Puta

8.2K 346 138
                                    

Nueva York, 23.00 horas. Recepción de Bodas de Clint y Pietro.

Luego de todos los acontecimientos suscitados en sus vidas a lo largo de los últimos años, al fin se podía decir que los Vengadores se estaban dando un respiro.


Las últimas guerras habían sido muy duras, pero, nada como una buena boda para curar las heridas.


Tony Stark se encontraba bailando una canción muy sensual junto a su novio, los contoneos de cintura y los moviéndose de cadera del genio estaban a punto de sacar de sus casillas al Doctor Stephen Strange. Y no por que no le gustase, al contrario, le encantaba.


De tan solo recordar como esas mismas caderas se movieron sobre cierta parte de su anatomía hace dos noches, lo ponía a punto de la combustión espontánea.


-Oye, cariño, ¿que tal si tu y yo nos vamos a un apartado y haces este mismo baile pero, sobre mi y totalmente desnudo?-susurró en el oído del castaño, quien, sonrió para darse la vuelta.


-No estaría nada mal, doctor, pero eso si, si solo vistes tu capa.-arqueó el cuerpo y rodeó el cuello del más alto con sus brazos para atraerlo a él y darle un beso candente.


-Dios, Tony, me vuelves loco. Hecho.


Stephen tomó del brazo a su novio y lo jaló para llevárselo a algún sitio en donde pudiera cogérselo sin descanso, pero no había dado ni dos pasos y ya se había detenido abruptamente. Tony lo miró curioso y notó su vista desenfocada. Aquel semblante solo quería decir una cosa.


-Wong.


-Lo siento - Se disculpó tras regresar a este plano- hay un problema en el Santuario.


-Siempre hay un problema en el Santuario-refunfuñó Tony- en fin, ve, antes de que algún loco quiera destruir mi realidad.


-Te prometo que al volver, te haré pasar una noche mágica.


-Promesas, promesas.


El hechicero Supremo atrajo a su novio a sus brazos y le dio un beso candente, mientras sus traviesas manos enfundadas en guantes apretaban con fuerza sus redondas y llenas nalgas antes de desaparecer en uno de sus portales mágicos.


Toda esta escenita no pasó desapercibida por un par de ojos azules eléctricos que los veían con furia. Y Tony lo sabía, es más, lo había hecho a propósito.


Sin más, se dirigió a la barra para servirse un trago mientras pensaba en qué más hacer, cuando sintió una presencia detrás de él, alzándose como un fantasma al acecho de su próxima víctima.


-¿Te diviertes, Stark?


Tony sonrió sin darse la vuelta.


-Como no tiene idea, capitán.


Steve y Tony habían sido pareja, pero todo terminó tras la guerra civil y todo gracias a Steve. Él aún lo amaba, pero había sido tan idiota que lo había dejado libre y se había ido con James, convirtiéndolo en su pareja, la convivencia con él lo hizo darse cuenta que ya no lo amaba de esa manera tan desenfrenada como antaño, que, la frase "amor de mi vida" ya no tenía su foto pegada. Sino la de Tony.


Amaba con locura a aquel hombre tan inteligente y condenadamente guapo. Por lo que verlo con Strange, o con los tantos que lo había visto desde que volvió de su exilio, lo llenaban de una rabia y unos celos realmente homicidas.


¿Lo peor de todo?


Es que Tony era totalmente consiente de eso.


-Pues, deberías moderarte, hay demasiada gente aquí como para que montes estos espectáculos-espetó molesto.

One Shots Stony y MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora