One Shots Stony y Más

Amor del Bueno

Loki estaba realmente furioso. Y se sentía fatal por sentir aquella furia contra su hermano.

-Cuando Stark me devolvió a la vida, pensé encontrarme con cualquier situación, menos con esto. -espetó con desdén,

mientras observaba a su hermano escondido, lejos de él con un barril de cerveza a su lado.

Cuando se enfrentó a Thanos, sabía que no iba a salir vivo, pero, todo esfuerzo valía la pena con tal de salvar a los que quedaban de su pueblo y a su hermano y consorte. Al haber tenido una muerte tan violenta e injusta su ser espiritual se llenó de tanta ira e impotencia que su alma no llegó a entrar al Valhalla.

Él tampoco lo quería, había dejado solo a su hermano y eso era suficiente para hacerlo merecedor del limbo.

Entonces, tras vagar por quien sabe cuanto tiempo, recordó aquella vieja visión olvidada tras los acontecimientos que suscitaron en su vida y que lo llevaron hacia el Titán loco para convertirse en el Heraldo de la muerte para Midgard.

Y, precisamente un midgardiano sería quien lo traería a la vida nuevamente, de forma indirecta, pero lo haría. De estatura promedio, cabello y ojos castaños, con una mente que incluso rivalizaba con las mentes maestras que forjaron el universo, él sería la pieza clave para su retorno a la vida.

Entonces, cuando aquella visión comenzaba a hacerse lejana y su mente etérea comenzaba a perderse, sucedió. Una luz de color naranja brillante lo atravesó, en ese momento sintió mucho dolor, cosa que era imposible ya que no tenía una forma física, pero, aun así lo sintió. Gritó como un condenado, sintiendo como si lo estuvieran licuando para luego volver a componerlo pieza por pieza, hasta que todo aquello finalmente paró y al fin pudo abrir los ojos. Estos le dolían a horrores, tuvo que parpadear demasiadas veces para contarlas para poder aunque sea enfocar la vista correctamente.

Cuando su vista se estableció, se dio cuenta que estaba en el mismo lugar en donde vieron a su padre por última vez. Su corazón se estrujó y las lágrimas que no pudo derramar aquel día, hicieron su aparición en ese momento.

-No es momento de llorar, te necesitamos, Thor te necesita.

Loki giró rápidamente y se encontró con él hechicero que los había ayudado a él y a su hermano tiempo atrás.

-Hechicero, exijo que me digas qué está pasando y que año es este.

-Desde el ataque de Thanos a tu nave, han pasado cinco años -Loki tembló ligeramente-En estos momentos, los Vengadores se están jugando la vida y el destino del universo y necesitamos toda la ayuda posible. Thor te necesita ¿Que dices?.

Cinco años, era demasiado tiempo, pero, había llegado justo a tiempo.

-Llévame con él-sonrió como sólo él sabía hacerlo.

Eso fue todo, Loki, junto a la Valkiria y a los guerreros que habían aumentado en número con el pasar de los años, hicieron su aparición a través de un portal abierto por el Hechicero Supremo hacia el campo de batalla.

Lo que vio lo dejó perplejo y llenó de ira. Thanos quería acabar con su mundo y eso, no lo iba a permitir. Entonces, mientras se empapaba con la sangre de sus enemigos, unos rayos furiosos golpearon a un monstruo que estuvo a punto de atacarlo por la espalda, Loki giró y en ese momento lo vio.

Su cabello había crecido, su barba se había vuelto más espesa y tan larga que debía llevarla trenzada, a la vieja usanza de los guerreros de su raza y estirpe. Su corazón se detuvo dos segundos al ver que tenía ambos ojos, a pesar de que uno, el herido, lo tenía de un color distinto, no dejaba de parecerle la visión más hermosa que haya tenido en toda su vida, ni siquiera en la muerte pudo contemplar tal magnificencia.