-39-

420 47 0
                                    


El día se había pasado en un suspiro y ya era la hora de cenar. Karen estaba en su habitación del hotel acostada en la cama mirando al techo, a decir verdad, llevaba así desde hacía horas sumida en sus pensamientos. Desde que había entrado en la habitación se había duchado y cambiado y se había quedado desganada. Ni triste, ni enfadada, solo desganada.
Karen se incorporó y miró el reloj que descansaba en la mesita de noche, se había hecho un poco tarde y ya no podía retrasarse más, al fin y al cabo, iban a hacerle una fiesta de bienvenida a Clione y él no tenía la culpa de nada. La chica se levantó de la cama por fin y se echó un último vistazo en el espejo, llevaba las mismas sandalias de antes y un vestido blanco apretado de asillas que le llegaba justo por encima de las rodillas, la pelinegra no era mucho de vestidos y faldas, pero había decidido cómpraselo para variar un poco su armario. Tras un último suspiro salió de la habitación por fin.



-¡Capitán! ¿Ya sabes qué decirle a Karen? -Los piratas Hearts ya estaban reunidos alrededor de una mesa en el gran comedor principal del hotel, la única que faltaba por llegar era la pelinegra y Aki estaba aprovechando los últimos momentos para ayudar al cirujano.
-Simplemente le diré que lo siento, ¿qué más le puedo decir? -Aki y Raiden, que también se había preocupado secretamente por la relación entre ambos pelinegros, se miraron frunciendo el ceño.
-No creo que solo un "lo siento" ayude esta vez, capitán. -Dijo este último.
-Tsk. Entonces ya se me ocurrirá algo que...
-¡Karen-san! -Law fue interrumpido por el grito de Sachi y Penguin. Ambos miraban con la boca abierta a la entrada del salón, donde estaba entrando la chica. El cirujano arqueó una ceja cuando sus ojos se posaron en Karen, por un momento sus ojos se encontraron pero la joven apartó rápidamente la mirada. Law chasqueó la lengua mentalmente.
-Karen-san nunca antes te habíamos visto con un vestido -Sachi se había acercado a Karen dando vueltas como un loco hasta hincar una rodilla en el suelo delante de ella y coger una de sus manos. -¡Cásate conmigo Karen-san! -La chica parpadeó varias veces sorprendida pero antes de poder contestar Penguin salió corriendo y apartó a Sachi de una patada para cogerle la mano a la joven.
-No le hagas caso Karen-san, anda ven y siéntate a mi lado.
Antes de que Penguin pudiera llevarla hacia la mesa Sachi volvió a interponerse en su camino y ambos empezaron a pelear entre sí. La pelinegra soltó un pequeño suspiró pero no pudo evitar y reírse por lo bajo para luego apartarse de ambos muchachos y dirigirse hacia Clione.
-Hola. -Saludó este.
-Hola. -Contestó la chica. -¿Puedo sentarme a tu lado?
-Eehh, sí... pero creía que te ibas a sentar al lado del capitán como siempre. -Karen se encogió de hombros y se sentó al lado del chico sintiendo la mirada de Law sobre ella.

La cena había comenzado tranquilamente, la chica se había sentado entre Clione y Bepo a un par de asientos de distancia del cirujano. Karen había intentado evitar la mirada del capitán durante toda la noche y hasta ahora estaba teniendo éxito, sin embargo, en ciertos momentos había notado la mirada de este sobre ella. Toda la tripulación se lo estaba pasando de maravilla y pronto olvidaron la tensión que había entre ambos pelinegros, Karen no los podía culpar, después de todo, se suponía que debía ser una fiesta alegre. La joven miró a Clione que reía a su lado, habían pedido algunas botellas de sake y el chico tenía la cara sonrojada después de beber un poco más de la cuenta. Por otro lado, Karen no había bebido mucho ya que no estaba de humor y lo único que quería era volver a su habitación y dormir. Tras darle un último trago a su copa, la chica se giró a su otro compañero.
-Bepo. -Llamó. El oso se giró para ver qué quería. -Voy a salir a coger un poco el aire, por si alguien pregunta por mi.
-Oh, vale. ¿Estás bien Karen-san? ¿Quieres que te acompañe?
-No te preocupes Bepo. -La chica se levantó mientras le sonreía al preocupado oso. -Estoy bien, volveré enseguida.
Sin nada más que decir Karen salió del salón y comenzó a caminar por los pasillos del gran hotel en silencio y una vez estuvo fuera de la vista de todos soltó el aire que había estado conteniendo. Desde que había empezado la fiesta se había sentido incómoda por estar en la misma habitación que Law, después de que el capitán de los Hearts le soltara todo aquello la chica no quería estar cerca de él y mucho menos quería que este le hablara. Metida en sus pensamientos, la joven llegó a un pequeño balcón con vistas a uno de los jardines y caminó hasta apoyarse en la barandilla de este mirando aburrida hacia el mar, con la cabeza apoyada en una mano manteniéndose en esa posición durante un buen rato hasta que alguien la interrumpió.
-Vaya, vaya, ¿a quién tenemos por aquí? -A Karen no le hizo falta girarse para reconocer esa estúpida voz.
-Piérdete Kid. -El pelirrojo se acercó hasta apoyarse en la barandilla al lado de la chica.
-Alguien no está de muy buen humor, ¿eh?
-Estoy impresionada de que hayas llegado a esa conclusión tú solito. -Comentó la chica. Kid frunció el ceño enfadado.
-Te recomiendo, mocosa, que no te pongas de lista conmigo. Antes me conseguiste quitar esa estúpida planta y por tu culpa no conseguimos ganar el juego aunque, ahora que lo pienso, ¿dónde os metisteis tú y ese estúpido de Trafalgar? No os vi durante el resto del día. -Karen se giró para mirar a Kid aun con la cabeza apoyada en una mano preparada para soltar uno de sus tan agradables comentarios pero, tras pensárselo mejor y mirar al pelirrojo durante unos segundos, decidió callarse y volvió a mirar al frente.
-Abandonamos el juego.
-¿Eeehhhh? ¿Cómo que abandonasteis el juego? -Se sorprendió el pirata. La chica simplemente se encogió de hombros. -Tsk. Oi, mocosa. -Kid acercó su cara a la de la joven y la miró fijamente desde un lado, Karen al notar a este tan cerca se sobresaltó y se alejó un poco.
-¡¿Qué demonios estás haciendo?! ¿Es que nadie te ha hablado del espacio personal de la gente o qué? -El pelirrojo se volvió a incorporar pero siguió mirando a la chica serio.
-Sea como sea, ¿qué haces aquí sola? ¿Dónde dejaste a ese molesto capitán tuyo?
-Para empezar, no es mi capitán. -Contestó la chica mientras daba un salto y se sentaba en la barandilla del balcón dandole la espalda a las hermosas vistas. -Y segundo, eso no es de tu incumbencia. -Kid chasqueó la lengua de nuevo e imitó a la joven quedándose sentado a su lado y ambos se quedaron en silencio hasta que el pirata habló por fin.
-No sé por qué estás viajando con ese cirujano -empezó -pero si es verdad que no te has unido a su tripulación te propongo algo. -Karen frunció el ceño. Su cuerpo le decía que no podía confiar en alguien como Kid pero, aún así, sentía curiosidad por lo que le tenía que decir.
-Te escucho.
-Únete a mi tripulación. -Le dijo a la chica sin rodeos mientras daba un salto para bajarse de la barandilla. Esta se sobresaltó ante la repentina respuesta y se le quedó mirando hasta que después de unos segundos se empezó a reír.
-No sabía que podías llegar a ser tan gracioso. -Le dijo Karen cuando por fin consiguió parar de reírse. Kid estaba rojo de rabia. 
-No era un chiste, mocosa. -La sonrisa de Karen se desvaneció y ambos piratas se miraron estudiándose mutuamente.
-Ya tengo una tripulación Eustass Kid, solo viajo con los Hearts hasta que ambos consigamos lo que estamos buscando.
-¿Y ese algo que estás buscando no lo puedes conseguir viajando en mi barco? -Le insistió.
-Bueno, sí que podría... Pero ya hice un trato con Law y no puedo...
-Eres una pirata, Portgas D. Karen, no le debes nada a nadie. -La susodicha lo miró sorprendida pero luego lo volvió a mirar con desconfianza.
-¿Por qué quieres que viaje con tu tripulación?
-Porque eres fuerte y asquerosamente lista.
-Ehhh, ¿gracias? Supongo.
-Además -Kid dio un paso hacia la pelinegra y bajó el tono de voz -tu estancia en mi barco me vendría bien para conseguir alguna que otra cosa para mi propio beneficio. -Karen entrecerró los ojos. Sabía que había gato encerrado. Pensó.
-Nos conocimos esta mañana.
-¿Acaso conocías a Trafalgar de antes? -Kid se estaba impacientando pero intentó no elevar la voz.
-Tsk, no. -Reconoció Karen.
-Eso pensaba. Entonces, ¿qué dices? ¿Vienes conmigo? -La pelinegra miró al pirata, este había extendido una de sus manos hacia ella. Después de la discusión con Law estaba más que claro que, por su culpa, había causado muchos problemas a la tripulación y de que el cirujano se estaba cansando rápido de ella y que se arrepentía de haberle propuesto ese estúpido trato. La chica se mordió el labio, su cabeza iba a mil por hora pensando en todas las posibilidades y cerró los ojos para concentrarse mejor. Kid sonrió de medio lado al ver que probablemente se saldría con la suya como siempre hacía. Mientras, Karen pensaba en el resto de la tripulación, en Aki sobretodo, se sentiría tan traicionado... todos se sentirían tan traicionados si los dejaba tan repentinamente. Pero, una vez más, si ella los dejaba todo volvería a la normalidad para ellos y estarían bien, ¿no?
La pelinegra siguió pensando durante unos minutos más hasta que por fin abrió los ojos y miró a Kid, que seguía sonriendo. Tras dudar unos pocos segundos más, Karen comenzó a levantar su mano lentamente hacía la mano aún tendida del pelirrojo.

El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora