Potestatem

U-23

La sonrisa que rápidamente se formó en su rostro que solo segundos antes era de desconcierto llamo su atención, desconocía el efecto que sus palabra habían tenido y ella aún sonriendo mantenía en sus ojos un reflejó de sorpresa y algo más que él no podía descubrir, aún con esa gruesa oscuridad provocada por las gruesas y elegantes cortinas que cubrían cada una de las ventanas de ese cuarto, con su entrenada visión lograba ver detalladamente cada una de las facciones de su rostro y cuerpo, en especial sus mejillas sonrojadas y esas brillantes de ilusión puertas al alma de color violetas que ella poseída y que no paraban de observarlo, su pecho que en busca de aire, subía y bajaba rápidamente dando una majestuosa vista de su escultural cuerpo pero incrementando ese extraño sentimiento que se encontraba en su interior, apartó un momento su mirada de ella descubriendo una fina tela, la fina tela con la que minutos atrás había cubierto sus ojos y que se suponía debía adornar el cuello de su blusa con un elegante moño, ese accesorio ahora se encontraba sobre el suelo a unos pocos metros de ellos, lentamente regresó su mirada a ella en especial al lugar que se suponía debía adornar y que ahora dejaba al descubierto un poco de ese gran y provocativo escote. Ella descubriendo su mirada lentamente guió sus manos a sus mejillas, provocando que una vez más  alzará su rostro y las acarició suavemente mientras aún sonreía y en seguida lo rodeó con sus brazos acariciando de igual manera su rosado cabello alborotado en el camino, lentamente se acercó a él levantándose con las puntas de sus pies volviendo una vez más la distancia que los separaba y la diferencia de altura prácticamente nula, en ese momento él se sorprendió ya que no había esperado ese acto pero sin dudar la rodeo con sus fuertes brazos por su cintura atrayendole más a él, sintiendo sus grandes dotes chocar en su contra y una vez más su boca ser invadida e infundada por el grato y delicioso sabor que de ella provenía.

Los minutos pasaban uno tras otro, en esa no tan pequeña habitación, solo el alboroto que en el exterior habia se lograba escuchar en los adentros, cada uno de los presentes se mantenía a la espera y uno que otro comenzaba a desesperar cada vez más al no tener señal de Akeno ni de Natsu desde el inicio del almuerzo.

- ¿En donde estarán? - Preguntó Rias a nadie en especial mientras se mantenía observando a través de una de las ventanas en espera de ver a su Reina y al molesto de su inquilino llegar a ese edificio.

- No se... Pero esta seguro de que le dijo al Dragneel que al empezar el almuerzo tenían que venir directo aquí? - preguntó Kiba mirando en diferentes ocasiones un pequeño reloj que en una de las paredes se encontraba colgando mientras de igual manera él se mantenía recargado en una de las cuatro paredes a la espera recibiendo las refrescantes ráfagas de viento que entraban por las ventanas abiertas.

- Si... Se lo repetí tres veces - contesto el ángel caído con una sonrisa mostrando tres dedos con una mano resaltando lo que había dicho y con la otra mantenía una taza de café que en intervalos bebía mientras que simplemente se mantenía sentado en uno de los sillones.

- Lo abra olvidado? - Preguntó Asia mirando la puerta.

- Si es capaz de olvidar algo tan simple... ¿Que tan tonto puede ser? - respondido Iseei que preocupado se movía de un lado a otro en ese pequeño espacio llamando la atención de los demás.

- Lo siento mucho Irina... - Dijo Azazel mirando a la desconocida chica que de igual manera se mantenía sentada enfrente de él mientras dejaba la taza en un pequeño plato.

- No hay problema... - Contesto la mencionada mostrando una sonrisa que intentaba tranquilizar a los presentes, en especial al castaño que no dejaba de moverse de aquí a allá, mientras que en el interior se preguntaba el como seria el chico que les causaba tantas inquietudes.

- ¿Cómo no va haber problema?, vienes desde el Vaticano para conocerlo y él no se digna en venir - interrumpio Iseei molesto por su amiga de la infancia que a cada momento se llenaba más de curiosidad.