-¿Estás segura de esto? -Karen acababa de cortar la llamada con Bepo y Law, que había escuchado atentamente todo el plan que la chica había explicado, no estaba muy seguro de que fuera a salir bien. Karen arqueó una ceja.
-¿Acaso dudas de mi?
-No, pero estás herida y aún no hemos descubierto las verdaderas habilidades de Aika-ya.
-Solo tengo que evitar que me toque. -El capitán de los Hearts se quedó mirando fijamente a la pelinegra y después de darse cuenta de que no habría forma de hacerla cambiar de opinión suspiró.
-Está bien. -Karen sonrió.
-No te preocupes Law, todo saldrá bien. -La chica volvió a apoyarse en la pared cruzándose de brazos esperando la señal para salir y comenzar con el nuevo plan.
La pelinegra hizo todo lo posible para aparentar tranquilidad, había explicado el plan que tenía en mente suprimiendo una parte de este, ya que estaba segura de que si lo hubiera dicho Law no la hubiera dejado llevarlo a cabo diciéndole que era una locura. Sin embargo, esta vez Karen no podía negar el hecho de que lo era, se estaba jugando demasiado solo por los habitantes de una isla a la que había llegado esa misma mañana, pero una cosa que había aprendido a lo largo de todos los años siendo pirata era a seguir lo que le decía el corazón y eso era lo que estaba haciendo. Lo que no se podía permitir era poner en peligro la vida de Law y el resto de la tripulación y, por eso, estaba decidida a hacer lo que tenía en mente.
De repente unos disparos sacaron a Karen de sus pensamientos.
-Esa es la señal, vamos.
Law, Aki y Karen salieron corriendo de la habitación hasta llegar nuevamente al exterior donde pudieron ver a varios soldados de la Marina, inconscientes, en el suelo y al grupo de Raiden haciéndole frente a unos pocos marines que rápidamente acabaron como sus compañeros.
-¡Capitán! ¡Chicos! ¿Estáis bien? -Sachi fue el primero en percatarse de la aparición de sus compañeros y tras noquear de un solo golpe a un marine que se cruzó en su camino corrió hacia ellos. -¡Karen-san! ¿Qué te ha ocurrido en el hombro?
-Nada importante, estoy bien. ¿Y vosotros?
-Estamos bien. Bueno... Raiden tuvo un pequeño percance y le atravesaron la mano con un cuchillo, pero nada importante. -Law arqueó una ceja pero se mantuvo en silencio, tenía la sensación de que la verdadera batalla no había comenzado y ya dos de sus nakamas estaban heridos. Sí, aunque Law no lo admitiera en voz alta, ya veía a la chica como una más de la tripulación aunque esta, en realidad, no lo fuera.
-¿Dónde está la capitana Aika? -Preguntó Raiden acercándose al grupo.
-¿Me buscabais? -Todos se giraron hacia la voz y vieron a dicha capitana rodeada de varios de sus subordinados dispuestos a pelear. -Estáis siendo todos una molestia pero después de acabar con vosotros estoy segura de que subiré de rango. -Aika se llevó una mano a la boca y comenzó a reírse levemente. Karen frunció el ceño.
-Sachi, Penguin. -Ambos se giraron para mirar a su compañera mientras esta con un giro de muñeca hacia que la pared que rodeaba a Clione desapareciera. -Ocuparos de él.
-¡Aye!Clione se había dedicado a dar vueltas en su "prisión" provisional intentando buscar algún lugar por donde poder salir sin tener mucho éxito. El viento corría a su alrededor a toda velocidad y no le permitía oír nada de lo que ocurría fuera. Se había pegado al menos diez minutos gritando el nombre de Karen y pidiendo que le dejara salir para poder vengarse de la capitana Aika pero esto tampoco le sirvió de mucho. Tras un repentino ataque de rabia, el chico le dio una patada al suelo y resbalándose, cayó de espaldas.
-¡Maldita sea! -Clione no se molestó en levantarse y respirando entrecortadamente se llevó una mano al gorro que sus padres le habían regalado ya tantos años atrás, recordando lo que había sucedido apenas unas horas antes.Después de que Karen se separase de él y de su abuelo, Clione se las había apañado para escabullirse y salir en busca de la capitana. Había corrido apenas cinco minutos cuando se encontró con un grupo de marines que recorrían la villa y a dicha capitana encabezando la marcha.
El muchacho se había parado delante del grupo y tras coger aire se había acercado hasta la rubia que hasta ahora no se había percatado de su presencia.
-Capitana Aika. -La marine observó al joven y tras estudiarlo durante unos instantes volvió a apartar la mirada y a seguir su camino. -Capitana Aika, ¡espere! Hay algo que debería saber. -Aika pasó por al lado del chico sin prestarle atención y Clione apretó los puños. -¡Hay piratas en la isla!
Aika se detuvo y se giró levemente mirando al chico quien tragó saliva y se encogió un poco al ver que la mujer se acercaba a él y se paraba a un par de pasos.
-Eres el muchacho de la isla cuyos padres murieron a manos de piratas hace un par de años, ¿cierto? -Le preguntó. Clione asintió lentamente. -¿Cómo te llamas?
-Clione...
-Muy bien, Clione. Explícame eso que me acabas de contar. -El muchacho volvió a tragar saliva.
-Si le cuento todo y le sirvo de ayuda... ¿me promete que no volverán a molestar a mi abuelo? Está muy mayor y ya no es capaz de conseguir todo el dinero que le piden.
-¿Ohh? -Aika se llevó un dedo a los labios. ¿Acaso este crio estaba bromeando? Estaba a punto de darle su merecido por hablarle y exigirle de esa manera cuando se lo pensó mejor. -Está bien. -A Clione se le iluminó el rostro.
-¿En serio? ¡Muchas gracias! De verdad que no sabría qué hacer sin mi abuelo.
-Claro, te doy mi palabra. Ahora dime, ¿qué es lo que sabes?
Y entonces Clione comenzó a contarle lo que había ocurrido apenas unos minutos antes.Clione se había incorporado y ahora estaba sentada con el gorro entre sus manos.
-Ahora la has cagado pero bien... -Se dijo así mismo.
El chico no podía evitar pensar en Karen, la había traicionado y había echado a perder todo el plan y aún así le había salvado la vida y ahora mismo probablemente estaba arriesgando la suya para ayudar a unos habitantes de una isla a la que había llegado esa misma mañana. ¿Qué demonios tenía en mente? Y luego estaba el tema de la tripulación pirata con la que viajaba. ¿Si no eran nakamas por qué se preocupaba tanto por ellos?
Clione estaba hecho un lio y no tenía claro nada. De repente se acordó de la conversación que había tenido en su comedor con ese chico, Aki. Él le había dicho que Karen había perdido a gente importante para ella también y que no siempre los piratas eran los malos del cuento, cosa que al principio le había costado creer después de ver como uno le había rajado la garganta a sus padres hacía 5 años. ¿Qué se esperaban? ¿Que confiara en unos piratas a la primera de cambio como su abuelo? Él no era así. Se había encerrado en sí mismo después de ese incidente y solo se relacionaba con su abuelo, la única familia que le quedaba. Sin embargo, desde que Karen y el resto habían llegado, su vida se había revolucionado totalmente y volvía a sentir esas ganas de vivir aventuras que tanto había echado de menos. En el fondo sabía que ese grupo de piratas no tenían nada de malas personas, ni siquiera ese capitán con el gorro raro que tenía cara de pocos amigos todo el día. Clione volvió a pensar en Karen y en el resto, se habían apoyado y ayudado mutuamente aunque no fueran nakamas. ¿Eran esos la clase de piratas de los que su abuelo tanto le había hablado?
El chico se levantó del suelo y se colocó el gorro en la cabeza con renovadas energías, le debía una bien grande a ese pequeño grupo de piratas y no pensaba quedarse de brazos cruzados mientras ellos arriesgaban sus vidas por él y por su isla.
Con una nueva determinación en sus ojos, Clione dio un par de pasos hacia atrás y sin pensárselo dos veces cogió carrerilla y salió corriendo hacia una de las paredes de viento que le rodeaba con un grito de guerra. Esperando el impacto y los posibles cortes que recibiría, se tapó la cara con sus brazos y aceleró cuando sin previo aviso las paredes a su alrededor desaparecieron sin más, hecho que hizo que se tambaleara y cayera de bruces al suelo.
-¿Pero qué demonios estás haciendo? -Clione se levantó del suelo y miró la escena a su alrededor hasta que sus ojos se posaron en la pelinegra, que le miraba con una ceja levantada. Clione sonrió.
-Estaba a punto de venir a ayudar cuando las paredes han desaparecido. -Karen se giró a Law.
-Por favor mátame antes de que yo lo mate a él. -Law suspiró y Aki se empezó a reír.
Si acababan todos vivos al final del día Karen lo consideraría éxito absoluto, ya no tenía muchas expectativas.
ESTÁS LEYENDO
El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora)
FanfictionMovida por la venganza, cierta pelinegra decide dejar su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que vi...