Sachi y Penguin llevaban tiempo buscando una razón para celebrar una fiesta y por fin habían encontrado la excusa perfecta. Habían pasado dos días desde que partieron de isla Hana y ahora surcaban el Grand Line en la superficie, hacía calor y Law había dado la orden de emerger el submarino después de advertirle a Karen que se alejara de las barandillas, él tan encantador como siempre. Sachi y Penguin caminaban por los pasillos lanzándose miradas cómplices mientras se dirigían al despacho de su capitán para proponerle la maravillosa idea que se les había ocurrido cuando pasaron por delante de la puerta que daba a cubierta y miraron hacia fuera, ambos pararon de golpe y abrieron la boca casi sin darse cuenta, sus ojos abiertos como platos. Llevaban así al menos diez minutos, sin apartar la vista de lo que estaban mirando, tan anonadados que no escucharon los pasos que se acercaban hacia ellos hasta que alguien carraspeó a sus espaldas y los dos se sobresaltaron.
-¿Qué estáis haciendo? -Law los miraba con una ceja levantada y de brazos cruzados.
-¡Capitán! Ehhh... esto... -Sachi se había quedado sin palabras.
-Será mejor que lo mires por ti mismo, capitán. -Penguin se hizo a un lado para dejar paso al pelinegro y este se asomó por la puerta y miró hacia fuera. Lo primero que vio fue a Bepo durmiendo en el suelo tranquilamente y a Aki y Clione jugando a las cartas en silencio, su mirada siguió recorriendo la cubierta hasta que sus ojos se posaron en Karen, la chica había sacado una hamaca y estaba tumbada en ella tomando el sol, en bikini. Law suspiró y se giró a sus subordinados.
-Siempre he sabido que Karen-san tenía buen cuerpo pero esto ya es algo... -Penguin paró a media frase al notar que un pequeño hilillo de sangre le salía de la nariz. El capitán de los Hearts frunció el ceño.
-Nunca cambiaréis. Iros antes de que os desangréis por la nariz y me causéis problemas.
-¡Pero capitán! -Se quejó Sachi.
-Ahora.
-Aye... -Ambos chicos se alejaron por el pasillo con los brazos a ambos lados, la cabeza baja y arrastrando los pies. Law los vio marchar y volvió a suspirar.Karen quería aprovechar el fantástico día que estaba haciendo y decidió cambiarse y ponerse un bikini que se había comprado ya hacía tiempo, este tenía la parte de arriba de un bonito tono amarillo y la de abajo negra, tras mirarse en el espejo una última vez cogió una toalla y salió de su habitación haciendo una parada por el almacén del submarino, rebuscando pudo encontrar una hamaca y, sin pensárselo dos veces, la cogió y salió a la cubierta donde se encontró a Bepo durmiendo y a Aki y Clione sentados en el suelo jugando a las cartas.
-Hola Karen, ¿quieres jugar con nosotros? -Aki levantó la vista y observó a Karen caminar hacia una esquina y abrir la hamaca.
-Quizás más tarde, ahora quiero coger un poco de sol.
-Oh, está bien entonces.
La chica llevaba unas horas tumbada al sol dormitando tranquilamente, de repente, dejó de sentir los agradables rallos de sol en su cara y la chica frunció el ceño sin abrir los ojos.
-¿Quién ha apagado el sol?
-Tápate. -La chica reconoció la voz del capitán y luego como la toalla caía encima de su cuerpo. Karen abrió los ojos y miró al pelinegro.
-¿Perdón?
-Ya me has oído, estás revolucionando a mitad de la tripulación. -Karen se quitó la toalla de encima y se incorporó un poco.
-¿Con mitad de la tripulación te refieres a Sachi y Penguin? -Law chasqueó la lengua y Karen arqueó una ceja antes de sonreír. -¿Acaso estás celoso, Trafalgar? -El cirujano miró a Karen como si fuera un ser de otro planeta.
-¿Estás loca? -Karen puso los ojos en blanco y luego se volvió a tumbar.
-Permíteme decirte que ya soy mayorcita y que nadie va a decirme lo que tengo o no tengo que hacer con mi cuerpo, ¿entendido? Y, ahora, si no tienes nada más que decirme puedes irte, estás tapándome el sol. -Law miró a la chica con un tic comenzando a aparecer en su ceja y reprimió las ganas de tirarla por la borda.
-En realidad te estaba buscando, tengo algo que quería darte. Cámbiate y ven a mi habitación. -Sin esperar a que la chica contestara el capitán de los Hearts se dio la vuelta y entró de nuevo.
-¡Agggh! ¿¡Es que no voy a poder relajarme ni un solo día!? -La chica se levantó abruptamente de la hamaca y agarrando la toalla con una mano entró ella también.
Aki y Clione habían dejado de jugar a las cartas hacía rato y habían observado toda la escena.
-¿Esto es así siempre? -Preguntó Clione. Aki suspiró.
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El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora)
FanficMovida por la venganza, cierta pelinegra decide dejar su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que vi...