Un suave zarandeo despertó a Elia, haciendo que la chica se topase de frente con Natasha.
-¿Qué pasa? -preguntó somnolienta.
-Quiero entrenar contigo, así que te quiero lista en 5 minutos.
-¿Puedo desayunar al menos? -en su voz se notaba el pánico.
-5 minutos -repitió.
Elia se destapó y saltó de la cama, corriendo hacia el baño y desvistiéndose por el camino. Después fue a su vestidor, de donde sacó ropa de deporte y se cambió a una velocidad increíble. Al salir, Nat ya se había marchado, así que Elia bajó a toda prisa a la cocina, esperando poder coger al menos una barrita energética que comer de camino, pero se topó con la espía sentada a la mesa, donde se encontraba un amplio desayuno.
-¿No íbamos a entrenar?
-Y así es.
-Pero...
-Te he metido tanta prisa porque esto se te iba a enfriar -explicó-, además, hoy nuestro entrenamiento será diferente -Elia frunció el ceño, extrañada-. Siéntate, por favor.
Elia hizo caso sin dejar de mirarla, aún sin entender nada.
-¿Puedo comer al menos?
Nat soltó una risilla musical algo extraña en ella.
-Por supuesto -la sonrisa rara no se le borraba de la cara.
-¿Qué le pasa a la comida? -no se fiaba de nada.
-Absolutamente nada -aseguró y Elia probó un bocado con miedo. Tenía que reconocer que al menos estaba deliciosa-. Bien, ¿te has fijado en lo que he hecho?
Elia la miró, dudando qué responder a eso.
-¿Comportarte de forma extraña? Parecías una de esas chicas estúpidas de instituto con esa risa -confesó.
-Bien, lo has entendido -asintió Nat. Elia continuó comiendo, al menos la comida no necesitaba comprensión-. Hoy tu entrenamiento va a ser algo diferente.
-¿A qué te refieres?
-A ver, voy a aclarar que no te enseñaría esto a no ser que creyese que te vaya a venir bien, pero eres muy joven y espero que no tengas que recurrir a estas técnicas.
-Me estás asustando -dijo, apartando la comida un poco. Se le había quitado el hambre con esa conversación.
Nat suspiró.
-Verás, Elia, los hombres, especialmente cuando ven a una mujer hermosa, tienden a alardear de las cosas que hacen y se les escapan bastantes cosas, así que vas a tener que aprender el sutil arte de adular mientras sacas información.
-¿Me vas a enseñar a coquetear a lo ruso?
-A lo Habitación Roja concretamente.
Elia enterró su cabeza entre sus manos, tratando de asimilar la situación.
-Eres consciente de que toda mi interacción romántica con hombres se reduce a Peter, ¿verdad?
-Lo sé -asintió ella, soltando un suspiro-, así que tenemos mucho trabajo que hacer.
-Soy horrible con esto -repitió-. Además, ¿cómo voy a sacar información así? O sea, con Vicky lo intenté cuando me chantajeaba, pero el idiota no me sirvió de nada. Era un chico que descubrió que yo era El Guardián y trató de hacer que tuviera citas con él para que me enamorase, pero resultó ser sobrino de un hombre que fastidió a mi madre, así que traté de averiguar cosas sobre su tío aprovechando la situación -explicó al ver la cara de Nat.
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El Guardián no olvida [Peter Parker]
أدب الهواةLa vida de Elia parece estable o, al menos, todo lo estable posible teniendo en cuenta que Iron Man es su padre y Spiderman su novio. Sin embargo, eso no durará mucho; nuevas amenazas se ciernen sobre el mundo, todas actuando en nombre de la misma p...