La situación que se suscitaba dentro de aquella habitación estaba fuera de lo común, alejada de cualquier protocolo que previamente se habría hecho, no estaba planeada, sin embargo, ambos jadeaban sus nombres sin importarles nada. Moviendo sus caderas, besando sus cuerpos, acariciando sin medida, como si el tiempo fuera de aquella habitación se hubiese detenido casi por completo.
Siendo esposos la intimidad formaba parte de sus tareas, eso no era extraño o algo por lo cual alarmarse. Lo que era incongruente y poco entendible para quienes vivían en el castillo, era que lo estaban haciendo en un martes a plena luz del día.
Las cosas fueron de esa manera después de aquella noche donde el rey había ido a visitar a su esposo de forma sorpresiva. Jungkook había abandonado la habitación después de una pequeña siesta, sin embargo, ingresó nuevamente en la habitación de Taehyung luego de dos horas de haberse marchado, proclamando de nuevo sus labios y su cuerpo. El rubio no podía creerlo, estaba a punto de mandarle a su hermano una canasta de regalo por sus maravillosas instrucciones, estaba extasiado, en una nube ligera que le mantenía soñando despierto.
Mientras acariciaba y besaba con fervor al rey se imaginó un sinfín de escenarios en donde los dos estaban juntos de la mamo, creía que ese era el primer paso para el amor, no tenía tiempo, debía enamorar al rey antes de que fuera tarde.
Lo vio vestirse sin tener la energía para salir de la cama, su cuerpo llegaba a ser débil despues de tanta activación física. Pudo observar con detenimiento a su esposo, era un hombre alto, de músculo marcado y muy apuesto, sobretodo apuesto, tenía locas a las mujeres y donceles del reino. A sus veinticinco años era considerado un hombre maduro y sabio, nunca hacía nada que pudiera perjudicar al reino, cuidaba de este con honestidad y orgullo.
Jungkook le miro sobre el hombro y si bien no sonrió, sus ojos tenían un tono mas amable.
—Descansa, haré que te suban el desayuno a la cama—suspiró terminando de calzarse las botas —. Hoy tengo un día lo bastante ajetreado como para no salir de la oficina, nos veremos en la noche.
Aquello le hizo abrir los ojos sorprendido, su corazón latió con fuerza. —¿Vendrá en la noche?
—Sí —respondió riendo—. ¿Quieres dormir solo?
Se dedicó a negar. —No, yo...esta bien, lo esperaré.
Para el pelinegro mirar a su esposo nervioso era un sano entretenimiento, se levantó y encaminó a la puerta, pero a medio camino se devolvió. Taehyung le miraba con ojos brillantes y grandes, podía ver su pecho asomarse por las mantas, tragó en seco, últimamente su cuerpo le llamaba de manera incesante, como si hubiera descubierto una nueva necesidad para él.
Taehyung le vio acercarse, estaba con los nervios de punta porque hace tanto que no veía aquel comportamiento en su esposo que le lleno el corazón de añoranza, suspiro cerrando los ojos cuando sintió que la cama se hundía a su lado
—Taehyung mírame—dijo con voz firme sin dejar de ser amable.
El rubio subió la mirada atento esperando, viendo de cerca casa facción del rostro de Jungkook
—¿Qué pasa? —pregunto sonriendo tenuemente a causa del nerviosismo.
—Tengo algunas reuniones que atender está tarde, pero tenía que estar con uno de los cuidadores de la aldea cercana al rió, no puedo atender ambos compromisos que son igualmente importantes, me preguntaba si estás dispuesto a ir y encontraré con el cuidador y preguntarle que se necesita para solventar el mes.
Abrió los ojos consternado, sin pensarlo abrazo a Jungkook quien le sostuvo de la cintura al tiempo que se tensaba ligeramente, aquel comportamiento efusivo aún le resultaba complejo.
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El Rey De Hielo *KookV*
Fanfiction"SEGUNDO LIBRO DE LA SAGA DE LOS REYES" Y cuando sus manos lo tocaron sintió el calor del hielo, sus ojos grises lo examinaron mirando en su interior y con una sonrisa beso su cuello haciéndolo arquear la espalda desesperado. -¿Qué tanto lo deseas...