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Habían llegado a la isla hacía ya un par de minutos y Law estaba esperando en la cubierta a que el resto de su tripulación terminara de salir, Karen fue la última en llegar, el cirujano la observaba mientras esta se apoyaba en la pared pero la chica evitaba su mirada, Law suspiró.
-Bien, ya estamos todos. -Comenzó Law. -Hemos llegado a Isla Hana, es una isla turística conocida por los campos de flores y es visitada por un gran número de personas a diario. Tengo entendido que el Log Pose solo tarda un día en ajustarse pero preguntaremos por si acaso, cada uno tiene una lista con lo que debe comprar así que no perdáis el tiempo, nos veremos aquí a las 9 de la noche y zarparemos mañana temprano, ¿alguna pregunta? -Nadie contestó, Law asintió y prosiguió con su monólogo. -Bien, ahora haremos los grupos para... -El cirujano se paró en seco al darse cuenta de algo. -¿A dónde ha ido Karen?
-Ha saltado a la isla cuando dijiste a la hora que había que volver, capitán. -Le contestó Bepo. Law se apretó el puente de la nariz con sus dedos para intentar tranquilizarse mientras pensaba que por qué le había parecido buena idea dejar que la chica viajara con ellos.
-Si alguien la encuentra quedaos con ella y no os separéis, id en grupo o en parejas.
-¿Pasa algo, capitán? -Preguntó Sachi.
-Karen se fue antes de que terminara de explicar la situación de la isla. Isla Hana tiene un cuartel de la marina y la jefa es la capitana Aika-ya que, al parecer, no es que siga muy bien la reglas de los marines.
-¿Cómo averiguaste todo eso, capitán? -Preguntó Aki.
-El primer día que llegamos a Isla Yuki, mientras cuidabas a Karen y el resto hacía los recados, Bepo y yo fuimos a una taberna a preguntar cuánto tardaba el Log Pose en marcar la siguiente isla y nos explicaron la situación aquí aparte de darnos información esencial para pasar desapercibidos, pero ahora que Karen se ha ido sin escucharme me temo que es muy probable que nos encontremos con algún problema.
-No te preocupes capitán, seguro que Karen-chan estará bien. -Le ánimo Raiden.
-Eso espero, esa chica es un imán para los problemas.

Karen caminaba por el camino que llegaba al pueblo rodeada de enormes campos de flores llenos de color. Estaba segura de que Law estaría enfadado en estos momentos por haberse ido sin avisar, pero la verdad era que después de la conversación que habían tenido el día anterior en el quirófano, la chica no había salido de su habitación ni siquiera para comer y no se sentía con fuerzas para hablar con alguien y menos con el cirujano. La pelinegra caminaba fijándose en todo a su alrededor, por lo que había visto, todo era lujoso pero con un toque rústico, teniendo como atracción principal los kilómetros y kilómetros de flores que se extendían ante sus ojos. Mirara a dónde mirara había gente paseando; familias, parejas y niños corriendo por entre las flores que venían a visitar las famosas praderas después de un largo viaje, todos se veían felices, todos a excepción de los habitantes de la isla, que eran los encargados de enseñarle todo a los visitantes en una pequeña excursión a un exorbitante precio.
La pelinegra observaba dubitativa a los habitantes de la isla hasta que llegó a una fuente que servía para conectar cuatro largos caminos, cada uno en dirección a un punto cardinal. La fuente estaba adornada con pequeñas flores talladas por toda la base y, en el centro, había un enorme pilar con forma de mujer con los brazos estirados a cada lado, en cada mano sostenía dos rosas de las que salía el agua de la fuente, a los pies de la mujer se podía leer una inscripción.
-"Donde florecen las flores, hay esperanza." -Leyó Karen en voz alta.
-Una cita bien acertada para la isla, ¿no cree? -Karen se giró y miró al hombre que le había hablado. Era un anciano, tendría que rondar casi los 60, sin embargo, lucia esbelto con su pelo canoso bien peinado, por como vestía se podía decir que era uno de los habitantes de la isla.
-¿A qué se refiere ojichan? -El anciano se acercó a la chica y se detuvo a su lado sin apartar sus ojos de la fuente.
-¿Le gustaría que le enseñe los campos de flores de la parte norte señorita...?
-Karen, llámeme Karen y lo siento ojichan, pero no tengo el dinero suficiente para poder pagar una visita guiada privada. -El hombre sonrió.
-No te preocupes por eso Karen-chan, no te cobraré. -La chica le sonrió. Parece que las compras de suministros tendrían que esperar, esperaba que Law no se enfadara demasiado.
-Está bien.

Karen y el anciano, el cual se había presentado así mismo como Hisao, paseaban tranquilamente por la parte norte de la isla observando todas las flores a su paso. La pelinegra estaba sorprendida por la cantidad de color que se extendía antes sus ojos y mientras caminaba disfrutaba de los agradables rayos de sol que le daban en la cara, haciendo que sus pecas resaltaran más que de costumbre.
-Isla Hana se divide en cuatro partes -explicaba el anciano -esta es la parte norte, donde los prados están rodeados de flores rosas y púrpuras y es la parte más turística y por lo tanto la más cara de la isla. La parte sur se caracteriza por sus flores naranjas y amarillas y por tener unos establos donde se pueden alquilar caballos y pasear en ellos durante todo el día; el este está formado mayoritariamente por un pequeño bosque, pero al final de este hay un gran campo de flores rojas que dan paso a la única villa de la isla, también es la zona de compras. -El anciano se paró en un pequeño mirador, desde ahí se podía observar la parte norte en toda su magnitud, en el centro de las colinas había un pequeño lago con un puente de madera que lo cruzaba, el lago estaba rodeado de sakuras y de pequeñas flores rosas por toda la orilla.
-Sugoi... -La chica estaba impresionada y no podía apartar la mirada. -Es precioso.
-Me alegro de que te guste.
-Nee, ojichan. -Este la miró. -¿Y qué hay de la parte oeste de la isla? -El rostro del anciano cambió y se puso serio y antes de hablar suspiró.
-La parte oeste de la isla está totalmente poblada por flores blancas, era el lugar preferido de muchos y antes se hacían festivales ahí... los festivales de primavera eran preciosos. Sin embargo, aunque la parte oeste sigue manteniendo su belleza ya no es lo mismo de antes.
-¿Y eso a qué se debe?
-Hace un par de años, en medio del campo de flores comenzaron a construir un cuartel de la Marina y desde entonces la isla la llevan ellos.
-¿¡La Marina!? -Se sorprendió la chica.
-Así es, la capitana Aika está al mando aquí. -El anciano miró a su alrededor y volvió a hablar antes de cerciorarse de que nadie los escuchaba. -Esa mujer nos obliga a explotar los campos de flores de la isla y a hacer guías turísticas mientras cobramos un alto precio por hacerlo y no nos deja quedarnos con el dinero. Todos los meses, los marines se acercan a la villa y recolectan la cuota que debemos pagarles porque si no... la capitana Aika utiliza unos poderes aterradores. -Karen arqueó una ceja.
-¿Poderes? ¿Te refieres a que se comió una fruta del diablo? -El anciano asintió varias veces. -Se ve que la Marina no es tan buena como dicen ser... Hay una cosa que no entiendo ojichan, ¿por qué me estás contando esto a mi?
-Ciertamente Karen-chan me da vergüenza admitirlo pero cuando te vi noté un corazón puro en tu interior y esperaba que de alguna forma pudieras ayudarnos.
-Ya veo... -La chica suspiró. -Lo siento ojichan, pero me temo que eso no será posible.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Verás, es que yo soy pi...
-¡Abuelo! -Karen fue interrumpida por un chico que corría en su dirección, este tenía la cabeza cubierta por un gorro azul dejando ver solo su castaño fleco. Por lo que Karen pudo observar este tendría un par de años menos que ella. -¡Abuelo!
-¿Qué ocurre Clione? -El anciano se había girado y observaba a su nieto enfrente de él mientras recuperaba el aire.
-Abuelo, los marines se están dirigiendo a la villa, hay que darse pri... -El chico se paró en seco y observó a Karen y fue palideciendo poco a poco al reconocer a la chica. -Tú... tú... ¡Aléjate de mi abuelo! -El chico se puso delante del anciano intentando protegerlo. La chica arqueó una ceja.
-¿Pero qué haces, Clione? -Le preguntó su abuelo.
-Abuelo, no te dejes engañar. ¡Esta mujer es una pirata! ¡Es la nueva comandante de la cuarta división de los piratas de Shirohige! -Gritó el muchacho. La chica se llevó las manos a sus caderas y suspiró.
-Ya empezamos.

El Destino no Existe (Trafalgar Law x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora