Capítulo 30 - Un chasquido y cien misiles

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Tony terminó de colocar las gemas en el guantelete y dio unos pasos hacia atrás, admirando lo que habían conseguido.

-¿Quién va a usarlo? -preguntó Elia.

Entonces estalló la guerra, cada uno aportando argumentos sobre por qué ellos deberían ser quienes lo llevasen, aunque en realidad solo se pronunciaron Brulk y Thor. 

-El guantelete dejo a Thanos muy herido y el era enorme -argument'o Brulk-. Eso parece b'asicamente radiaci'on Gamma y yo parezco estar hecho para esto.

-Vale, muy bien -asintió Tony-, tienes que traer a todos los que Thanos volatilizó hoy, ahora, en este mismo instante, sin cambiar nada de los últimos 5 años -Brulk asintió-. Bien, FRIDAY, activa el protocolo "puerta de granero".

Mientras FRIDAY ejecutaba la orden, todos aquellos que no vestían sus trajes se los colocaros inmediatamente, protegiéndose. Elia activó su armadura y, al igual que su padre, sacó un escudo y se puso delante mientras toda la sala quedaba cerrada como si fuera un bunker. Brulk tomó entonces el guantelete y empezó a ponérselo, tarea que facilitaron los nanobots al irse adaptando a la envergadura de su cuerpo. Conforme iba introduciendo más el brazo, una especie de rayos salieron de las gemas y se propagaron por este, produciendo unas lesiones extrañas y haciendo que todos se asustasen.

-¡Quítatelo! -gritó Thor.

-¡No! -negó Capi.

-¡Respóndenos! -pidióTony, siendo la única mente sabia del grupo.

-Estoy... bien -respondió Brulk con dificultad, consiguiendo chasquear los dedos después de pronunciar esa frase. 

Brulk calló desmayado y Tony y Elia se acercaron rápidamente, el primero emitiendo una especie de espuma anti-quemaduras que roció sobre el brazo de Brulk una vez Elia le quitó el guantelete. Las puertas se abrieron entonces, trayendo el sonido de los pájaros, cuando un teléfono comenzó a vibrar también.

-¿Cielo? -oyeron todos decir a Barton. El hombre lloraba y parecía en shock, pero sonreía.

-Creo que ha funcionado -dijo entonces Scott, trayendo una oleada de alegría al grupo. 

Elia se dejó caer en el suelo, sonriendo. En tan solo unos instantes vería a todos de nuevo, lo habían conseguido a pesar de haber tardado 5 años y no podía estar más feliz. Quería gritar de alegría, re'ir, y eso fue lo que hizo, pero al abrir los ojos para mirar a su padre y agradecerle su cambio de opinión, lo primero que vio fue la nave a través del techo de cristal que se cernía sobre ellos.

-¡Cui...! -ni siquiera pudo completar su aviso, un montón de misiles impactaron en ese momento, destruyendo todo a su alrededor, volviéndolo negro.

Elia sintió como el suelo bajo ella caía y ella a la vez, llevándola hasta las entrañas de la mansión. Notaba los golpes, incapaz de reaccionar ante el dolor y salir de allí volando, hasta que todo paró. Sentía su cuerpo magullado, quizás hasta tuviera algo roto, pero se sentía muy desorientada como para reaccionar. Puede que también su armadura estuviera rota, no lo tenía claro, solo sabía que le costaba moverse. No obstante, tenía que reaccionar y, aunque necesitase un poco de tiempo para situarse, tenía que darse prisa. De pronto sintió un par de manos chocar contra su armadura y al alzarse un poco vio a Barton llamándola. El sonido de su voz a'un se oía lejano por la sordera que le habían ocasionado los misiles, pero sabía que eso era algo temporal. Se quitó el casco un instante, buscando algo más de aire.

-La nave -musitó.

-Nos han atacado -resumió Barton-, tenemos que salir de aquí.

Él le tendió la mano para ayudarla a levantarse y Elia aceptó, contenta de tener ayuda. Barton aprovechó mientras ella se estabilizaba para investigar brevemente la zona, algo que parecía ser un túnel. Cuando regresó junto a Elia, traía el guantelete consigo.

-Vamos, nosotros... -dejó la frase a medias, girándose a su espalda. Entonces tomó una de las flechas y la lanzó por el túnel que estaba mirando, iluminando todo a su paso. Al fondo de este, Elia pudo ver unas extrañas criaturas, las mismas a las que se había enfrentado en Wakanda-. ¡Tenemos que proteger esto! -gritó Barton, empezando a correr.

-¡Súbete a mi! -le detuvo Elia, comenzando a volar por el túnel. 

Barton pegó un salto y se subió a su espalda, volando sobre ella como su fuera una tabla de surf. Elia trataba de avanzar todo lo rápido que podía por el túnel, no estaba acostumbrada a moverse por sitios tan estrechos y encima los enemigos les iban ganando terreno. Por suerte, Barton confiaba en ella y, a la vez que sujetaba el guantelete, iba lanzando flechas para tratar de retenerles. De pronto, una de las flechas explosivas cayó más cerca de lo esperado, afectándoles también la explosión y derribándoles. Se pusieron en pie tan rápido como pudieron, atacando a todo el que llegaba, pero eso no iba a ser suficiente. Elia apuntó al techo y abrió un agujero, momento en el que tomó a Barton de la cintura y lo sacó de allí volando, llevándole lo más lejos que pudo. Terminaron en otro nivel de la mansión, ambos tirados en el suelo tratando de descansar unos instantes.

-Aquí estáis -Nébula estaba allí, aparentemente preocupada-. Yo me encargo.

Sin dudarlo, Barton le dio el guantelete, no estaba para luchar más, al menos no hasta dentro de unos minutos.

-Padre, tengo las gemas -anunció entonces Nébula, provocando que Elia y Barton reaccionasen.

-¿Que tienes qué? -preguntó Barton, poniéndose en pie, pero Nébula fue rápida y le apuntó con un arma.

-Estate quieta -ordenó Elia, apuntándola también con uno de sus cañones.

-No tienes valor para hacer eso.

-Pero yo sí -una segunda Nébula apareció entonces junto a una mujer verde, ambas armadas.

-¿Nos traicionas? -preguntó la Nébula que apuntaba a Barton a la mujer verde.

-No tienes por que hacer esto -habló la que parecía ser la Nébula buena.

-Tengo que hacer esto -respondió la otra, sin soltar el guantelete.

-No tienes que hacerlo -habló la mujer verde.

-Has visto el futuro gracias a mi -le dijo la Nébula buena, haciéndola dudar unos instantes.

-Debes escuchar, hermana -dijo entonces la mujer verde, momento en el que Elia la identificó como Gamora.

-Él no me dejará -sollozó la Nébula mala apuntando a Gamora, pero la otra Nébula disparó antes.

La Nébula mala cayó y Barton apartó el guantelete de su cadaver. 

-Tenemos que salir de aquí -afirmó.

-Sí -asintió Elia, mirando a Nébula.

-Nuestras piezas mecánicas hicieron interferencias y Thanos averiguó nuestro plan. La Nébula que volvió era la de entonces y ha reactivado la máquina para traer todas las tropas de mi padre -explicó-. Menos mal que Gamora me rescató.

-¿Es tu hermana?

-S'i, es ella. 

-Vale, presentaciones hechas -Gamora tomó las riendas, era bastante directa-, ahora tenemos que salir.

-¿Como antes? -preguntó Barton, mirando a Elia.

La muchacha entendió a lo que se refería y apuntó al techo de nuevo, abriendo un boquete. Todos se agarraron a su armadura y emprendió el vuelo, apartando las vigas que se interponían en su camino. Cuando salieron, el panorama era desolador. Las naves caían del cielo, volando mientras traían más enemigos, trayéndole a Elia recuerdos olvidados. Ella era pequeña en aquel momento, pero jamás se le olvidaría la primera amenaza a a la que se enfrentaron los Vengadores y eso no podía significar nada bueno.

-Mierda.

Capítulo ultra corto, lo sé, pero estaba planeado así y, con lo poquito que queda, no voy a modificar el planning.

Pido perdón también por no haber publicado antes. En un principio tenía intención de haber publicado ayer, pero fue mi cumpleaños y todo fue un caos. Para celebrarlo, había pensado hacer un maratón final, y eso es lo que toca ahora!!!

El Guardián no olvida [Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora