Tiempo después...
Brooke Stewart
Termino la clase por lo cual tomé mis cosas y salí rápidamente de ahí, mi tiempo en Londres se había acabado, era hora de regresar a casa después de cuatro años. Después de haber sido aceptada en un instituto en Londres mis padres decidieron enviarme por un tiempo, aún me quedaba un tiempo para terminar el instituto, pero era más el deseo de querer mas a mi familia que a un lugar. Obviamente mi familia vino a verme muchas veces, en mi cumpleaños, en navidad y fechas importantes, pero cuando me refiero a mi familia hablo de mis padres, Dylan y Austin, mi hermano menor, nunca vino Noah a verme, creí que era mi mejor amigo pero me equivoque.
-Adiós frío de Inglaterra y hola calor de Los Ángeles-dice Rachel cuando me acerco a nuestros casilleros que ya no contienen nada.
Rachel y yo nos conocimos cuando ambas nos mudamos a Londres, estuvimos en la misma casa de familia durante cuatro años hasta que hace siete meses nos mudamos a una residencia siendo compañeras al mismo tiempo fue la primera amiga que tuve y la más cercana que he tenido. No solo yo viajaba a Los Ángeles, también lo haría mi mejor amiga que decidió terminar sus estudios allí.
Rachel nació en Manchester y vivió allí hasta que entro en este instituto un año antes que yo. Sus padres son dueños de la aerolínea más importante de Inglaterra siendo ella la única heredera.
-Sí y también adiós a ser capitana de porristas Rachel, era tu puesto soñado y ahora te vas.
-Si, pero Los Ángeles es mi sueño más grande, cuando hay una oportunidad como esa no te niegas.
-Tienes razón, acompáñame que tengo que ir a recoger mis cosas en mi habitación-cuando me mude a Londres tenía 14 años cumplidos por lo que fue difícil llegar a todo este mundo completamente sola además llegue inmediatamente a una casa de familia, no fue hasta que decidimos vivir en una habitación juntas hasta que llegara la hora de irnos. Mi lado de la habitación ya estaba completamente vacío incluyendo los posters que había por toda la pared, la mayoría de mis cosas ya habían sido enviadas a casa de mis padres por lo que simplemente llevaba una maleta.
- ¿Lista para decirle hola a todos de nuevo?-pregunta cuando cierro la puerta de la habitación, asiento sabiendo que eso incluye decirle "hola" a Noah.
Y sinceramente no sabía si estaba preparada para eso.
***
El verano estaba llegando a Los Ángeles, se podía sentir toda la emoción. Todo estaba como lo recordaba, la misma casa, las mismas plantas, pero había nuevos autos. Rachel estaba fascinada si se trataba de Hollywood, pero primero había que llegar a casa, mi casa. Con toda la emoción del mundo caminé hacia la puerta y abrí siendo recibida con mi gran familia, todos estaban acá incluyendo a los mejores amigos de mis padres.
-Mi pequeña-dice mi madre acercándose y dándome un abrazo, la abrace con todo el amor y el anhelo que había tenido por no verla en cinco largos meses.
-Ya no es tan pequeña-dice mi padre mientras me mira de arriba abajo- ¿Estás segura que tienes 17?
-Claro que si-lo abrazó dándome cuenta de que medimos casi lo mismo. Me separo de él al sentir el flash de una cámara, pensando que es mi madre me doy cuenta de que es Austin mi hermano menor de 11 años.
-Sin duda es hijo de mamá-declara mi hermano dándome un abrazo. Después de saludar a todos y presentar a Rachel nos sentamos a cenar algo que cocino mi tía Daniela tratando de probar nuevas cosas, soy consciente que he buscado a Noah con la mirada un millón de veces, pero aun así no lo veo por ningún lugar.
-Dinos Brooke ¿Qué tal Londres? -me pregunta mi abuela Alice.
-Es maravilloso-digo un poco triste pero no por irme si no por la persona que no está aquí.
-Rachel ¿Dónde te quedarás? -le pregunta mi madre a mi mejor amiga interesada por su bienestar.
-Mis padres me pagaron una residencia cerca al instituto.
-Pues sabes que eres bienvenida cuantas veces quieras.
Cuando Rachel quería agradecer la puerta principal se abre dejando ver a Noah después de tanto tiempo, está usando el uniforme de la práctica de fútbol de su universidad, está tomando agua hasta que se fija en todos hasta que sus ojos se encuentran con los míos.
-Noah hijo-lo llama Matt, su padre-Estas no son horas de estar entrenando, además llegar en estas fachas-niega con la cabeza.
-Yo lo ayudo-dice Dylan levantándose de la mesa y yendo en dirección de su mejor amigo sin darnos oportunidad de hablar, aunque para ser sincera tampoco se que decir.
-Ya lo saludaras cuando esté presentable-dice Mia, su madre y mi tía. Bueno técnicamente no es mi tía, pero la trato así por ser la mejor amiga de mi mamá. Asiento y sigo comiendo, sabiendo que Rachel me mira con una sonrisa pues ella sabe todo lo que pasó con Noah antes de irme.
Después de que todos termináramos de comer me dirigí a la cocina a servirme un vaso de agua mientras todos seguían hablando, bostece mientras servía el agua por las doce horas de vuelo contando escalas, fui consciente de cómo alguien entró en la cocina y se quedó en silencio observando. Me giré y lo vi ahora con ropa totalmente negra.
-Hola Brooke.
-Hola Noah-digo con un poco de nervios.
-Lamento haber llegado tarde, estaba en entrenamiento.
-No hay problema.
Por unos segundos nos quedamos viendo el uno al otro, marcando cada detalle y dándonos cuenta de cómo habíamos cambiado con el paso del tiempo, yo había visto sus fotos por Instagram muchas veces y probablemente el las mías, pero una cosa era vernos en la vida real. Me fije en su cuerpo estaba marcado por el entrenamiento que realizaba con mi hermano en las practicas de futbol, estaba consciente de que sus ojos verdes estaban más brillantes que antes, esos mismo que irradiaban seguridad.
-Sabes creo que iré a comer algo-dice tranquilo como si no le hubiera afectado verme después de tantos años, asiento, pero él ya había salido de la cocina.