Ursula, la niña extraña

Está en coma

-¡¿Que?!-Exclamó.-¿Pe...Pero que te está pasando?

-Álex...Tengo miedo...

-Y yo.-Se separó de mí.-Necesitas ayuda y está claro que YA.

Se levantó y se fué al lavabo. Yo me quedé allí, sentada en mí cama hasta que eescuche un grito.

-Lucía-Dijo Álex desde el lavabo.-Abreme.

Salí de la habitación e intenté abrir la puerta pero era imposible.

-¡No puedo!-Dije aún intentandolo.-Está cerrada.

-¡No me digas!-Dijo con sarcasmo.-No me gustan esas bromas

-¡No es una broma! ¡No puedo!

-Joder...-Suspiró desde el otro lado de la puerta. Pude escuchar un golpe fuertemente.

-¿Álex?-Pregunté pero no obtuve respuesta.-¡¿Álex?!

Al ver que no contestaba decidí llamar a mi madre.

-¡Mamá!-Encendí la luz de su cuarto provocando que se despertará ella y mi padrastro.-Álex no contesta...

***

-¿Pero está bien?-Pregunté al doctor.-No quiero que le pase nada grave.

-De momento está en coma, no sabemos cuando podrá despertar.-Mis lágrimas hicieron de las suyas y salieron de mis ojos como cascadas.

Estaba allí, sentada junto a Álex, que no contestaba. ¿Qué le habrá pasado? ¿porqué a él? Pude ver a Ursula, estaba al lado de Álex, de pie.

-Ursula...Dime que esto no es cosa tuya-La miré con odio. Ella no respondió, sólo se me quedó mirando. -¡Qué le has echo!-Me levanté.-¡¿Porque le haces esto Ursula?!-Noté a alguien carraspear detrás de mí. Era mi padrastro.

-¿Se puede saber quien es Ursula?-Me quedé sin palabras.-¿Con quien hablas?

-Con nadie...

-¿Con nadie? -Rió.-Mira niñata no se con quien hablas y tengo motivos por los cuales deduzco que estas loca.

-¿Perdón?

-Sí, Estás como una cabra, y sea como sea te voy a llevar a un centro.-Se fue y cerró la puerta de un portazo. Volví a llorar, otra vez volvía a estar en problemas, pero problemas gordos, de esos que no puedes saltarlos o ni siquiera esquivarlos como un simple e inútil obstáculo.