Introdujo el cálculo en la máquina y probó a activarla, pero el programa dio error antes de ejecutarse.
-Mierda.
-¿Qué ocurre?
Elia negó y comprobó de nuevo la ecuación. Cada rato libre que había tenido esa semana lo había dedicado a investigar entre las notas de su madre, buscando alguna pista. Tess trabajaba en muchísimas cosas, no solo trataba de encontrar una cura para el ELA, y en sus cuadernos había encontrado una fórmula que podía aplicar al colisionador multidimensional. Incluso había tratado de contactar con Charity al dar con esa información, pero la doctora no había contestado a ninguna de sus llamadas. Elia dio por sentado que ella también había desaparecido.
-Elia, deja eso.
La muchacha se giró y miró a su compañero, un hombre de unos 50 años, pelo oscuro y aspecto de espagueti. Desde el primer momento había sido muy cercano con ella, su hija había desaparecido y tenían la misma edad.
-Tengo que tratar de traerlos de vuelta.
-Poco a poco lo conseguiremos, el trabajo de científico es lento a veces.
-Pues me gustaría que fuese más rápido -repuso, pasando tras la oreja un mechón que se le había salido de la coleta. Notaba las manos tensas y agarrotadas.
-Vete a casa, ahora no piensas con claridad.
-No puedo.
-Niña, hazme caso.
Elia suspiró, resignada. En realidad ella llevaba tiempo con ganas de irse, el grupo había quedado para hacer reunión esa tarde y ella quería llegar con tiempo para poder revisar las notas de su madre, pero todo se le había descontrolado.
-Nos vemos mañana -se despidió, colgando su bata en el perchero.
Antes de salir, Elia mandó un mensaje a Happy para que fuera a recogerla, y guardó el teléfono al llegar al ascensor. Introdujo la tarjeta, una que le había dado el propio Fisk, y tecleó la clave ahora que ya la sabía al completo. El ascensor se puso en funcionamiento y Elia se recostó en la pared, pensando. Aprovechando la tarjeta y algunos códigos que había obtenido, había conseguido investigar parte de las instalaciones de la empresa, utilizando esos momentos en los que tenía que esperar a que Happy llegase. Tenía acceso prácticamente ilimitado y, para su suerte, había averiguado la gran mayoría de los trapos sucios de Fisk, como su relación con la mafia y el tráfico ilegal de diversos productos y materiales. Sin embargo, el colisionador le impedía revelar esos datos, sentía que era mil veces más importante traer a todos de vuelta que meter a ese hombre en la cárcel y, si Fisk entraba en prisión, la empresa tendría mala imagen, perdería dinero y el proyecto podría acabar cancelado. Así, Elia había optado por dejar de investigar y limitar sus informes a la relación comercial que había establecido Industrias Stark, aunque quizá pronto tendría que soltar algún dato. Tal vez podría decir que había visto en la agenda de Fisk que tenía cita con alguno de los mafiosos que había encontrado en sus archivos, alguno con antecedentes y que fuese relativamente sencillo de investigar. De esta forma, Elia podría justificar su estancia durante un par de semanas más ya que nadie sabía tampoco en lo que estaba trabajando, pero necesitaba pensar bien a quien utilizaría de cebo. Si le daba tiempo, sería conveniente tenerlo listo para la reunión.
-¿Qué tal el día? -preguntó Happy cuando se metió dentro del coche.
-Agotador -resumió.
-Últimamente tienes pocas palabras -señaló.
-Es que Nat me las quita todas con sus interrogatorios -improvisó, aunque era bastante cierto.
-Entonces te dejo descansar.
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El Guardián no olvida [Peter Parker]
FanfictionLa vida de Elia parece estable o, al menos, todo lo estable posible teniendo en cuenta que Iron Man es su padre y Spiderman su novio. Sin embargo, eso no durará mucho; nuevas amenazas se ciernen sobre el mundo, todas actuando en nombre de la misma p...