U-30

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Una violenta y fría ráfaga de viento choco en contra de los antiguos, gruesos y poderosos árboles, los adornos que por todo el templo habían colgados se mesieron de un lado a otro provocando que estos, con ayudado del mismo elemento  produjeran un, hasta cierto punto, tenebroso silbido que resonó por todo el complejo, Natsu siendo guiado por la extraña y familiar presencia que percibía salió de la pequeña mansión, cerró la puerta a sus espaldas y se adentro una vez más al patio principal siendo seguido de la pequeña Oni que simplemente lo miraba curiosa, - Quien carajos eres? - Cuestionó nuevamente mientras que lentamente movía su mirada por los alrededores en busca de la misma, principalmente en el bosque por donde solo semanas atrás había aparecido y que ahora parecía ser la fuente principal del aura. - Muéstrate! - Grito una vez más en advertencia envolviendo sus puños en fuego, solo para que milésimas de segundos después y para su sorpresa escuchará ramas y hojas  secas ser rotas en extraños intervalos de tiempo, él permaneció de pie en el mismo sitio principalmente confundido pero preparado para por si de un ataque se tratase, de entre los grandes árboles, por donde miraba una figura alta y que se encontraba sumida en la oscuridad comenzo a ser visible gracias a los pequeños espacios que entre los follajes de los árboles había y por donde poca luz lunar entraba.

- No soy enemigo, si eso es lo que te preocupa, no tengo la más mínima intención de pelear en contra tuya o al menos no aun... Aun no me has dado motivos para hacerlo - Dijo la extraña presencia que se detuvo antes de que entrará al pequeño claro y patio donde  la luz de la luna y el mismo fuego podían iluminar su rostro, Natsu lo observó detenidamente por escasos momentos, su cuerpo era robusto y musculoso, era un poco más alto que él, pero este mantenía sus fuertes manos arriba, a cada lado de su cabeza como muestra de que sus palabras eran verdad.

- Quien eres? - Cuestionó Natsu nuevamente extinguiendo el fuego de sus manos pero a un así se mantuvo alerta mirando cada uno de sus movimientos, ya que para su sorpresa lograba percibir su presencia pero por más que lo intentará no lograba ver su rostro entre la oscuridad, algo a lo que debería de estar un poco acostumbrado al vivir en un bosque y poder ver en el claramente sin necesidad de una luz.

- No es momento de decir quien soy... No aun... Pero podrías llamarme amigo, aliado... O enemigo y pesadilla en un futuro - respondió la presencia desconcertando aun más al mago.

- A que has venido? - Cuestionó Natsu interrumpiendo al hombre.

- Solo a dar una advertencia y tal vez un concejo... - Contestó él, que sorprendentemente se agachó ocultando su rostro con su pelo negro y estiró su mano derecha en dirección a la pequeña Oni que simplemente se acercó a él, lo que terminó de sorprender al Slayer.

- A que te refieres? - Preguntó Natsu un poco más relajado al ver la reacción del familiar de Akeno, ya que ella parecía no tenerle miedo.

- No sólo las tres facciones te vigilan... Estás siendo observado por muchos más, pero entiendo el por qué, siendo sincero no crei lo que me habían contado sobre ti, como dicen en algunos lados, "ver para creer" y ya lo hago, al menos un poco, ten cuidado... ahora no sólo eres tu... Si así fuera no tendría problema y no importarías... Ese es mi consejo... - respondió el hombre acariciando la cabeza de la pequeña Oni.

- Y la advertencia, cuál es? - Cuestionó Natsu, sin apartar su mirada de él viendo detenidamente cada uno de sus acciones, sus movimientos, su respirar.

