Capítulo 1 - Anillo

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El fin de clases había llegado rápido, pero el verano había sido aún más veloz. Elia apenas había disfrutado de la compañía de Peter, de los trabajos hasta tarde en el laboratorio de su padre, de las películas en casa de Harry o de armar Legos con Ned cuando ya estaban de vuelta en Midtown. Por suerte, apenas llevaban una semana y ya les habían organizado una excursión, con lo que esa vuelta se estaba haciendo un poco más amena. 

Los cuatro subieron al autobús, ocupando dos filas. En cuanto se sentó, Elia sacó su móvil y le mandó un mensaje a Pepper, avisándole de que en breves saldrían. Su respuesta no tardó en llegar, asegurándole que ella y Tony irían a correr por Central Park. Elia sonrió, eso era algo que solían hacer bastante a menudo y que parecía desestresarles. Les deseó que se lo pasaran bien y guardó el teléfono, volviéndose a centrar en sus amigos. Peter estaba a su lado, atento a la conversación de Harry y Ned, pero con una expresión algo perdida.

-¿Estás bien? -le preguntó Elia, haciéndole pequeñas caricias en su espalda.

-Una noche movida -susurró él.

Elia asintió, recordaba muy bien como se sentía madrugar después de algo así.

-¿Quieres dormirte?

-El viaje no es muy largo, apenas daré una cabezada.

-Ven, anda -Elia pasó su brazo por encima de los hombros de Peter y tiró de él, de tal forma que quedase acomodado sobre ella. Comenzó a pasarle los dedos por el pelo, tratando de relajarle-. Duérmete, lo necesitas.

Peter ni siquiera se molestó en contestar, ya estaba dormido. Elia le miró con ternura, estaba tan mono dormidito, pero la velocidad con la que había cogido el sueño era preocupante. Más tarde, cuando ya hubieran bajado del autobús, le preguntaría qué había pasado, ahora era más importante que durmiese. 

Elia decidió centrarse en la conversación que mantenían Harry y Ned, tratando de entender de qué estaban hablando. Esos dos siempre estaban sumergidos en sus mundos, era divertido oírles hablar de forma tan apasionada, incluso había veces que conseguían despertar su curiosidad. Uno de los días que habían quedado en casa de Harry habían visto, por fín, la de Deadpool y lo cierto era que le había gustado bastante. Quizás se había perdido un mundo muy interesante, pero ahora tenía amigos que podían ayudarla a descubrirlos.

De pronto, Peter se despertó. El chico parecía demasiado agitado y, antes de que Elia pudiera decir nada, se giró hacia la ventana. Elia, confundida, miró también mientras trataba de hacer que las palabras salieran de su boca, pero entonces lo vio. Una gran estructura circular había aparecido sobre la ciudad y no tenía buena pinta, no. La última vez que había visto naves espaciales las cosas no habían salido bien. 

Sin girarse, Peter comenzó a mover su mano hacia Ned, tratando de captar su atención.

-¿Qué? -preguntó Ned girándose cuando Peter por fin le golpeó. Su cara cambió en cuanto vio esa especie de anillo que había aparecido sobre Nueva York.

-Crea una distracción -pidió Peter.

Ned asintió y Harry le miró confundido, pero no pudo seguir sentado durante mucho más tiempo.

-¡Vamos a morir todos! -comenzó a gritar Ned, levantándose del asiento y llevándose a Harry con él, corriendo hacia la parte trasera del bus.

-¿Qué vas a hacer? -preguntó Elia, asustada, al ver que estaba rebuscando en la mochila-. ¡Ni se te ocurra ir! -le susurró al ver que había sacado unas muñequeras, las mismas donde tenía sus telarañas.

-¡Tengo que hacerlo! -repuso él, aún susurrando. Ahora tenía la máscara de Spiderman en la mano-. Si tú tuvieras aquí al Guardián lo enviarías, ¿verdad?

El Guardián no olvida [Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora