Diecisiete

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Shin simplemente volvió al templo una vez despavilo por completo y encontrarse con Whis medio inconsciente en el patio le dió cierta alegría,pues él recordaba que el ángel estaba dormido por algún mal. Se le acercó con intenciones de ayudarlo,pero el hecho de que tuviera una túnica blanca y que estuviera cargando a su padre lo hicieron detenerse.

-ayu...ayude...me -le dijo y cayó de bruces contra los adoquines.

Shin respiro profundo y llamó a Kibito con todas sus fuerzas.El asistente del Supremo Kaiosama los cargo a ambos al interior del edificio para llevarlos a una habitación donde pudieran descansar.No estaban,heridos a simple vista,daban la impresión de sólo dormir.

Shin pregunto por Merlot,pero Kibito no pudo darle señal de él. El Supremo Kaiosama no sabía que hacer,estaba preocupado por Whis e incómodo por Tannat,
pero era una oportunidad de lidiar con eso que tanto le afectaba.

Le dijo a Kibito que se fuera a descansar que él,cuidaría de ellos hasta que Merlot regresará quedándose sentado entre las camas en las que ellos reposaban. Casi filosofíca era esa escena o eso pensó Shin. Por un lado el miedo y el dolor,por otro un amor distante que pese a eso lo socorrio.

Reflexionar se le daba bien a Shin,pero a veces tendía a pensar demasiado y eso en lugar de aclarar su mente lo confundía aún más. ¿Pensar o no pensar?,el verdadero dilema era sentir o no sentir.¿que sentir? ¿no sentir? ¿sentir? Le hubiera gustado tanto tener alguien con quien hablar de todas esas tribulaciónes,que golpeaban desde dentro como una ola que intenta abrazar la costa.

Eran tantas cosas,no sólo sus sentimientos y miedos,tambien  Ginebra y la Shin-Jin de sus sueños ¿Acaso no tenía tregua?¿Porque siempre todo tenía que llegarle de golpe una tras otra y otra hasta dejarlo tumbado de cara al piso? Se vio así mismo como en su pelea con Majin buu después de que este lo aplastara y Babidi le exigía se levantara del suelo y él,simplemente no pudo. Así de humillante era todo cuando terminaba presa de las embestidas del destino.

Sintió a Merlot llegar y entonces se sintió aliviado,pues seguramente él, sabría que hacer, Merlot siempre sabía que hacer. Así que podía irse un momento sin temor a que Whis empeorará y en cuando a Tannat o Daishinkan,pues seguramente él no lo dejaría en ese estado.

Apenas Merlot ingreso en la habitación,Shin se fue. Es que necesitaba despejarse de todo y enfriar la cabeza y no bastaba con meterla en el agua helada para eso,aunque se teletransporto a un planeta con grandes lagos y en uno de ellos,literalmente hundió la cabeza. Pero nada se hacia nítido, sólo veia las cosas complicarse más y más y más al punto de que quería escapar para sepultarse en la soledad más absoluta de algún paraje.Recordo un mundo cubierto de hielo donde no había habitantes,no lejos de allí.Esperanzado de encontrar la anhelada paz de la soledad llego ahi,pero su anhelo se esfumó al sentir una presencia familiar que estaba  a unos metros de él viéndole con sorpresa.

-Zamasu...-dijo en voz baja.

¿Que acaso el universo o algo conspiraba en su contra? La fusión lo miro un momento, luego se le acercó aunque eso puso a la defensiva a Shin, quien estaba seguro de haberlo visto llevarse a Daishinkan.

-tranquilo-le dijo-no voy a lastimarte...¿qué haces aquí?

-no buscándote-le respondió Shin.

-tan petulante conmigo como siempre-rio Zamasu.

-estás con Ginebra ¿verdad?

Zamasu lo miro algo sorprendido con la pregunta,luego se encogió de hombros.

-tal vez-respondió.

-eso es un si-replico el Supremo Kaiosama.

-si es un si,pero uno confidencial- le dijo Zamasu.

Comenzó a caminar alrededor de él a paso lento,rodeandole como un lobo que busca el punto ciego de su presa,para luego saltarle encima. Shin no lo perdía de vista y se giraba lentamente hacia él,procurando no darle la espalda.

-digamos que sus ideas me parecen interesantes-le dijo Zamasu-muy interesantes.
Siempre he pensado los Supremos Kaiosamas son demasiado indulgentes con los humanos,pero después de todo eso es porque para eso se creó a los Shin-jin ¿no te parece curioso que se nos asignara la tarea de cuidar la vida,de entregar facultades como el raciocinio,el fuego y otras que propician ayudan a mejorar sus existencias, pero no podamos juzgar quienes merecen vivir? ¿por qué esa decisión debe pasar por los Hakaishin que fueron mortales? Ellos arrastran los vicios del hombre mortal,la soberbia,la pereza,los caprichosos juicios de sus mente debilitada por el poder ¿por qué Zen oh sama perdona a un ser tan podrido como Daishinkan en lugar de sumintrar la justicia que se espera de un ser que ostenta el trono del multiverso? ¿crees que es justo,Shin?

-no,pero yo no pudo entender como piensa el Rey de todo-le dijo-prefiero creer que detrás de esa decisión se esconde un propósito

-no seas ingenuo...¿qué propósito podría tener dejar a ese infame suelto por ahí?

-que es vulnerable a ti y Ginebra-le respondió borrando la sonrisa del rostro de Zamasu.

Se quedaron en silencio un momento mirándose,hasta que la fusión se le fue encima. No pudo esquivarlo,simplemente fue muy rápido para él,cuando reacciono Zamasu lo tenía acorralado entre él y un gran bloque de hielo.

-te crees muy listo ¿verdad? Pues no lo fuiste tanto,Ginebra puso un veneno en ti para que lo sumistraras a Daishinkan y sabes cual es la mejor parte-le dijo susurrandole al oído y tomándolo por la barbilla-que eres tú quien lo está matando. El veneno se llama "esencia" y no tiene cura alguna ¿sabes por que? Porque es la concentración de todos los sentimientos oscuros,que puedes tener hacia una persona y se los das a beber de tu propia boca.

El aliento de Zamasu le acarició la mejilla y cuando se apartó de él,sus bocas se rosaron,pero la atención de Shin quedó en algo que la fusión puso en su mano antes de irse.Un pequeño recipiente de cristal que tenía un líquido transparente.

SÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora