Capítulo 8 - Esto no es lo tuyo

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Un gran resplandor interrumpió la batalla de pronto, seguido de un fuerte estruendo, pero dejó de saberse cuando empezaba cada trueno cuando todos comenzaron a sucederse con rapidez, atacando a todos los monstruos contra los que impactaba.

-Thor está aquí -anunció Wanda.

Elia sonrió desde su puesto, deseosa de conocer al dios del trueno, aunque todo debía haberse torcido demasiado como para llegar a semejante nivel de reunión de superhéroes. 

-Elia, ¿siguiente cuadrante? -la voz de Shuri la sacó de sus ensoñaciones y la obligó a mirar a la pantalla.

-X14, Y90, Z6 -contestó tras un rápido vistazo. Había sido sencillo encontrar esa debilidad, tal vez Shuri tan solo le había preguntado para hacer que se concentrase de nuevo, pero entonces la estructura comenzó a debilitarse y a caer con rapidez-. Mierda -masculló, entendiendo ahora la petición de Shuri. Eso era peor que jugar a los monos locos.

Visión se quejó y Wanda se acercó a él, temerosa. Cualquier fallo afectaba a Visión por pequeño que fuera y este había sido gordo. Elia trató de enmendar su error, buscando darle estabilidad al sistema.

-Une X3, Y4, Z97 con X7, Y1, Z97.

-¿Unir? -Shuri preguntó angustiada-. Entendido -en cuanto su mente entendió a Elia ejecutó su orden y todo volvió a estabilizarse, haciendo que Visión se calmase-. Nada de conexiones largas, ahora son la base de la estructura y sin ellas se desmorona todo.

-Entendido -asintió Elia, centrándose un las pequeñas-. X15, Y7, Z19.

Desde entonces, Shuri retomó la actividad y todo fue más fluido, hasta que un extraño ruido del campo de batalla captó su atención. Elia no quería mirar, si se distraía Visión sufría, pero Wanda comenzó a acercarse a la ventana, viendo con horror lo que se avecinaba, y la chica no pudo contenerse. Desde la cúpula, formando una línea recta hacia el ejército, los árboles caían empujados por una gran fuerza. Algo los estaba tirando, algo tremendamente enorme y que iba a ocasionar grandes bajas. Sin embargo, los últimos árboles cayeron y nada apareció, hasta que unas gigantescas ruedas llenas de pinchos salieron de dentro de la tierra y comenzaron a rodar hacia la batalla. 

-Debo ir -dijo Wanda y, aunque habían acordado que ella estaría en el laboratorio para proteger a Visión, ni Shuri ni Elia pusieron pegas.

La chica salió del laboratorio por una de las ventanas, volando gracias a sus poderes, y aterrizó de golpe frente a las ruedas. Como si no le supusiera un esfuerzo, Wanda levantó dos de las ruedas y las hizo retroceder, cayendo sobre los enemigos, aplastándolos y destruyendo así ambas armas.

-Elia -Shuri volvió a llamar su atención, esta vez regañándola de verdad por haberse distraído. ¿Cómo no mirar cuando era la primera vez que veía en directo y sin pantallas a la gran Wanda Maximoff pelear?

Aun así, Elia se centró y volvió a mirar a la pantalla. La estrategia de seguir cortando las conexiones más cortas funcionaba, pero apenas llevaban un 30%. Necesitaban tiempo, mucho tiempo, pero la suerte estaba contra ellas.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó girándose hacia la puerta al oír un grito.

-¡Tú sigue trabajando! -Shuri estaba nerviosa.

Pero, si tenían que darse prisa, Elia no servía de nada en la silla. Se levantó y corrió junto a Shuri, ayudándola directamente a cortar las conexiones. Quizás eso era lo que debían haber hecho desde el primer momento, pero ambas pensaban contar con más tiempo y entonces podían permitirse que una de las dos controlase la estabilidad del sistema. 

A sus espaldas, los gritos seguían sucediéndose, pero Elia no miró atrás. Necesitaban hacer eso lo más rápido posible, era la única manera de salvar a Visión y a todo el universo a la vez, pero no sabía cuanto tiempo podría aguantar ese estrés.

El Guardián no olvida [Peter Parker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora