en hacer migas con el capitán de los Hearts.
-Vamos a dar un paseo. -La chica cogió a Kanaye por el cuello de la camisa y empezó a arrastrarlo hasta llegar a la puerta de salida. Cuando la abrió vio la misma sala que Law había visto minutos antes. Sin dudar demasiado, Karen lanzó una patada al frente e hizo añicos el espejo creado por el pelirrojo.
-Karen-chan, -la llamó Raiden -¿a dónde vas? -La pelinegra giró la cabeza dejando ver una mirada que hubiera asustado hasta al más valiente de los piratas.
-No me sigáis. -Y luego salió del local arrastrando a un aterrorizado Kanaye.


Law y su tripulación caminaban por las calles nevadas del pueblo buscando a Karen. Sachi y Penguin se habían despertado por fin y después de ponerles al tanto de la situación se habían puesto en marcha también. Law estaba confundido y un poco preocupado por la chica, Kanaye había nombrado la muerte de su antiguo comandante y además había dicho algo sobre la muerte de algún familiar cercano y estaba seguro de que había comenzado a decir hermano y, después de eso, había perdido los papales totalmente. El pelinegro se giró hacia sus nakamas.
-¿Alguien sabe si Karen tiene o tenía más de un hermano? -Los chicos se miraron entre ellos para ver si alguien sabía algo y finalmente Aki habló.
-No, capitán. Karen casi no habla de su familia, solo nos ha contado alguna que otra cosa de su hermano Ace. 
-La tripulación de Shirohige es conocida por autonombrarse como una gran familia. Shirohige acoge a todos como sus hijos y ellos se tratan como hermanos. ¿A lo mejor es eso? -Dijo Penguin. Law se quedó pensando durante un momento.
-No creo que se trate de eso, Kanaye-ya dijo algo sobre familia cercana. -Los chicos se mantuvieron callados hasta que su capitán volvió a hablar. -Separémonos, así cubriremos más territorio. Buscad por toda la isla y si la encontráis llamad por vuestros den den mushis. Tened cuidado.
-¡Osu! -Gritaron todos mientras cada uno se iba por un camino diferente.

Law caminaba por una colina nevada, había decidido dirigirse a un lugar alto para tener una mayor campo de visión, lo que no se esperaba era que en esa misma colina estuviera Karen a punto de matar a Kanaye.

El pelirrojo estaba tirado en el suelo mirando a Karen asustado, la chica estaba de pie delante de él con uno de sus puños envueltos en aire, a punto de acabar con la vida del chico. Law no dudó un instante y entró en acción justo cuando la chica comenzaba a lanzar su ataque.
-Room. -Law intercambió de lugar con Karen y el ataque de esta impactó en el suelo haciendo un enorme agujero en la nieve. La pelinegra frunció el ceño y miró a Law furiosa.
-No te metas en mi camino, Trafalgar. -La chica comenzó a caminar hacia él preparando otro ataque.
-Tranquilízate Karen, no hay necesidad de acabar con él. -La chica se paró y arqueó una ceja.
-Él intentó matarte a ti, ¿qué problema hay? -Law chasqueó la lengua. 
-No se qué fibra sensible te tocó al decir lo que dijo, pero esta no eres tú.
-Tú no me conoces, Trafalgar. No sabes cómo soy. -Law se acercó a la chica y se paró enfrente de esta, mirándola a los ojos.
-Puede que tengas razón, pero no creo que la comandante de la cuarta división de los Piratas de Shirohige, Portgas D. Karen, pierda los estribos tan fácilmente y caiga tan bajo como para matar a alguien indefenso. -Karen le mantuvo la mirada a Law durante unos interminables segundos pero finalmente algo en su cabeza reaccionó y su mirada volvió a ser la de siempre.
-Tsk. Tienes razón. -Karen deshizo su ataque y se dejó caer en la nieve mientras se tapaba la cara con una mano. Law la miró.
-¡Law-sama! ¡Me has salvado la vida! -El cirujano se giró para ver a Kanaye levantándose del suelo y dirigiéndose a él. -¡Esa chica está totalmente loca! ¡Quería matarme! -Law desenvainó su nodachi y apuntó con esta al pelirrojo, quien paró en seco y tragó saliva.
-Room. -Una fina capa envolvió a Law y a Kanaye. -Nadie se mete con mi estratega y se va de rositas.

El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora