Ursula, la niña extraña

Está aquí

Yo...Yo maté a Ursula-Sus ojos estaban llorosos.-Lo siento.

Me quedé paralizada, no sabía que decir en este momento.

-¿Por qué lo hiciste?-Dije con la voz entrecortada y reteniendo mis lágrimas.

-Yo no quise...No era mi intención hacerlo.-Una lágrima le recorrió su mejilla y yo se la quite con el pulgar.

-Se que te obligaron...-Dije recordando la visión.

-¿Cómo sabes eso?-Dijo con su rostro pálido.

-Lo ví en una visión. ¿Quién te obligó?

-No...No puedo decirte eso.-Dijo negando con la cabeza.-Me matará.

-Álex, si no me lo dices no podré ayudarte.

-¡No puedo decirte eso! ¿¡Qué parte no entiendes!?-Alzó la voz.-Lo siento por hablarte así pero...No puedo.-Se marchó y desapareció.

Aún quedaban millones de cosas por resolver, y mi mente estaba totalmente en blanco. Me quedé un rato allí y más tarde me fui.para casa.

-Hola-Saludó mi hermano.-Que cara más pálida tienes.

No le contesté y me fuí a mi cuarto.

Cerré la puerta con llave

para estar completamente sola.

-¡¡Usrula!!-Grité mirando alrededor para ver si aparecía.-¡¡Ursula!!

Pero no había respuesta alguna. Me llevé las manos a la cabeza desesperadamente, ya no sabía que hacer, la necesitaba a mi lado...Conmigo.

De repente mi móvil sonó y de los nervios no miré de quien se trataba.
-¡¡Lucía!!-Intentó decir Álex.
-¿Álex?
-U-Ursula está aquí...-Dijo cómo si no pudiese respirar.
-¡¿Qué?!-Exclamé.-Voy para allá.-Colgué.

Bajé las escaleras de casa desesperadamente.

-¿Qué pasa?-Preguntó Lucas frunciendo el ceño.

-¡Luego vengo!

Abrí la puerta y salí disparada de casa. Lo menos que quería ahora era ver morir a Álex...