Había dejado a Steve con la palabra en la boca y el desayuno a la mitad, pero Elia se había marchado de allí directa al laboratorio de su padre. Necesitaba mejorar la aplicación, necesitaba tener más precisión ya que, si algo del interior de La Tierra no estaba causando los terremotos, había algo en la superficie provocándolos y eso era más importante que cualquier misión. Fisk, en el fondo, no suponía una amenaza a la humanidad, pero esos terremotos podrían destruir el planeta si se hacían más fuertes y no daban con el origen. Así, Elia había pasado todo el día encerrada en el laboratorio, buscando la forma de solucionar los fallos de su invento y, aunque no lo consiguió, se le plantearon más problemas.
En casa de su madre había dejado cuestiones a medias, unas que requerían una solución rápida, ya que su trabajo dependía de ellas. No sabía bien si sería egoísta quitarle la madre a la Elia de otro universo, también era su madre al fin y al cabo, pero Steve había dejado un para de ideas en su cabeza durante su breve charla, ideas que le habían hecho replantearse todo lo que estaba haciendo. El mundo que les había tocado vivir era cruel y horrible, Thanos había sido despiadado con ellos, pero las nuevas generaciones no conocerían eso y, aunque doliese, era necesario avanzar. Peter había sido su primer amor, ¿pero qué garantías tenía de que ese amor fuese a ser para siempre? Las personas avanzan, siguen sus caminos y, a veces, esos caminos se separan. Sin embargo, tenía la posibilidad de hacer algo bueno, de traer a todos de vuelta, y al menos iba a intentar eso. Ya había dado por perdida a su madre hacía mucho tiempo, ese duelo estaba pasado aunque la siguiera necesitando, pero tenía que intentar devolver a los desaparecidos, en parte era responsable de no estuvieran allí y tenía la posibilidad de cambiarlo.
-Buenos días, Elia -uno de sus compañeros la saludó al llegar al ascensor que descendía al laboratorio.
-Buenas -sonrió-, te veo feliz.
-Es que creo que hoy por fin funcionará el colisionador -explicó sin poder contener su emoción-. He llamado al señor Fisk para que vea todo de primera mano y es gracias a ti.
-¿A mí?
-Los códigos que planteaste eran interesantes y les he dado una vuelta hasta ajustarlos. En todas las pruebas no hemos conseguido dar con el universo necesario, pero con lo que nos has dado -hizo una pausa, emocionado- conseguiremos recuperar a los nuestros.
-Espero que sea así -sonrió.
El ascensor abrió sus puertas y llegaron a la sala de control del colisionador. Tal y como había dicho su compañero, el señor Fisk estaba allí, dispuesto a supervisar todo, así que empezaron a trabajar. Elia observaba todo con atención y obedecía órdenes, sería la primera vez que vería esa máquina funcionar de cerca y, si todo salía bien, sería un suceso digno de aparecer en los libros de historia, pero no fue como ella esperaba. La máquina empezó a emitir mucha electricidad, creando un campo electromagnético propio que desestabilizaba algunas de las máquinas, lo cual suponía un gran problema. ¿Cómo iban a controlar todo si el equipo no respondía? Aun así, nadie detuvo el colisionador y, aunque Elia veía el peligro, no dijo nada. Sabía que lo habían intentado activar en otras ocasiones y, si seguían adelante, tal vez era porque esa situación no suponía un problema. No obstante, no estaba tranquila y todo fue peor cuando sintió el suelo temblar bajo ella a la vez que unos rayos de color morado salían de ambas partes del colisionador y chocaban. Sacó su teléfono, comprobando la escala del terremoto que estaba produciéndose, sintiéndose estúpida por no haber caído antes en que una máquina así podría ocasionar semejante daño. Si seguían así podrían destruir toda la ciudad y lo que no iba a permitir era que muriese más gente, aunque eso significase que jamás pudieran traer a los desaparecidos.
-¡Hay que pararlo!
Nadie parecía oírla y, asustada, se puso en pie, cuando todo a su alrededor comenzó a dar vueltas. Trató de agarrarse a algo e intentar mantener el equilibrio, pero ni siquiera llegó a tocar la mesa cuando todo a su alrededor se volvió negro.
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El Guardián no olvida [Peter Parker]
FanfictionLa vida de Elia parece estable o, al menos, todo lo estable posible teniendo en cuenta que Iron Man es su padre y Spiderman su novio. Sin embargo, eso no durará mucho; nuevas amenazas se ciernen sobre el mundo, todas actuando en nombre de la misma p...