–Me ha gustado mucho tu discurso, eres muy buena–Dijo Megan sonriendo.
–Si, es verdad. Yo soy malísima para hacer eso con mis propias palabras–Dijo Sofia riendo.
–Gracias chicas–Les agradecí con una sonrisa– ¿Saben dónde está luke?–Dije mirando por todos lados del salón.
–Lo ví salir por allí, cuándo terminó el discurso–Dijo Megan refiriendose a la salida, asentí y fuí hastá ahí, al salir había un frío de infartos. Busqué a Luke con la mirada, pero nunca lo encontré. Cuándo iba a entrar escuché unos sollozos. Fuí hastá esa voz, cruzé la calle.. Y me encontré a Luke pegandole a un señor, paracecía que sacaba toda su ira cadá vez que lo golpeaba. Tenían sagre en la nariz, Díos mío.
–¡Luke!–Exclamé y grité–¡Luke! Dejálo lo vas a matar–Dije preocupada.
–Joder, cállate–Dijo con la respiracion acelerada–Nunca quize hacerte daño pero... No quiero nada que tenga que ver contigo, dejame. Dejame en paz ¿Si?. Yo queria salvarte del dolor, solo eso–Dijo entre lagrimas.
Mi mundo callo a bajo, sabia que un día pasaría esto. Sabía que pronto se arrepintiera te todo estó.
–No me salvastes de nada, he vivido con el dolor todos los días de mi vida–Dije llorando. Dios, sabia que volveria a pasar estó es como un Deya vu–Yo queria que me abrazaras. Te quería y lloré por tí, aún lo sigo haciendo, sabía que me volverias a partir el corazón, sólo que soy una ingenua, estúpida e idiota que no se da cuenta de las cosas–Dije para salir de allí corriendo no sabía a donde ir, no sabía nada. Dios mío que me está pasando.
Caminé arrastrando mis tacones, cada vez que lloraba sentía como si estó sólo fuera un sueño. Pero es real es real. Cruzé la calle abrazandome a mi misma, creo que estoy siendo un poco exagerada, no creo que sea tan malo, como aquella noche que me dejó sola. Subí mi cabeza y miré el gran hotel. Entre sin pensarlo, haciendo que algunas personas me vieran, caminé hastá recepción. Y un chico más bajo que yo me dio una sonrisa.
–Hola ¿Puedes darme una habitación? Sólo por esta noche–Dije sonriendo a medias.
–Oh, claro que si–Dijo y me entregó unas llaves que decía el pequeño número 548.
Le agradecí con una sonrisa y salí del hotel, al frenté estaba una cafeteria y una pizzeria. Entre en la pizzeria y me senté en una esquina. Dónde nadie me viera, estaba en el puesto de la ventana y me pusé a aclarar mis dudas. ¿Como podemos vivir en un mundo así? Lleno de hipógritas, caprichosos,falsos. Y sobre todo mentirosos, creo que una mentira duelé más que un secreto, es juntó no ponerte a pensar si las Personas no digan mentiras habrá un mundo mejor, pero todo son estúpideces. Todos en la vida habremos dicho algunas que otra mentiras.
–¿Señorita?–Dijo un chico atrayendo mi atención, estaba tan concentrada que pensé que estaba completamente sóla.–¿Va a pedir algo? Si no va a pedir nada, no vas a disculpar pero no puede quedarse aquí.
–No, no te preocupes. Sólo viene ¿Sabes que? Olvidalo. Gracias –Dije entre dientes y salí, de verdad no estaba de buén humor y practicamente me sacá a la calle como un perro.
–Idiota–Murmuré. Me abrecé a mi misma estaba con vestido y tenía alguna que otros restos de lagrimas. Fuí hastá la cafetetia y pedí un capuchino salí y me dirigí al hotel. Queria descansar, simplemente eso.
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Mundos Completos #2.
Teen FictionTus labios recorren mi cuello, y ya puedo palpar el deseo; Es templado, frío, morado. Huele a imágenes, sabe a hierro, se expande en mi pecho llenándolo de cielo. Mide 8 segundos exactos, pero su fuerza solo puede calcularse en estrellas. Y se que n...