Noah Coleman
Le di una mirada rápida al calendario encima de mi escritorio.
Llegada de Brooke 5:30pm
Entrenamiento extra 5:30 pm
La verdad era que nadie tenía entrenamiento a esa hora ni siquiera había hoy, pero yo programe uno extra para tener una excusa y llegar tarde a casa de mis tíos. Verla de nuevo después de tantos años sería difícil, la había visto muchas veces en redes sociales, pero jamás le devolví la palabra después de la noche de su cumpleaños. No debí jamás besarla, fue un beso inocente que en su momento no pensé al hacerlo, jamás se me paso por la cabeza Dylan o su posible reacción de cuando se enterara de que había besado a su hermana, cuando éramos pequeños me hizo prometer que jamás tendría algo con su hermana y por el gran cariño de mejores amigos que le tengo se lo prometí, teniendo simplemente ocho años, lo cual me arrepiento de haber hecho totalmente.
Tomé la mochila y salí de la biblioteca camino hacia el campo, había estado estudiando con Dylan hasta que se fue para darle la bienvenida a su hermana. Llevaba casi tres años estudiando en la universidad y hoy se acaban las clases para darle la bienvenida al verano, tenía en claro que este sería muy diferente a los últimos cuatro años, ella estaría acá.
Entre en el gimnasio que a decir verdad estaba un poco lleno, pero yo simplemente necesitaba ir al area de boxeo, me puse la vendas en las manos y empecé a pegarle a ese saco de boxeo. Era el capitán del equipo por lo que tenía que estar en forma lo más que pudiera. La última vez que vi a Brooke fue la noche antes de irse, su cabello recogido en una coleta alta, un vestido azul que le llegaba a los tobillos, esa noche no me hablo o no lo hizo con nadie estaba perdida en sus pensamientos.
Siempre la vi en Instagram, cada vez que podía, a decir verdad, veía su sonrisa esa que tanto extrañaba ver pero que me ponía nervioso ver otra vez. No era mucho de poner nervioso, pero Brooke sin duda siempre había sido la excepción a todo.
Vi como la puerta se abría y entraba una linda morena, estaba en la misma clase que yo y si mi memoria no fallaba se llamaba ¿Abby? Si, creo que era ese. Tuve relaciones sexuales con ella un par veces, pero de ahi nada mas. No era de los que tenía relaciones serias con chicas. Para mi eso no era necesario.
-Hola Noah-dijo mientras se inclinaba hacia mi dejando ver la línea de sus pechos, aparte la mirada.
-Hola Abby.
- ¿Estas ocupado? -miré el reloj de la pared y estaba seguro que su avión ya había aterrizado, tenía tiempo, negué con la cabeza y ella me miró divertida-Bien, acompáñame.
Después de una sesión de sexo con la morena, revise el reloj y me di cuenta que era hora de irme si quería al menos comer algo, tenía entendido que mi tía Daniela cocinaría algo y al menos estaba mejorando poco a poco. Subí a mi camioneta y conduje hasta la casa de mis tíos con los nervios de punta, no me importo estar en uniforme para entrar a la casa mientras bebía de mi botella de agua, pero si me importo cuando todos los ojos se fijaron en mí haciendo que me detuviera específicamente en los de ella, estaba aquí.
Y claro que me puse nervioso, pero sabía muy bien como fingir que ella no me afectaba. Antes de que pudiera decirle algo mi padre se acercó mientras negaba con la cabeza.
-Noah hijo-me dice mi padre -Estas no son horas de estar entrenando además llegar en estas fachas-niega con la cabeza un poco divertido, papá a veces quería aparentar ser serio pero eso no era lo de el, bueno a veces.
-Yo lo ayudo-dice Dylan levantándose de la mesa y caminando hacia mi haciendo que suba las escalera, subimos hasta su habitación pero me puedo dar cuenta que la de Brooke está otra vez abierta y con maletas adentro-¿Cómo te fue en el entrenamiento?
-Normal ya sabes-declare mientras me cambio con algo de ropa que casi siempre dejo aca para ocasiones como esta.
-Todos están felices de que esté de vuelta-sonríe por la llegada de su hermana.
Asiento y salgo de la habitación, cuando estoy en el comedor me doy cuenta de que ella ya no está y que algunos se han levantado y estan charlando de pie, me doy cuenta de una chica pelirroja que está entretenida hablando con mi madre por lo que pienso que es la amiga que vendría con Brooke. Veo que la luz de la cocina está encendida e inconscientemente empiezo a caminar hacia allá, paró en seco cuando la veo apoyada en la encimera de espaldas tomando un vaso de agua, ella parece darse cuenta de mi presencia ya que se gira quedando frente a frente.
-Hola Brooke.
-Hola Noah-dice con su dulce voz y me doy cuenta que esta un poco nerviosa, bueno somos dos.
-Lamento haber llegado tarde, estaba en entrenamiento-me excuso.
-No hay problema.
Me quedo detallando lo más que puedo por unos segundos, el cambio de la pantalla a la realidad es mucho mejor.
La miré de arriba abajo admirando su cuerpo totalmente perfecto, su vestido azul encajaba perfecto a su figura como una segunda piel y esos ojos marrones que tanto había extrañado admirar.
-Sabes creo que ire a comer algo-digo lo más tranquilo que puedo, no espero su respuesta ya que salgo rápidamente de la cocina camino hacia el comedor.