20- el también te ama.

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Me levante de su regazo un poco incomoda. De verdad nunca pensé que volveria a pasar esto, de prontó me pasó un deyavu por mi cabeza. Y realmente no era uno de los mejores, pasó lo mismo con un ex que tube la misma escena, pero lo contrario fue que yo no disfrutaba ese beso, me provocaba asco, me amarro y trato de aprovechar de mi.

Negué con la cabeza, solo recordalo me daba mala espina y me producia piel de gallina. Luke me miraba extraño, como si quisiese decir algo pero de su boca no salian más que murmuros que no llegaba a escuchar del todo.

–Te extraña–Fue lo único que dijo para atraerme a el con una mano en su cintura.

–Luke yo... Simplemente esto no puede funcuionar–Tapé mi cara con mis dos manos y aprete mis ojos fuertes para no llorar.

–¿Que dices?.

–No puedo, mira, solo quitame esto me arrancara la muñeca–Dije señalando las esposas.

El asintio con el ceño fruncido y su mirada penrtrante que daba miedo. Al fin y al cabo no puedo ser una chica tan fácil, no lo soy. Y nunca me gustó serlo.

Subimos escalón por escalón el jaloneaba mi mano, estaba furioso, tenso y distante. Creo que no debi de decir esa idiotez. Pero lo hechó hechó esta.

Prendio la luz haciendo iluminar la habitación, rebuscó en la gabeta hasta toparse con una pequeña llave e introducirla en la parte trasera de las esposas. Sacó las esposas mi mano estaban rojas y dolia como el infierno, hice algunas muecas. Me rodé sobre mis talones y lo vi sentado con un libro en sus manos leyendolo. No me percaté en que leía, solo trate de llamar su atención tosiendo falsamente.

–¿Quieres algo más?–Dijo serio. Negué–Pues, puedes irte. Creo que vistes y te quedo entendido que estoy demasiado ocupado, para escuchar tus ridiculeses–Dijo de nuevo serio.

Estaba molesta. Era el colmo que me hablara asi.

–Perfecto–Dije entre dientes y sali de ahí azotando la puerta.

Bajé las escaleras corriendo, y sali de la casa me monte en mi auto y cuándo iba a introducir la llave para prender el auto sonó mi celular. Frunci el ceño. Lo agarre de la guantera del auto y contesté sin ver, tipico de mi.

–¿Si?.

–Marie, necesito que vengas a mi casa–Dijo una cay desesperada. Asenti aunque no pudiese verme, lo sé es realmente ridiculo.

–¿Para qué?.

–No hagas ninguna pregunta y solo ven.

–Está bien.

Fin de la llamada.

M

e encogi de hombros y fui rumbo a casa de cayleen.

Al llegar a su casa, me asome por la ventanilla de mi auto, y me bajé. Toque el timbre como minimo 10 veces. Cuando vi salir a cay con su cabello echó maraña y su ropa rota. Frunci el ceño divertida, no aguante más y reí como si de eso se tratase.

–Callate–Dijo irritada.

–Joder!. ¿Fué mi queridisimo hermano quien te hizo eso?–Dije con una sonrisa picara, rodó los ojos–Oh si Bray–Dije imitando su voz.

–Callate–Repitio, pero esta vez riendo. Me dio pase, y entre la casa estaba echá añicos ropa por todos lados, trajes, ¿Disfraces?, pelucas y demás.

–¿Que paso aqui?. Parece que un terremoto llego a tu casa–Dije tirandome en el sofá.

–¡Calla ya!–Me grito haciendome sobre saltar del sofá–Mira, estoy estresada, Nadie me ayuda, rebeca tiene mejores cosas que hacer, trate de hacerme un estupido peinado de unas modelos y salio fue un nido de pajaros. Bray me dejo sola, estoy embarazada le dije que me trajera un helado no me trajo nada, Alyson me dejo sola. Nadie me quiere ¿Por que no me quieren?.–Dijo todo rápido y poniendo un toqué de drama al final.

Mundos Completos #2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora