Nueve

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Todo estaba de vuelta. Todos los recuerdos volvieron como un tsunami azotando la costa. Zamasu,Daishinkan la pelea con él y el momento de su nacimiento.Fue bastante aturdidor,mas se sentía feliz de recordar todo otra vez,aunque eso implicó que los recuerdos residuales del Daishinkan regresarán también y eso no fue del todo grato,pero su conocimiento era bien recibido.

Se levantó del piso algo mareado y a paso vacilante dejo la habitación,buscando un lugar donde reponerse,pero termino por dejarse caer en el pasillo con la espalda pegada a la pared.

-Ginebra-murmuró y desapareció envuelto en luz de aquel lugar.

Ginebra habia terminado de atender sus deberes de ángel guía por ese día y se retiró a los jardines a meditar respecto a varias cosas,pero después de ver a Shin,sólo tenía una cosa en mente Ast.La Supremo Kaiosama del universo trece antes de que fuera borrado.La que cambio su plan y la que desplazó a Whis de su corazón sin siquiera proponérselo. Por ella era todo lo que estaba haciendo,por ella y por nadie más o al menos así era como él lo sentía.

En efecto Ast era muy parecida a Shin hasta en apariencia,pero ella era algo más jovial en su carácter; tenían la misma nobleza,valor y moral.Ast demostró siempre amor por sus mortales,los cuidaba con dedicación y a cada especie de su universo,le veía un aspecto único y por tanto debía ser cuidado. Con frecuencia se peleaba con Ron, el dios destructor,, quien sólo destruía mundos para cumplir su deber. Ginebra odiaba a ese dios,le resultaba un completo incompetente e ignorante. Por esos días él tenía un plan para tomar el control de los universos,pues pensaba que los ángeles eran quienes debían gobernar. Ellos podían hacer ambas cosas: crear y destruir con muchos mejores criterios que los dioses y Supremo kaiosamas,
pero conocer Ast cambio todo. Ella y su amor por cada ser,le mostraron un mundo nuevo y mucho más agradable,pero Ron siempre parecía empeñado en hacerla triste y miserable. Él no podía interferir así que le dijo a Ast como adquirir más poder.El poder de un dios de la destrucción y ella en su ingenuidad,robo del templo de Zen oh sama lo que hacía falta para obtener esas habilidades y así todo terminó en tragedia,
pero las ideas de Ginebra perduraron y desafío a Daishinkan. Incluso planeó una treta para perjuficarlo y ni siquiera así pudo siquiera tocarlo. En su pelea,si a eso se le podía llamar pelea, termino ganándose esa cicatriz en su rostro.

Odiaba a Daishinkan y odiaba a Zen oh sama. Queria más que nada derrotarlos y tomar el control de los universos para cambiar el orden de las cosas. Para resguardar la vida con amor y bondad,pero no sería él, quien ocupara el trono,pues en ese proceso se corromperia y sería indigno de ese puesto.
Ginebra pondría allí a un Shin-jin y sabía exactamente a cual quería. Al único que se mantuvo íntegro,al que pese a todo el dolor y sufrimiento que experimento no se corrompio. También tenía al ángel perfecto para estar a su lado,aunque antes debía corregir algunos detalles en él.  

Cuando Merlot llegó al templo de Bills,se encuentro con su hermano sentado cerca del estanque,con la mirada fija en el agua y la mano derecha sobre su hombro izquierdo. Apenas si levantó la mirada para verlo y le sonrió para preguntarle qué hacía ahí.

-recuerdo todo,hermano-le dijo tranquilamente Merlot-recuerdo todo y he venido a decirte algo.

-¿qué cosa?-le pregunto Whis, algo confundido.

-yo lo amo y tú me provocas celos-le dijo sin pudor alguno y mirándolo directamente a los ojos.

-¿y por qué viniste a decirme esto?-le pregunto Whis poniéndose de pie y con un semblante serio,casi intimidante.

-te quiero Whis,te quiero como el hermano que ahora eres-le dijo Merlot y camino hacia él-pero
no te concidero digno de él.

-¿y eso por qué?-inquirió el ángel mayor, frunciendo el ceño.

-porque permitirse que Daishinkan lo atormentara durante mucho tiempo-le respondió Merlot-lo sabías y dejaste que nuestro padre lo acusará por años y mira las consecuencias de eso. No creas que no valoro lo que hiciste al final,pero bien podrías a ver actuado antes y otra cosa es que aún ahora no tienes el valor de decirle lo que sientes.Has mantenido una postura pasiva que deja bastante que desear. ¿tengo o no razón?

Whis escuchó en un gélido silencio y era cierto. Hace mucho, mucho tiempo que sentía aquello por Shin,pero nunca dijo algo o hizo algo al respecto,aun después de por casualidad descubrió lo que hacía su padre,permaneció en silencio dejando que eso continuará por casi seiscientos años,donde parecía no querer aceptar las cosas que estaban ocurriendo,pero es que no sabía que hacer aún que no era excusa.

-y bien Whis ¿tengo o no razón?

-SÍ,la tienes-respondió finalmente y con tristeza.

-él me quiere y yo lo amo,
dejanos intentarlo sin que interfieras.Ya tiene bastantes heridas,como para que tú vengas a causarle otras.

-¡jamás le haría daño!-le dijo Whis.

-sólo aléjate de él. Sabes bien lo peligroso que tú,puedes ser ahora.

-¡lo que me pides no es justo! Si me quiere lejos que me lo diga él ¿o es que...sabes que no le soy indiferente y por eso viniste aquí a decirme esto?

-no,no le eres indiferente eso ya lo note y precisamente por eso es que eres peligroso-le dijo Merlot en un tono muy severo-Ginebra estuvo en el templo y lo secuestro.Luego lo encontré en compañía de Zamasu.

Aquello si tomo por sorpresa a Whis.

-mantente lejos y apeló a tu sensatez y sí,tambien por qué no te quiero como mi rival-agrego y se disponía a irse.

-yo tampoco te quiero de rival-hizo una pausa-si bien tienes razón y no quisiste usar la palabra correcta para definir mi actitud, yo si la usaré ¡fui cobarde!

-no use esa palabra, porque entiendo no estabas en una posición fácil.

Se quedaron en silencio otra vez viéndose como dos contendientes o eso le pareció a Bills ,que observaba la escena desde una de las ventanas.

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