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Al otro día, Hoseok se despertó acostado en el pecho de su alfa y una de sus piernas reposaba en la cadera de Taehyung, mientras este rodeaba a Hoseok con sus brazos. El omega se sintió feliz y completo; su lugar estaba al lado del alfa.

Con cuidado y velando que Taehyung no se levantara, Hoseok se fue despegando de él. Se levantó y fue al baño. Allí aún estaban las prendas que ambos se habían quitado la noche anterior, siendo una de las evidencias de lo que había pasado.

Hoseok se sonrojó y se fue a mirar al espejo.

Cuando lo hizo, no pudo evitar querer llorar. Estaba marcado. Marcado y plenamente feliz.

Tenemos un alfa, omega pulguiento.

Así es, pelirrojo. Y Taehyung es el mejor de todos.

Hoseok sonrió y asintió estando de acuerdo. Después de todo el dolor que había pasado y después de haberse resignado a su destino, la madre Luna lo sorprendió. El omega era amado plenamente y con esa misma intensidad, él amaba a su alfa.

Luego de algunos minutos de mirarse la marca y de sonreír como un lobo estúpido acariciándola, decidió que era momento de hacerle desayuno a su alfa. Buscó en el armario a ver si había ropa de ambos y si, al parecer Taehyung había mudado toda su ropa. El pelirrojo optó por ponerse una camisa larga de su alfa y ropa interior propia. Fue a donde estaba Taehyung acostado y le dio un casto beso en la frente, para después dirigirse a la cocina a prepararle el desayuno a su alfa.

Que bien se siente decir y pensar eso.

Luego de algunos minutos de pensar que iba a prepararle a Taehyung, buscó los ingredientes en la gran cocina y puso manos a la obra. Decidió preparar Kimchi con un poco de arroz blanco y algunas frutas; algo sencillo, pero práctico y delicioso.

Hoseok puso el arroz a remojar en agua e iba a cortar las frutas cuando algo, o más bien el olor delicioso de su esposo interrumpió sus pensamientos.

- Sé que estás ahí, cariño. – rio Hoseok, impidiendo que Taehyung lo asustara.

- Yah, se supone que no podías saber que estaba aquí. – se quejó Taehyung con la voz ronca por haberse recién levantado, haciendo que Hoseok se estremeciera. El alfa abrazó a Hoseok de espaldas y pegó su cabeza al cuello de este haciendo que su boca quedara a la altura de su oreja.

- Te puedo oler, Taehyung. – comentó Hoseok con una sonrisa mientras cortaba las frutas.

- No es justo. – se quejó el alfa como un cachorro mientras repartía algunos besos en el cuello de su esposo, justo en donde se encontraba la marca.

- Amor, basta. – rio Hoseok tratando de zafarse de los brazos de Taehyung. – Estoy cortando las frutas, me puedo lastimar.

- Pero, amorcito. No me has saludado como se debe esta mañana. Eres un mal esposo. – el alfa se siguió quejando y Hoseok soltó una carcajada.

El omega soltó el cuchillo y dejó las frutas a un lado para girarse en los brazos de su esposo y quedar al frente de él, el omega casi se ahoga con su saliva ante la vista. Taehyung se encontraba sin camisa, con el pelo desordenado y sonriéndole descaradamente a su esposo.

Seokjin no es el único que tiene un dios griego a su lado.

- ¿Qué tanto miras, Esperancita? – rio Taehyung mientras acercaba a Hoseok a su cuerpo.

- Lo feo que te ves, alfa. – Hoseok le sacó la lengua. El alfa gruñó.

- Puedes usar esa lengua para algo mejor, amor. – le coqueteó Taehyung.

#1| 𝓽𝓱𝓮 𝓽𝓻𝓾𝓽𝓱 𝓾𝓷𝓽𝓸𝓵𝓭  ➷ 𝐯𝐡𝐨𝐩𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora