Todos en un momento habían sido sorprendiendos por un extraño crujido, un golpe sordo y hueco, lo último que fueron capaces de ver fue a Issei caer de rodillas en contra del suelo con los ojos llorosos mientras que tomaba su nariz tratando de detener la hemorragia nazal que en esos momentos tenia o simplemente intentaba evitar sentir el dolor, Natsu solo lo observaba alejado de él por solo dos metros mientras que su rostro reflejaba enojo y seriedad que a Akeno sorprendió pues ella en algún momento se había acostumbrado a ver al chico sonreír.
- Que diablos haces?!- Grito Rias, llamando la atención se Akeno, sin llevarse una sorpresa vio como la peli roja apresurada se poso a su lado siendo seguida por los demás de sus familiares que de igual manera intentaron ayudar a su amigo, en especial cierta rubia que se vio obligada a no hacer nada pues eran rodeados por más estudiantes y la impotencia se vio reflejada en sus ojos.
- Eres un... - Trato de decir Kiba que encaró al mago enojado, sorprendiendo a las fans que en ese momento estaban de espectadoras.
- Que esta ocurriendo aquí?! - Preguntó alguien alarmando a todos los presentes, rápidamente cada jnoo de ellos voltearon su mirada al origen de la voz encontrando a la mujer que minutos antes había hablado con Natsu, ella sorprendida observó al chico que tenía parte del rostro cubierto de sangre y que en el suelo se encontraba incado - Ustedes que hacen aquí? - preguntó ella acercándose al joven mientras observaba al grupo que ajenos a esas actividades se encontraban en las instalaciones, apartó las manos del castaño de su rostro, levantó el mentón de Issei con sumo cuidado de no lastimarlo más y después de tan solo observar por unos pocos segundos cerro sus ojos resignada - tienes la nariz rota, ¿Quien fue el responsable?- Preguntó, mientras ayudaba al castaño a ponerse de pié.
- Fue Dragneel! - Contestó rápidamente Xenovia, la profesora sorprendida por saber el nombre, volteó su mirada al mencionado que parado ahí no decía mi decía nada.
- Es eso cierto? - Preguntó ella sin dejar de mirarlo al no obtener una respuesta a una pregunta que no hizo.
- Si... - Contestó tajante, sin remordimiento y sin dudar.
- Primer día y causas problemas?... - Preguntó ella soltando un suspiro pesado que provocó que por milésimas de segundos cerrará sus ojos - Vendrás a la sala de maestros y tendremos que llamar a tu representante -
- Pero el sólo se defendió! - interrumpió una de las tantas chicas para sorpresa de muchos, - con los que deberían de hacer algo es en contra de ellos - Dijo señalando al dúo, en especial a uno de ellos que aún poseía la cámara entre manos y que intentando salvar su pellejo "disimuladamente" la guardo.
- Por que? - Cuestionó ella.
- por ésto - Dijo la misma chica arrebatando la cámara de manos de Akeno que se limitó a no decir nada y a acercarse a Natsu, un terrible escalofrío recorrió el esqueleto de ambos pervertidos al ver que Sato la chica que había hablado revisaba el álbum de las imágenes apresuradamente y al encontrar una imagen en especial se la mostró, ahora la profesora sorprendida tomó la cámara de entre las manos de la estudiante y su rostro tomó un ligero color rojo.
- Las chicas del club de natación, de Kendo y otros más se habían quejado con nosotros respecto un trío de pervertidos que las acosaban... - Contestó la profesora sin que el tono rojo de su piel desapareciera, pero ahora no sabían si era por vergüenza o rabia pues sus manos temblaban en diferentes ocasiones. - Todos ustedes vendrán a la oficina del director en este momento! - Grito la profesora saliendo de la instalación apresuradamente con la cámara aun en mamos, los estudiantes simplemente se miraron unos en contra de otros, sin saber a quien verdaderamente se refería.
- Maldición que haremos ahora?! - Grito uno de los pervertidos.
- Por fin tendrán la que se merecen! - Grito u a de las chicas mientras celebraba con otra compañera.
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Potestatem
FanfictionSe sentían a salvó después de haber terminado y eliminado con la mayor amenaza del mundo Acnologia pero era muy temprano para celebrar olvidaron que aún no se encontraban bien, con sus seres queridos y eso les costo muy caro.