Un día especial

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Ví a mi padrastro, dios, tiene que ser ahora. Él estaba saliendo del coche con bolsas. Al verme, su rostro canvió, puso un rostro de asco.

-¿Que haces a...-Se calló al verme con Álex. -¿Y tu que?

-E...-Álex no podía contestar, parecía estar sorprendido al ver a mi padre, corrijo, PADRASTRO.

Pude notar que mi padre estaba algo nervioso y se fue.

-Es que...no se que le pasa-Le dije a Álex haciendo una mueca.

-No pasa nada.-Dijo con su sonrisa, una sonrisa perfecta. -¿Te apetece que vayamos a comer en la playa?

-¡Claro!

Él me sonrió y me cojió de la mano a lo que yo sonreí y me puse algo roja.

-¿Estas roja?-Dijo con una sonrisa picarona.

-¡No!-Dije mirando hacía otro lado a lo que el rió.

Después de preparar la comida, nos dirigimos a la playa a comer. Era invierno osea que bañarnos...No. Pero estar hay, sentada mirando el mar junto a Álex era perfecto.

-¿Te puedo preguntar una cosa?-Me dijo él algo nervioso.

-Claro.

-¿Porque llorabas hoy?-Preguntó con cara de pena.

-E...Es que, bueno ya sabes problemas y...eso-Dije reteniendo mis ganas de llorar.

-¿Estas bien?-Dijo poniendo su mano en mi hombro.

-Si...

Él sabía que me pasaba algo, pero no insistia ya que sabía que romperia a llorar. Estubimos bastante rato allí, ya que nos dieron las 16:12pm. El móvil me sonó, era el sonido de Whatsapp.

*Conversación de Whatsapp*

Jess: Hola guapa, hoy he pensado de ir a ver una peli ¿Te vienes?

Lucía: Lo siento, estoy ocupada, en otro momento vamos guapa bss.

*Fin de la conversación*

-¿Nos vamos ya?-Dijo el mirandome.

-Claro

-¿Te apetece ir al cine?-Propuso él, yo no tenía ganas pero lo miraba a esos ojos verdes que me perdía en ellos y al final me convencía.

-Justo Jess me lo ha dicho, bueno vamos-Dije sin dejar de mirar sus ojos.

Recojimos las cosas y las llevamos a casa de Álex. Mas tarde nos dirigimos al cine y yo aún diciendo que no me convenció para que pagara él.

-¿Que te apetece ver?-Dijo observando el horario y las películas que habían.-¿Vemos una de miedo?

-Bu-Bueno vale.-Tartamudeé sin saber por que.

Aquella película trataba de espiritus y exorcismos, a lo que me recordó a Ursula...Una lágrima recorrió mi mejilla al recordar aquello, pero Álex no lo notó. Después de 1 hora y media la película acabó y salimos del cine.

-Bueno, me tengo que ir.-Dije dándole un abrazo.

-¿Te vas?-Dijo separandosé de mi.-¿No vienes a mi casa?

-Mm...No puedo.-Dije haciéndo una mueca.

-Va-Dijo mirandome con esos ojos que me perdían, eran otro mundo.-Mis padres trabajan por la noche, estamos solos en casa.-Dijo subiendo y bajando las cejas y con una sonrisa picara en su rostro.

-¡Álex!-Le dí un leve empujón y reimos los dos.

-Va, ¿Te quedas a dormir?

-Bueno vale.- Me convenció.

-Vamos a mi casa para buscar el pijama y...- El me interrumpió.

-Te doy algo de mi hermana que tiene casi tu edad, solo algo mas grande y ya esta.

-Pero tendré que avisar, acompañame a mi casa.-Le dije cojiendolo del brazo.

-No.-Dijo muy nervioso al oír eso.-Mejor llamas ¿No?

-Siento lo de mi padrastro, es muy imbécil.

-Ya...Mejor ahorremos el vernos con tu padrastro ¿no?

-Si, ahora llamo.-Dije sacando el móvil.

Llamé y se lo dije a mi madre  lo que me dejo. Nos dirigimos a casa de Álex.

-Toma-Dijo ofreciendome un pijama. Yo me cambié y me dirigí al lavabo cuando me pareció ver algo en el espejo.

Ursula, la niña extrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora