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-¡Clione! -Karen vio como el chico caía de espaldas con cristales rotos a su alrededor y sin pensarlo se disolvió en el aire y antes de que cayera al suelo hizo que el viento se concentrara en un solo lugar para que la caída fuera menos brusca. La pelinegra apareció en el campo de flores y con un giro de muñeca depositó a Clione suavemente en el suelo. -¿Estás bien?
-Yo... -Clione estaba confuso, la capitana Aika casi lo mata y Karen lo había salvado por los pelos, esta se había agachado delante de él y le estaba quitando los pequeños trozos de cristal que se la habían clavado en el brazo.
-Vámonos de aquí, tengo la impresión de que las cosas se pondrán feas. -Le advirtió la chica.
-¿Os vais tan pronto? Y yo que me empezaba a divertir. -La rubia había saltado de la ventana rota y había caído de pie a un par de metros de los chicos.
-Tsk.
Aika se llevó la mano a su cinturón y cogió un pequeño cuchillo para luego lanzarlo apuntando a Clione, Karen mandó una ráfaga de viento que hizo que el cuchillo saliera volando de nuevo en la otra dirección y Aika giró la cabeza levemente para esquivarlo. La capitana observó a la pirata durante unos segundos y entonces le lanzó otro cuchillo a esta pero Karen no se molestó en esquivarlo y este atravesó su pecho para caer en el suelo a su espalda. La rubia sonrió para si recordando que su contrincante era una usuaria tipo logia y esta vez sacó una pistola del otro lado de su cinturón, antes de disparar le sonrió a la pelinegra y apuntó a la cabeza del chico.
-¡Cuidado! -Karen empujó a Clione a un lado y dejó que la bala se le hundiera entre su clavícula y su hombro derecho. La chica era consciente de que estaba hecha de Kairoseki mucho antes de que le impactara pero no había otra forma de salvar a su acompañante.
Clione observó a su salvadora con los ojos abiertos como platos, no podía creerse que le hubiera salvado por segunda vez después de que él la hubiese traicionado, ¿a qué jugaba la chica?
-¿Estás loca? ¿Por qué hiciste eso? -Exigió saber. Karen se levantó mientras se taponaba la herida a duras penas, la bala había salido de su cuerpo y la sangre empezaba a brotar por entre sus dedos y por su espalda, pero eso no la iba a detener.
-Clione, vete de aquí.
-¡Estás sangrando! -La pelinegra miró al chico y arqueó una ceja.
-Vaya, jamás me hubiera dado cuenta de no ser por ti.
-¿Es que incluso en momentos como este tienes que hacerte la graciosa? -Karen le sonrió y se volvió hacia la capitana quién miraba a la chica con una expresión tranquila. La pelinegra se miró la herida y chasqueó la lengua, no paraba de sangrar y, por si fuera poco, le había dado en el hombro derecho haciendo que su brazo se le fuera entumeciendo poco a poco.
-¿Eres diestra, cierto? -Aika se rió.
-Sí, pero eso no significa que no pueda seguir pateándote el trasero. -La capitana frunció el ceño.  
-Eso es algo que me encantaría ver.
Karen envolvió su mano izquierda con su conocido aire cortante y se abalanzó contra la rubia, la marine se quitó uno de sus guantes y antes de que la pelinegra pudiera acertar un puñetazo la agarró de la muñeca. Karen paró su ataque y ambas se quedaron mirándose a los ojos durante unos segundos hasta que algo dentro de la pirata cambió, empezó a sentir un dolor intenso en todo el cuerpo y cayó de rodillas reprimiendo un grito, Aika la soltó y cogió su látigo para volver a atacar a la chica. Karen estaba de rodillas apoyando sus manos en el suelo clavando la vista en las pequeñas flores que había debajo de ella, no podía moverse, un fuerte dolor la recorría por todo el cuerpo y se concentraba en regular su respiración y en no gritar, algo iba mal y si no se movía pronto, perdería desastrosamente la pelea en cuestión de segundos. La chica oyó el silbido del látigo mientras este se acercaba a ella y cerró los ojos esperando el impacto y un dolor aún más fuerte del que ya sentía.
-Room. -Karen y Clione aparecieron a unos buenos metros más alejados de Aika, el látigo hizo contacto con el suelo y la marine levantó la vista para ver al capitán de los Hearts. -Karen, ¿qué demonios hacías ahí quieta? Te hubieran dado si no llego a aparecer a tiempo.
Karen escuchaba a Law pero no se atrevió a contestar, continuaba en la misma posición y seguía aguantado las ganas de gritar y retorcerse de dolor, estaba segura de que si abría la boca aunque fuera un poco luego no podría parar de chillar. El cirujano al ver que la chica no contestaba miró en su dirección y vio su cara de dolor, esta apretaba con fuerza sus puños y Law podía ver cómo goteaba sangre de su hombro derecho.
-Karen, ¿estás...
-Trafalgar Law, qué sorpresa. -La capitana Aika miraba al cirujano molesta y sorprendida, lo cierto era que no se esperara que un pirata como Law apareciera de la nada para salvar a alguien como Karen. -¿Qué te trae por aquí?
-He visto que mi estratega necesitaba ayuda y he venido.
-¿Tu qué? -Aika se había quedado aún más sorprendida, la última vez que había mirado, Portgas D. Karen pertenecía a la tripulación de Shirohige, ¿qué era eso de que ahora era la estratega de los piratas Heart? Si ella no sabía nada estaba segura que la Marina tampoco o ya se lo hubieran dicho. -Portgas D. Karen explica esto ahora mismo. -Dicha chica seguía en la misma posición de antes, el dolor no había cesado y ya no podía pensar con claridad, la capitana se dio cuenta y, acordándose de la situación, como si nada de eso estuviera pasando por su culpa, chasqueó los dedos y de repente todo el dolor que la chica había sentido de un momento a otro se esfumó de la misma manera. Karen respiró aire de golpe y se incorporó un poco poniéndose de rodillas, se llevó una mano al pecho e intentó respirar con normalidad, alguien se agachó a su lado para comprobar si estaba bien y hasta que no se recobró un poco no se dio cuenta de que era Aki el que estaba junto a ella mirándola bastante preocupado, hasta ahora no se había fijado en que el chico había llegado junto a Law.
-¿Karen?
-E...estoy bien Aki, solo déjame respirar un poco. -El chico hizo lo que le pidió a regañadientes pero no se separó de su lado, cuando la chica ya se encontró mejor se levantó seguida de su amigo quién no le quitaba la vista de encima.
-¿Qué te ha ocurrido? -Karen levantó la vista y vio a Law, que estaba un par de pasos por delante de ella de manera protectora. La chica estaba a punto de hablar cuando fue interrumpida.
-Portgas D. Karen, te he hecho una pregunta. ¿Cómo es que eres su estratega? ¿Cuándo te has unido a su tripulación? -Aika no entendía nada y quería respuestas.
-Eso no es asunto tuyo.
-Tsk. Veo que no aprendiste la lección, tendré que recordártela. -Sin previo aviso la capitana de la Marina saltó hacia delante con el látigo en una mano, la chica vio que la mano que no tenía el guante puesto estaba extendida hacia delante con intenciones de tocarla de nuevo. La pelinegra no sabía que le había hecho pero de lo que estaba segura es que no podía dejar que la tocara y, desde luego, tampoco podía dejar que se acercara a Law o a Aki. Sin pensarlo dos veces Karen también saltó hacia delante y poniéndose enfrente de Law, creó una pared de aire que al concentrarse impedía el paso a quien lo intentará. Aika paró justo antes de hacer contacto con dicha pared y se alejó de un salto por seguridad ya que si por casualidad la tocaba su mano sería arrancada de cuajo de su cuerpo.
-Chica lista. -Susurró Karen. La pelinegra deshizo su ataque y de golpe su brazo derecho le empezó a arder lo que provocó que hiciera una mueca de dolor, había hecho un mal gesto al formar la defensa y, olvidándose de su hombro herido, lo había forzado demasiado.
-¿Qué te ha ocurrido Karen? -Law se había acercado a la muchacha y sin preguntarle le había agarrado del brazo para revisarle la herida. -Es una herida bastante fea y está sangrando demasiado, tengo que curarte ahora mismo.
-Me disparó con una bala de Kairoseki. -Law arqueó una ceja.
-Sé que el Kairoseki anula las habilidades de las frutas del diablo pero cómo demonios dejaste que pasara esto.
-Estaba protegiendo a... ¡CLIONE! -Karen había gritado el nombre del chico no sin razón. Aprovechando la distracción de los tres piratas y de la capitana de la Marina que los observaba en la distancia mientras pensaba en un plan, Clione se había sacado una navaja del bolsillo y se disponía a abalanzarse sobre Aika. -¡Clione! ¡No! ¡Espera!
Law intentó parar a la chica pero esta había desaparecido para luego volver a aparecer detrás del chico para cogerle por el cuello de la camisa y frenarle. La rubia sonrió y estaba a punto de atacar a ambos chicos cuando Karen se alejó un poco y subió sus defensas.
-Wall. -La misma pared de antes se formó alrededor de ambos haciendo imposible el paso tanto desde fuera como desde dentro. -¿Estás loco? ¡¿Cómo se te ocurre hacer algo tan temerario?!
-Dijo la que planeó infiltrarse en un cuartel de la Marina. -Clione se había cruzado de brazos y miraba a la chica enfadado. Karen chasqueó la lengua. -¡Me engañó! Déjame acabar con esa estúpida capi...
-Clione, mantente al margen de esto. Ya bastante tienes con haber sido visto con piratas, es justo lo que no querías que pasara.
-¡Eso me da igual! ¡Esa mujer se está aprovechando de la villa! Quiero acabar con ella.
-Clione entiendo como te sientes pero no te metas, ha sido culpa mía así que yo me ocuparé y te protegeré para que puedas volver con tu abue...
-¡No quiero eso Karen! -El chico la interrumpió elevando la voz, su grito fue ahogado por el viento que corría rápidamente a su alrededor. -¡Estás herida por mi culpa y no necesito tu ayuda! Ya hiciste suficiente ayudando a mi abuelo y llegando hasta aquí para luego ayudar a mi isla. ¡Llegaste esta mañana!
Karen parpadeó varias veces para luego sonreír, era la primera vez que la llamaba por su nombre, se acercó más al chico y le puso una mano en el hombro y le miró a los ojos.
-Esto es lo menos que puedo hacer, no soporto ver la injusticias de la Marina ni ver a la gente sufrir... y no te preocupes por mi, estaré bien. -La pelinegra dio un par de pasos hacia atrás y le volvió a sonreír al chico. -Te sacaré de aquí cuando haya acabado con el problema de fuera, ponte cómodo. Ja nee. -Y sin más desapareció dejando al chico solo entre las cuatro paredes hechas de viento corriendo a toda velocidad.
-¡Karen, no! -Pero ya era demasiado tarde, la chica había salido.

El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora