El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora)

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-¿O sea que por eso estás viajando con la tripulación de ese maldito cirujano? -Kid había escuchado atentamente a Karen mientras esta le contaba detalladamente todo lo sucedido con Teach los últimos meses. Le había contado cómo antes formaba parte de la tripulación de Shirohige bajo el mando de su hermano en la segunda división, de cómo Teach había asesinado a Thatch a sangre fría solo para arrebatarle una estúpida fruta del diablo y cómo había decidido ir en su busca al ser la nueva comandante de la cuarta división, para que luego Ace hiciera lo mismo unas semanas más tarde. Después de contarle todo eso Karen le contó lo último que había descubierto, sobre el papel que Law le había enseñado ya hacía varios días, el que había encontrado en isla Hana. Ese papel era un reporte que hablaba sobre lo que había estado haciendo Teach en todo ese tiempo... estaba moviéndose rápidamente para intentar hacerse Shichibukai, lo cual aún no había conseguido y propuesta que la Marina ni siquiera había contemplado aún. Pero ese era el problema, la Marina no lo había contemplado aún. 
Karen se apoyaba en la barandilla con ambas manos y miraba al frente apretando la mandíbula. Kid la observaba esperando una respuesta a la pregunta que había formulado.
-Ya te dije que Law y yo tenemos un trato. Me ayudará a cambio de... -Karen paró en seco, no podía decirle lo que Law quería a cambio, eso era algo que solo ellos dos sabían, además, había otra pequeña parte que el capitán de los Hearts había incluido, y que solo ellos dos sabían. -En todo caso, ambos saldremos beneficiados de esta situación.

Kid entrecerró los ojos, estaba apoyado en la barandilla dándole la espalda a las maravillosas vistas.

-Dime una cosa mocosa... ¿y qué harás cuándo encuentres a esa escoria?
-Hace muchos años me prometí a mi misma que no le quitaría la vida a nadie pero... -Karen hizo una pausa al notar que la furia comenzaba a inundar su cuerpo -... pero no voy a dejar que Teach se salga con la suya. Así que haré una excepción. -Kid se removió un poco en el sitio al notar el aura que emanaba de la chica. ¿Eran cosas suyas o la temperatura había bajado un par de grados? Por primera vez Kid entendía por qué la muchacha tenía tanta fama y cómo era digna de ser una comandante de la tripulación del viejo Shirohige. El pelirrojo tragó saliva antes de acercarse a ella y ponerle una mano encima de la cabeza. Esta parpadeó varias veces y miró a su alrededor un poco desorientada, como si acabara de salir de un trance y recordara que se encontraba en un balcón hablando con alguien más. El aura que hacía unos segundos antes la estaba comenzando a rodear había desaparecido por completo.
-No sé si lo que acabo de presenciar fue toda la furia que una mujer es capaz de sacar o si era algo tuyo particular. -Bromeó Kid intentando calmar el ambiente. ¿Quién lo diría? Él, que siempre estaba dispuesto a formar parte de una buena pelea y a crear caos, ahora intentaba evitarlo.
-Lo siento.
-Hmm. ¿Entonces me dices todo esto para que tenga cuidado con ese tal Kurohige?
-Sí.
-Doy por hecho que Trafalgar sabe todo esto. ¿Cierto? -La chica se rascó una mejilla con un dedo algo incómoda, bajando la mirada.
-Bueno... sí que lo sabe. Pero con menos detalles y esas cosas... -Kid arqueó una ceja.
-Llevas viajando con él y su tripulación durante semanas, tienes un trato entre manos con él ¿y me estás diciendo que no sabe todo al detalle?
-Uhh... ¿aye? Pero es que Law y yo siempre estamos como el perro y el gato y no he encontrado el momento para explicárselo todo como lo he hecho contigo. -El pelirrojo la miró como si la chica fuera alguien llegado de otro planeta y seguidamente comenzó a reírse.
-¿Entonces eso significa que confías en mi lo suficiente como para contarme todo eso? Nos conocimos hace apenas tres días, ¿sabes? Somos piratas, deberías tener cuidado con la gente en la que confías, mocosa.
-¿Acaso me vas a atacar por la espalda o algo de eso? -Kid la miró entrecerrando los ojos.
-No. -Dijo simplemente. La pelinegra sonrió de lado a lado.
-¿Ves? No hay nada de lo que preocuparse. Kid soltó una de sus conocidas sonrisas.
-Serás bajita pero al menos eres una persona interesante. -Karen arqueó una ceja.
-¿¡Qué demonios tiene que ver una cosa con la otra, baka!? Además, no soy bajita, eres tú que eres demasiado alto. -El pirata se rió aún más al ver que había molestado a la chica.