-¿Quién eres tú?-le preguntó Bills a la Shin-jin.
-Soy Ast-le dijo ella sonriendo.
Bills se le quedó mirando algo confundido.
-¿Qué es este lugar?-le preguntó cauteloso.
-Una dimensión dónde no cualquiera puede entrar...Es gracias a ti que Shin lo pudo lograr.
Bills inclinó la cabeza a un costado,sin entender a que se refería esa Shin-jin. Había tanta paz en ese lugar que hasta se le olvido el extraño evento en el templo del Supremo Kaiosama.
-¡Vete! ¡Ginebra esta aquí!-le dijo Ast y levantó su mano hacia él.
Un fuerte viento lo empujo hacia atrás y Bills se encontró en el templo otra vez. Una presencia lo hizo mirar hacia el ala del edificio,donde estaba el Supremo Kaiosama y vio salir de allí una sombra tan tenue, que podría sólo compararse con un suspiro,
pero era lo suficientemente nítida para el dios de la destrucción,como también lo era a quién esa sombra cargaba bajo su brazo. No iba permitirle llevárselo,pero Ginebra no estaba solo y Zamasu se cruzo en el camino de Bills con una actitud bastante hostil.-Mucho me temo que no puedo dejar que interfiera,señor Bills.
-¿Y cómo me lo vas a impedir?-le cuestionó el dios levantando su mano hacia él con la clara intensión de usar en el su hakai.
Zamasu absolutamente tranquilo,le enseño lo que escondía en su mano derecha. Era una pequeña esfera de cristal que quintuplico su tamaño para mostrarle al dios la imagen de Vados.
-Mucho cuidado con los que hace,señor Bills o ella terminara en un lugar que ni siquiera se podría definir como la muerte...
-Eres un...
Ambos saltaron retrocediendo,
pues una ráfaga azul surgió desde la entrada del templo,con violencia que luego se disipó en el aire para dejar el patio lleno de mariposas azules que se lanzaron sobre ambos.Zamasu uso su espada de ki para librarse de ellas,pero al cortarlas solo lograba que se multiplicaran,así que se elevó para escapar y así descubrir que Bills no estaba ahí. Trato de encontrarlo,más no había rastro de él y las mariposas se desvanecieron en el viento. Se fue de ahí y apenas unos minutos después,Champa apareció en el lugar con el botón de teletransportacion de Bills en la mano.
El dios de la destrucción del universo termino de rodillas en ese campo de flores otra vez,solo que ahora Ast estaba justo frente a él con los ojos repletos de lágrimas que caían por su pálido rostro.
-Tengo que pedirte un favor y te suplico me digas que si-le dijo y se arrodilló frente a él.
Bills se miro en esos ojos de ébano,le recordaron a los de Shin,de hecho toda ella le recordaba al supremo kaiosama de una forma extraña. No estaba muy seguro de quien era,pero ella se dio a la tarea de explicarle lo más brevemente posible y así Bills acepto.
Ginebra se reunió con Zamasu en el sitio acordado y juntos partieron hacia el templo de zen oh sama. Llegaron allí con la teletransportación de la fusión a quien le toco cargar a Shin.
Las puertas no se abrieron,nadie salio a recibirlos y Ginebra voló en su estado intangible hacia la puerta atravesandola. La abrió medio minuto después para que Zamasu entrara. Ambos caminaron sin prisa por esos pasillos infinitos,no había un solo ruido en aquel lugar,sus pasos hacían eco y se amplificaban rebotando decenas de veces hasta desaparecer para ser reemplasados por otros.
Ese paso solemne,ceremonioso que llevaba Ginebra era como una ceremonia para él,
finalmente entraba triunfante a aquel lugar después de tanto tiempo ¡la victoria era suya! Finalmente podría corregir ese orden déspota donde los mortales eran condenados a la muerte de forma caprichosa e indolente,donde los dioses destructores se corrompian de poder,donde los Shin-jin estaban condenados a ver sin intervenir para solo mirar a las civilizaciones sucumbir.
finalmente no habrían dioses caprichosos y la existencia seria cuidada con amor,bondad y justicia,donde el mal seria castigado proporcionalmente a sus crímenes y la generosidad recompensada,la paz reuniría por medio de un dios justo,noble y gentil.Su paciencia,sus sacrificios y su dolor ¡todo tenia sentido ahora!,solo quedaban los últimos cabos por atar. Daishinkan no existía más,el mismo había puesto fin a su existencia cuando llego a aquellos aposentos y lo disfruto. Fue magnífico poder hundir esa mano en la carne de Daishinkan y extraerle el corazón,aun palpitante.Los ojos del Gran Sacerdote se abrieron en su última agonía y luego se cerraron para no volver a abrirse. Zamasu termino con la vida de Merlot y así todo rastro de Daishinkan,Tannat o cualquiera que fuera su nombre fue borrado para siempre.
Por fin alcanzaban el salón del trono.Los cuatro guardias estaban muertos boca abajo en el piso y los Zen oh sama estaban sentados en los sitiales,tan quietos que parecían parte de la ornamentación. Ginebra lanzo una ráfaga de ki hacia ellos y sus cuerpos cayeron pesadamente al piso;estaban muertos y desde un costado con la túnica,el rostro, y la mano que sostenía el cetro ensangrentada aparecía Whis,sus ojos vacíos,vidriosos y su nula expresión hicieron ver a Zamasu que ese ángel no estaba consiente y al girarse hacia ellos,la fusión vio como un vapor púrpura escapaba de su hombro izquierdo.
Champa entró al templo del supremo kaiosama del universo siete y busco la habitación señalada,encontró un cuerpo muerto,lo ignoro y busco bajo la cama la botellita de escencia que ahora tenía un color dorado,la tomo y busco en un espacio oculto en el muro el cuerpo durmiente de...
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SÍ
FanfictionEl propio Daishinkan esperaba un castigo más severo a sus acciones, pero resultó sólo destituido de su puesto. Las huellas de su mal persiguen a sus víctimas y un viejo enemigo retorna a exigir justicia.