- Intenta tocarle un pelo o hacer algo que la haga llorar y yo mismo te rompere cada uno de tus huesos - contestó la presencia poniéndose de pie, una corriente eléctrica más parecida aún escalofrío rápidamente recorrió su espalda, provocando que todo su cuerpo se tensara, aunque no lograba ver su rostro repentinamente logró percibir un frío destello en sus ojos que provocó otro escalofrío pero más fuerte recorrer su cuerpo, en ese momento el cielo y la misma luna fueron ocultos detrás de gruesas y oscuras nubes, envolviendo completamente al templo en oscuridad, oscuridad que no sorprendió al Slayer, pero si ver una corriente eléctrica surcar el cuerpo del hombre.

- Maldito... - Dijo Natsu mirando rápidamente a la Oni que aún se mantenía a los pies del hombre y que parecía estar un poco asustada, en un rápido movimiento se deslizó en contra de él soltando una patada que la presencia esquivo y aprovecho para tomar a la pequeña Oni entre sus manos y de un saltó alejarse unos pocos metros.

- Tranquilo... - Comentó aterrizando en un árbol, ocultándose una vez más en la penumbra. - Por cierto... no creo que seas el único...  -

- Natsu?, que haces? - Repentinamente la voz de cierta chica llamo toda la atención del mago, este giro su mirada en la dirección de donde provenía la misma, alarmado por su seguridad de otro saltó se acercó a Akeno y la oculto detrás de él para protegerla.

Pero solo segundos pasaron cuando el por fin se relajo y dejo salir un frustrado sonido de su boca - Nada...- Contestó él mirando de nueva cuenta al bosque mientras sacudía sus vestimentas del poco polvo que había juntado -... hablaba con tu familiar sobre el buen trabajo que hizo al reparar todo - prosiguió siendo incapaz de sentir la presencia que sólo segundos atrás había en el templo extrañando aún más a su acompañante. - Vamos a dentro - Dijo él dando la vuelta para mirarla mientras le sonreía y caminaba una vez más hacía la puerta de la mansión.

- Si...- Contestó ella que extrañada miró hacía el mismo lugar que él miraba solo segundos antes, observando el oscuro y frondoso bosque que en su propiedad había, no encontrando nada raro. - Cuando entre y no vi que me seguías pensé que habías ido directo al baño, pero cuando fui a revisar no estabas - comentó ella caminando a los adentros del edificio donde ella vivía, esta vez asegurándose de verlo entrar y cerrar la puerta.

- Solo me impresionó que ella siendo tan pequeña pudiera reparar todo en cuestión de horas, - respondió él señalando a la familiar que repentinamente desapareció en un destello de luz,

- Mmm... Bueno, quieres darte un baño? - Cuestionó ella caminando por el pasillo principal, mientras observaba el desconcierto del mago al ver desaparecer a la Oni.

- Un baño... Estaría bien -  Contestó él con una sonrisa dibujada en sus labios pero ella logró notar algo extraño en la misma, no parecía ser como las otras, algo raro había en ella por lo que definitivamente había pasado algo y estaba segura de que si le pedía a su familiar explicaciones, las tendría pero...

- A ocurrido algo? - Preguntó ella deteniendo su andar para mirar detenidamente al mago, - te veo raro - continuo ella preocupada mientras se acercaba al mago, para después tomar una de sus manos, él sorprendido por su pregunta sonrió ahora de forma sincera al ver preocupación reflejada en su rostro.

- No... Todo esta bien, - contestó, provocando que ella de igual forma sonriera y aun tomados de las manos tomaron las cosas recién compradas que por el pasillo habían y caminaron a la habitación que se había adaptado para él, sin embargo Natsu rápidamente miró por el pasillo hacía la puerta por donde habían entrado, las palabras que ese hombre había dicho rondaban por su mente y no descansaria hasta estar convencido de que era a lo que se refería, si alguien tenia algo en contra de él o de los suyos... bueno no por nada era "Salamander" un orgulloso mago de Fairy Tail y si lo obligaban no dudaría en enseñarles el por que. - por ahora... Todo esta bien -

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