13. La canción del Sombrero Seleccionador

1.3K 141 15
                                    

Al bajar del carruaje, Harry se quedó mirando a los thestrals, como si tratase de asimilar lo que estaba viendo. Eso era extraño; Lucy sabía que él no podía verlos.

- ¿Estás bien, Harry? - le preguntó.

El chico la miró y caminó hasta ella. Lucy no solía acercarse demasiado a las criaturas, eso era lo mejor.

- Tú tienes que verlos - dijo Harry -. Con tus ojos raros, tienes que verlos.

- ¿De qué hablas?

- De esas cosas - dijo él, señalando a los thestrals -. Luna dice que los ve, pero Ron y Hermione no. ¿Tú los ves?

- Claro - dijo Lucy, y caminaron con los demás hacia el castillo -. No sabía que tú también podías.

- Ni yo... ¿Por qué crees que es?

- Se supone que puedes ver thestrals si viste morir a alguien... - dijo la pelirroja con voz apagada.

- Vi morir a Cedric - murmuró su amigo.

Antes de que Lucy pudiera decir algo, Ron les llamó.

- ¿Venís o qué?

Entraron al Gran Comedor, y se sentaron en la mesa junto a Nick Casi Decapitado, el fantasma de Gryffindor.

Lucy miró hacia la mesa de profesores. No habían visto a Hagrid en la estación de tren, y allí tampoco estaba.

- No puede haberse marchado - comentó Ron, angustiado.

- Claro que no - dijo Lucy firmemente.

- No le habrá... pasado nada, ¿verdad? - sugirió Hermione con inquietud.

- No - respondió Harry de inmediato.

- Pero ¿entonces dónde está?

Se produjo una pausa, y luego Harry dijo en voz baja para que no lo oyeran los estudiantes de al lado:

- A lo mejor todavía no ha vuelto. Ya sabéis..., de su misión, de eso que ha estado haciendo este verano para Dumbledore.

- Sí... Sí, debe de ser eso - coincidió Ron, más tranquilo; pero Hermione se mordió el labio inferior.

Lucy miró de nuevo a la mesa de profesores. Dumbledore estaba sentado en el centro en su silla de oro de alto respaldo. Tenía la cabeza inclinada hacia la mujer que estaba sentada a su lado, que le decía algo al oído. Era rechoncha y bajita, y tenía el cabello pardusco, corto y rizado. Se había puesto una espantosa diadema de color rosa que hacía juego con la esponjosa chaqueta de punto del mismo tono que llevaba sobre la túnica. Entonces la mujer giró un poco la cabeza para beber un sorbo de su copa, y Lucy un pálido rostro que recordaba al de un sapo y dos ojos saltones y con bolsas. Había visto ese rostro en algún lugar, pero no recordaba dónde.

- Esa de rosa me suena - dijo.

Harry también miró a la mesa, y reconoció a la mujer.

- ¡Es Dolores Umbridge! - exclamó con sorpresa.

- ¿Quién? - preguntó Hermione.

- ¡Estaba en la vista! ¡Trabaja para Fudge!

- Bonita chaqueta - comentó Ron con ironía.

- Es horrorosa - coincidió Lucy.

- ¡Trabaja para Fudge! - repitió Hermione frunciendo el entrecejo -. Entonces ¿qué demonios hace aquí?

- No lo sé...

Hermione volvió a recorrer la mesa de los profesores con los ojos entornados
- No - murmuró -, no, seguro que no...

Lucy Weasley y la Orden del Fénix ✔️ [Lucy Weasley III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora