Brooke Stewart
Término de aplicar el labial morado a mi madre que está impaciente, guardó él labial en mi cartera de maquillaje.
- ¿Puedo preguntar por que estas tan inquieta? -pregunté cansada. Hace dos noches habían regresado de Brasil y teníamos una fiesta todos, era de mi tío Matt por su cumpleaños, se realizaría en uno de los hoteles más lujosos de Los Ángeles, era de los Coleman, todos estábamos invitados por lo cual era signo de que era una fiesta a lo grande.
-Tal vez porque tengo que ayudarle a Austin y mi hermosa hija aún no está lista-últimamente mi madre se ponía en este ánimo.
-Ya estas lista-le dije se levantó y dio una vuelta-Estas hermosa mamá, sin duda mi padre se enamorara de ti más.
-Gracias, princesa, pero ahora necesito que te arregles-me dio un beso en la mejilla y salió llamando a mi hermano menor que no tenía ánimos de ir.
Me levanté de mi cama y camine hacia él baño para darme un baño rápido y poder arreglarme para no sufrir de la ira de Kendall Stewart. Salí con la toalla en la cabeza y en ropa interior, mala opción porque al salir me encontré con Noah que estaba dejando la bolsa con él vestido encima de mi cama, grite.
-¡Lo siento!-se tapó los ojos y se dio la vuelta, era listo si no lo hubiera hecho le habría lanzada él cepillo de cabello que llevaba en mi mano-Mi tía me dijo que te trajera él vestido, me voy-con los ojos tapados se dio la vuelta y salió de mi habitación. ¿Que hice yo? Me caí al suelo de la risa, ¡Dios! Me vio en ropa interior.
Con la idea de verme lo mejor posible, me maquille enfrente del espejo, me peine con un recogido alto que dejaba mi cabellera negra espectacular. Saque el vestido que había comprado hace unos días en Versace, me lo puse al igual que y me mire al espejo encantada por el resultado. Era un vestido naranja con una abertura en la pierna derecha que dejaba ver unos zapatos de punta naranja, mi cuello iba adornado con una gargantilla de diamante que relucía. Después de terminar de arreglarme me tome una foto y se la envié a Rachel, para que me diera su aprobación.
¡Hermosa!
Fue lo que respondió en su mensaje, con la alegría que me consumía baje las escaleras y por un momento me fije en Noah, estaba en esmoquin de color azul oscuro, su cabello negro relucía y su mirada clavada en su teléfono que se levantó para verme, sonrió y esa sonrisa llegó hasta sus ojos verdes que brillaban, tuve que tomarme de la baranda de la escalera para no caerme .En mi campo de visión pude ver a mi madre acomodando la corbata a mi padre que solo se reía de la algo que ella le decía, aproveche y me acerque a él.
-Lamento haber entrado sin tocar-dijo cuando llegué a su lado, sentí como la sangre se me subía a las mejillas.
-No hay problema, Noah-se acercó a mi oído y su aliento hizo que se pusiera la piel de gallina.
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Dulce Amor #2 |✓|
Любовные романы"El amor es un secreto que los ojos no saben guardar"