Capítulo 29 - Un gran precio

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-Esto son partículas Pym, solo tenemos para ir y volver una vez, y para hacer dos viajes de prueba -explica Scott con el traje puesto, muy nervioso-. Vale, uno de prueba -agregó tras haber gastado una de las partículas haciéndose pequeño por su torpeza.

-Si no hubiésemos llamado a todo el mundo se podrían hacer más pruebas -musitó Elia.

-Y aunque hubiera menos gente, tú tampoco vendrías -repuso Nat, sabiendo por dónde pretendía tirar la muchacha. 

-¡Es injusto que no me dejéis ir!

-Todos hemos decidido que tú debes vigilar la máquina.

-¡Que lo haga Brulk!

Nat soltó una risotada y continuó su camino, negando y gándose una mirada ofendida por parte del propio Brulk. Elia se cruzó de brazos frustrada, aunque esa no era la actitud. Si quería que la dejasen de tratar como una niña, tenía que dejar de comportarse como tal. Tenía que demostrar su madurez, así que no discutió más y se puso a ayudar a Scott, quien no se dejaba de mover. Para garantizar su seguridad, Elia quitó las partículas Pym que quedaban y las retuvo.

-Él no puede hacer esto -sentenció-, el viaje de Brulk le dejó traumado.

-Lo haré yo -se ofreció Barton, apareciendo en ese instante.

El rostro de Scott se iluminó y apenas tardó unos segundos en quitarse el traje, con lo que Barton fue directo a ponérselo.

-¿Sabéis? -comenzó Rhodes-. Si encontrásemos al bebé Thanos podríamos matarle antes de que cause este desastre.

-Eso es horrible -dijo Brulk, cortando toda posibilidad de acción-, además de que cambiar el pasado no cambia el futuro.

-Sí -contradijeron Rhodey, Barton y Scott a la vez.

-No -negó Brulk, secundado esta vez por Nébula.

-¿Habéis visto Stark Trek?

-¡Me voy de aquí! -dijo Elia, devolviéndole las partículas Pym a Scott.

Les dejó discutiendo en el vestuario, no pensaba aguantarles más tonterías. Esa semana que llevaban todos allí había sido estresante, pero por fin parecía que iba a acabar. Ahora su padre había terminado de construir la máquina del tiempo y podrían hacer esa dichosa prueba para calmar los ánimos o hundirlos del todo. Si salía mal, alguien se quedaba sin ir, tendrían que hacer un nuevo intento y no creía que hubiese más valientes dispuestos a enfrentarse a la máquina del tiempo, aunque Barton decía que no tenía nada más que perder. No obstante, no sabían tampoco a qué nivel podía salir mal, contaban con que Barton regresaría, pero no lo sabían con seguridad.

-¿Todo listo? -preguntó Elia al llegar junto a su padre.

-Sí -asintió él-. Tú quédate cerca y observa, tienes que aprender bien todo -Elia asintió y minutos después apareció Barton, colocándose encima de la plataforma-. Serán solamente 5 segundos y te traeré de vuelta -explicó Tony y él asintió-. Preparados, listos, ¡ya! -Tony trasteó con los botones y Elia inició una cuenta atrás en voz alta, atenta a todo lo que estaba ocurriendo. Al llegar al uno, Tony trajo a Barton de vuelta.

-¡Layla! -gritó Barton, de rodillas en mitad de la plataforma.

Nat fue la primera en llegar hasta él, pero en seguida todos le rodearon, preocupados,

-¿Clint?

-Ha funcionado -aseguró él-, he visto a mi hija.

~~

-Bien, el cómo funciona, pero nos falta averiguar el dónde y el cuándo.

Tras el éxito de la misión, ahora debían pensar cómo recuperar las gemas y ver quién se encargaba de cada una de ellas. Steve estaba dirigiendo esa primera reunión, presentando las distintas gemas en las pantallas.

El Guardián no olvida [Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora